VUELTA A ESPA?A | ETAPA 19
Adam Hansen sorprende en su d¨¦cima gran ronda consecutiva
El Monte Faro no decidi¨® nada y el australiano sac¨® partido de su ataque a cinco kil¨®metros del final. Contador, Froome, Valverde y Purito se juegan la Vuelta este s¨¢bado en Ancares.
Adam Hansen es inagotable. Cuando a los dem¨¢s se les encienden las reservas, el australiano sigue y sigue. Como el conejo de Duracell. Hansen se impuso en la 19? etapa, Salvaterra do Mi?o-Cangas do Morrazo, sobre 180 km. Una victoria que no se diferenciar¨ªa mucho de otras si no fuera porque el incombustible ciclista del Lotto disputa aqu¨ª su d¨¦cima gran ronda consecutiva. Y desde que comenz¨® su locura en la Vuelta de 2011, ha acabado todas, incluso con otra victoria de etapa en Pescara en el Giro de 2013.
La escapada de la jornada lanz¨® de avanzadilla a Wouter Poels (Omega), Laurent Mangel (FD) y Pim Ligthart (Lotto) en el km 26, pero el Giant y el Orica mantuvieron su ventaja a raya, porque no quer¨ªan dejar escapar la ¨²ltima oportunidad de una victoria al sprint con John Degenkolb o Michael Matthews.
Cuando los fugados ya estaban a medio minuto, tambi¨¦n asom¨® en cabeza el Tinkoff de Contador. El Monte Faro (2?), que se coronaba a 19 kil¨®metros de la meta, era una tentaci¨®n para los valientes. Tambi¨¦n un riesgo para los m¨¢s conservadores. A estas alturas, a tres d¨ªas del final, cualquier segundo se cotiza. El Sky de Froome tom¨® las riendas en la subida. Se adivinaba un tiroteo. Pero nadie se movi¨®. Hay demasiado respeto. O cansancio. O jindama. La sombra de Ancares asoma intimidante por el horizonte.
El ¨²nico que se decidi¨® a arrancar fue Alexei Lutsenko (Astan¨¢), campe¨®n del mundo Sub-23, en busca de la etapa. Samuel S¨¢nchez, un brillante descensista, se tir¨® detr¨¢s en la bajada. Entonces salt¨® la alarma: ¡°?Ca¨ªda! ?Un Sky!¡±. En TVE apareci¨® la imagen de un ciclista inm¨®vil. Se trataba del italiano Dar¨ªo Cataldo. Ah¨ª estaba el mayor peligro de este puerto. Samuel no hizo camino. Y el kazajo fue engullido a 5 kil¨®metros por el ansia de los velocistas supervivientes. Todo apuntaba a un sprint. Entonces la carretera se empin¨®, Adam Hansen apret¨® en el repecho y se march¨® en solitario hacia la llegada de Cangas de Morrazo. Poderoso. Soberbio. Inagotable. Sigue y sigue.