Froome se destapa

El favorito sobre el papel empieza a serlo tambi¨¦n sobre el asfalto. Cumplida la novena etapa, y a dos mil kil¨®metros de Madrid, Froome es el primer candidato para ganar la Vuelta 2015. Vencer¨¢ salvo reacci¨®n de Nairo, salvo ca¨ªda (hay plaga) o salvo sorpresa may¨²scula que podr¨ªa protagonizar Tom Dumoulin, vencedor de etapa y otra vez l¨ªder.

El anuncio puede resultar obvio (hablamos de un doble ganador del Tour), pero el papel de Froome no estaba tan claro hace apenas dos d¨ªas, cuando perdi¨® medio minuto en la subida a Capileira. Es m¨¢s, a¨²n ofrec¨ªa dudas en las primeras rampas de la Cumbre del Sol. El aceler¨®n de Valverde le dej¨® descolgado, sin asistencia de sus compa?eros; Roche y Henao circulaban por delante, ajenos al destino de su capit¨¢n. Pensamos entonces que segu¨ªan la consigna de su director: ¡°Froomey no puede, pelead vosotros por la victoria y la general. Dios salve a la Reina¡±. Nuestra imaginaci¨®n es desbordante.

Froome no tard¨® en atrapar al grupo principal. Lo hizo como suele, metro a metro, concentrado en el molinillo y en el ordenador de a bordo. As¨ª resisti¨® todo el oleaje, los ataques sucesivos de Nairo, Valverde (de nuevo), Aru y Dumoulin. En mitad de ese tiroteo, el brit¨¢nico no nos pareci¨® m¨¢s que un digno superviviente. Que el cielo nos conserve la vista.

Dumoulin tom¨® ventaja y forz¨® la reacci¨®n de Chaves en defensa del liderato. Ahora sabemos que el colombiano se fundi¨® en la persecuci¨®n. El siguiente arre¨®n de su enemigo le dej¨® hecho trizas. El asombro era absoluto. En un puerto de cuatro kil¨®metros suced¨ªan m¨¢s cosas que en una novela de mil p¨¢ginas.

Entretanto, la escalada de Dumoulin nos imped¨ªa cerrar la boca. El chico (24 a?os) se ha propuesto desmentir a su cuerpo de rodador y a su palmar¨¦s como contrarrelojista. La sorpresa se complet¨® cuando Froome volvi¨® de entre los muertos, enfilado hacia la victoria. Purito no pod¨ªa entender tanto empe?o en arrebatarle una etapa que era suya.

Froome ya saboreaba el triunfo cuando Dumoulin descubri¨® de pronto fuerzas que cre¨ªa agotadas, como quien encuentra un billete olvidado en un bolsillo. El holand¨¦s gan¨® la etapa y se puso l¨ªder cuatro d¨ªas despu¨¦s de estrenar el rojo. El billete era de cien.

Purito cedi¨® cinco segundos con el vencedor, Aru perdi¨® 16 y el d¨²o Nairo-Valverde se dej¨® 20. Da?os m¨ªnimos, es cierto, pero s¨ªntomas preocupantes. Si Froome ha venido a ganar, no hay flaqueza posible.

La clasificaci¨®n general nos transmite, sin embargo, un mensaje de optimismo. Descartado Dumoulin (si resiste en Andorra nos encontraremos ante la reencarnaci¨®n de Indurain y gritaremos de miedo), los siete ciclistas siguientes, de Purito a Froome, se encuentran en un intervalo de 21 segundos. Un panorama de lo m¨¢s atractivo de no existir una contrarreloj de 38 kil¨®metros.

Para que la pelea sea re?ida es imprescindible que Valverde no se resienta del golpe que sufri¨® ayer en la ca¨ªda del d¨ªa, una contusi¨®n en el hombro izquierdo que no le impidi¨® atacar en la ¨²ltima ascensi¨®n. Retirado Sagan, la Vuelta no puede prescindir de m¨¢s estrellas. Todas ser¨¢n necesarias para plantar cara a Froome.