Ocho refugiados renacen en Euskadi con el ciclismo
El Ner Group Marco Polo Cycling acoge a siete eritreos y un sirio en un proyecto deportivo y humanitario. Se entrenan y disputan carreras del calendario aficionado

El ciclismo, muchas veces ensuciado por casos de dopaje, envuelve tambi¨¦n aventuras muy loables y solidarias. Es el caso del equipo?Ner Group Marco Polo Cycling, que acoge en Gipuzkoa a ocho j¨®venes refugiados que entrenar¨¢n y disputar¨¢n carreras del calendario aficionado. Todos ellos se consideran unos privilegiados, deportistas de esa amplia bolsa que ha desembarcado en Europa en busca de un futuro. El exciclista amateur?Mikel Gurrutxaga ha sido el principal impulsor de la idea, a trav¨¦s del programa Poyecto Ciclista Solidario: el a?o pasado se trajo a cinco corredores et¨ªopes para su formaci¨®n y que luego expandiesen en su pa¨ªs lo que hab¨ªan aprendido, lo que permiti¨® que montaran una escuela y tres de ellos han vuelto a Espa?a a militar en equipos de base.?Recibi¨® apoyo de diversas personas. Entre ellas el ciclista Urtzi Murg¨ªa que les acompa?¨® buena parte del verano.?
Esa labor de 2015 puso la semilla para que la ONG holandesa Marco Polo Refugee Team se dirigiera a Gurrutxaga para dar formaci¨®n a los ocho j¨®venes en Euskadi durante tres meses. enseguida encontraron el apoyo de Ner Group, una asociaci¨®n de 22 empresas que, aparte de generar sinergias compartiendo experiencias y conocimientos, busca un desarrollo humano m¨¢s justo y sostenible, un compromiso con la sociedad. "Intentamos cambiar vidas a trav¨¦s de la bicicleta, qu¨¦ mejor que ayudarles", remarca. Esto para nosotros es un proyecto solidario¡±, completa el coordinar de Compromiso con la Sociedad de Ner Group, Juanje Anduaga.
En total son ocho chicos, siete eritreos y un sirio, muchachos que ya andaban en bici en sus pa¨ªses. Refugiados pol¨ªticos. Los de Eritrea salieron de un pa¨ªs de cuatro millones de habitantes, de donde cada a?o huyen 50.000 escapando de la miseria. A falta de libertades, buscan la esperanza a trav¨¦s del ciclismo.?"Intentamos integrarles en la sociedad. Desde que est¨¢n como refugiados en Holanda, la mayor¨ªa no han podido coger la bicicleta durante meses¡±, sostiene Gurrutxaga. La idea no es llevarles al profesionalismo "sino que vuelvan a sonre¨ªr, que se recuperen, porque algunos lo han pasado muy mal, y que ganen en autoestima", agrega Anduaga. Pero si al final dan ese salto tan grande, pues muy bien. Porque es el sue?o de alguno y no se trata de segarlo. Es m¨¢s, no s¨®lo se profundiza en el ciclismo, tambi¨¦n se les va a formar en idiomas (en este caso castellano), inform¨¢tica e incluso en saber llevar una casa.
Los ocho refugiados van a vivir en Idiazabal, un peque?o municipio de Gipuzkoa donde sus 2.500 habitantes asisten con expectaci¨®n al rodar de los chicos estos d¨ªas. El Ayuntamiento cede una casa y tras dos meses entre nosotros, viajar¨¢n a Holanda y regresar¨¢n a mediados de agosto. Han disputado un par de carreras y van a correr m¨¢s en categor¨ªa amateur, ¨¦lite y Sub-23. Tienen residencia en Holanda o Suecia. Una serie de voluntarios (algunos aportados por Ner Group) ayudar¨¢n en los entrenamientos y en el resto de la formaci¨®n.
La semana pasada tuvo lugar la presentaci¨®n de esta iniciativa que toca la fibra sensible. Cinco de los j¨®venes de Eritrea, un pa¨ªs con mucha tradici¨®n ciclista incluso por encima del f¨²tbol, estuvieron en la presentaci¨®n con el cosquilleo propio de algo que tiene eco medi¨¢tico. Se trata de Abel Gebrehiwet, Nahom Desale, Awet Gebremedhin, Wedeb Fikadu y Johanna Tesfay. ¡°Estamos entrenando mucho, cuatro o cinco horas al d¨ªa. Yo ya lo hac¨ªa en mi pa¨ªs, pero he estado casi dos a?os sin montar en bicicleta, as¨ª que ahora espero mejorar mucho¡±, argumentaba en ingl¨¦s Abel Gebrehiwet, de 20 a?os. En su pa¨ªs eran de los mejores, pero casi se han olvidado de andar en bici.
Eritrea es un pa¨ªs con una gran tradici¨®n ciclista. ¡°El ciclismo es es como nuestra sangre y mi sue?o es convertirme en profesional", se ilusiona Nahom, de 23 a?os, que en su momento corri¨® en el equipo de desarrollo del Dimension Data, ¨²nico conjunto africano en el Pro Tour. el fr¨ªo y la lluvia de estos d¨ªas en Gipuzkoa es una broma comparado con el infierno que vivi¨® Gebrehiwet para llegar de Eritrea a Holanda. ¡°Es un viaje muy peligroso. Atravesamos el S¨¢hara en coche durante casi una semana sin comer, solo con agua. ?bamos 30 personas en un Land Rover, como animales. Llegamos a Libia y de ah¨ª fuimos a Italia en barco. En Eritrea no hay ni futuro ni nada¡±, cuenta con los ojos vidriosos. Normal que ahora se esfuerce como si no hubiera ma?ana: ¡°Vamos a trabajar duro y tratar de mejorar cada d¨ªa. Nada es f¨¢cil en esta vida, pero quiero ser ciclista, pero es mi sue?o y voy a dar lo mejor de m¨ª¡±.