AMSTEL GOLD RACE
Kwiatkowski conquista la cl¨¢sica de la cerveza vestido de arco¨ªris
El polaco se sacudi¨® la maldici¨®n de su maillot e impuso su punta de velocidad frente a Alejandro Valverde, segundo, y Michael Matthews, tercero.
Si la Flecha Valona se ve reducida a un sprint en cuesta en los ¨²ltimos 1,3 kil¨®metros, en el Muro de Huy, en la Amstel Gold Race ocurr¨ªa lo mismo con el Cauberg, de 1,2 km. La organizaci¨®n aprovech¨® el trazado del Mundial de 2012, en Valkenburg, para adaptar su carrera y colocar la meta a 1,8 km de la cima. As¨ª se ha ganado en extensi¨®n, 3 km de emoci¨®n, y en dos variantes: llegada en solitario o en un grupito reducido despu¨¦s de coronar. Michal Kwiatkowski, el campe¨®n del mundo, aplic¨® la segunda opci¨®n para imponer su potencia frente a Valverde y Matthews.
El polaco, que s¨®lo hab¨ªa vencido en este 2015 en el pr¨®logo de la Par¨ªs-Niza, se sacudi¨® la maldici¨®n de su maillot y se convirti¨® en el cuarto arco¨ªris que conquista la prueba de la cerveza, tras Merckx, Raas e Hinault. Como era de prever, Gilbert lo intent¨® en la subida al Cauberg. A su rueda, muy atento, Matthews. Valverde se uni¨® a ellos, pero no les remach¨® cuando parec¨ªan m¨¢s fundidos. Lograron enlazar Kwiatkowski y Caruso, y luego 14 m¨¢s. En la volata, Kwiato fue el m¨¢s fuerte y el m¨¢s r¨¢pido. Con la Flecha Valona y la Lieja todav¨ªa en el horizonte, de momento ya ha salvado el honor del Etixx por su floja campa?a en el pav¨¦s.
Valverde acab¨® otra vez segundo, como en 2013, y suma su tercer caj¨®n en Valkenburg, junto al tercer puesto de 2008. Ning¨²n espa?ol ha alzado los brazos. El murciano lleva once podios en las Ardenas: tres en la Flecha (con dos triunfos) y cinco en la Decana (con otras dos victorias). Al l¨ªder del Movistar y a Purito les quedan esas dos balas, el mi¨¦rcoles y el domingo. Aunque Matthews tampoco consigui¨® rematar, tercero como en la Mil¨¢n-San Remo, ha presentado su candidatura para este tipo de cl¨¢sicas. Tiene s¨®lo 24 a?os, al igual que Kwiatkowski.
Al margen de lo deportivo, la Amstel volvi¨® a ofrecer una imagen que deja en muy mal lugar a la seguridad ciclista: un coche se plant¨® ante el pelot¨®n, pero iba despacio y pudo apartarse en un lateral sin causar ning¨²n percance. Aparte, un enganch¨®n a cola de grupo origin¨® una disputa entre Curvers y el balear Reyn¨¦s, con un intercambio de insultos captado por las c¨¢maras... que mejor no reproducir aqu¨ª. Como los gritos de Michal Kwiatkowski al celebrar su merecido ¨¦xito.