TOUR DE FRANCIA | 19? ETAPA
Espadas en alto
S¨®lo hubo pelea en el ¨²ltimo kil¨®metro de ascensi¨®n del Croix Fry. El l¨ªder resisti¨® los ataques de Quintana y Purito. Dani Navarro subi¨® al octavo puesto de la general.
En el ciclismo, quiz¨¢ m¨¢s que en ning¨²n otro deporte (no hay otro que alargue la competici¨®n hasta tres semanas) hay un eximente que condiciona cualquier an¨¢lisis: el agotamiento. No se puede exigir combatividad a un ciclista agotado, ni valent¨ªa, ni sentido de la estrategia. Un ciclista sin fuerzas se pone como ¨²nico objetivo sobrevivir, que pasen los kil¨®metros y que ma?ana salga el sol. En parecida situaci¨®n se encuentran los primeros corredores de la general, los que m¨¢s energ¨ªas han gastado. Es posible que Froome no tuviera ayer su mejor d¨ªa. Pero es seguro que tampoco lo ten¨ªan Contador, Quintana o Purito. Por esa raz¨®n, lo que imaginamos como una encarnizada batalla, la en¨¦sima, se qued¨® en un pellizco de monja, un aceler¨®n en el ¨²ltimo kil¨®metro de la Croix de Fry, un gasto ajustad¨ªsimo de las pocas fuerzas de cada cual.
No sucedi¨® apenas nada. Purito, Contador, Quintana y Froome tomaron unos metros de ventaja y alcanzaron a Valverde, que hab¨ªa demarrado poco antes. Ni la lluvia sirvi¨® de est¨ªmulo para los m¨¢s bravos cuando toc¨® bajar el puerto. En este caso tampoco hay reproches que hacer: hasta para jugarse el pescuezo se precisa cierta claridad mental y agilidad de piernas.
La rendici¨®n no es total (s¨®lo casi) porque este s¨¢bado se afronta otra etapa imponente, con final en alto, y avivada por el escaso kilometraje (125 km). De los cinco primeros, Purito es quien tiene menos motivos para conformarse, ya que se encuentra a 26 segundos del podio de Quintana y a 47 del segundo puesto de Contador. Al colombiano le queda el premio de una etapa y al Saxo el sue?o de meter tercero a Kreuziger, a 12s de Nairo. L¨¢stima aquel abanico de Saint-Amand-Montrond: sin ¨¦l, Valverde estar¨ªa nueve segundos por delante de Contador.
Como pueden observar, el men¨² es absolutamente vegetariano, a no ser que el revuelo descubra una debilidad del l¨ªder, una flaqueza sobre la campana que yo, iluso de vocaci¨®n, no descarto todav¨ªa. Ya no digo sorpresa, digo emoci¨®n.
Para ello habr¨¢ que recuperar ¨¢nimo y algo de frescura. Ayer los favoritos corrieron a la defensiva y hasta Contador lo hizo por primera vez. Con una fuga de hasta 40 ciclistas por delante, el Saxo trabaj¨® con el ¨²nico objetivo de defender la general por equipos (lo logr¨® por 3:39). No es extra?o: Alberto, de pronto, se siente apuntado por los ca?ones de Froome, Quintana y Purito.
Por delante, la escapada fue una tortura de la que s¨®lo sac¨® premio Rui Costa, purasangre portugu¨¦s de 26 a?os. El ciclista de Povoa de Varzim sum¨® su segunda etapa en la edici¨®n centenaria, doblete del Movistar. Como siempre en estos casos (extraordinarios), resulta inevitable pensar hasta d¨®nde llegar¨ªa Rui Costa (ganador de dos Vueltas a Suiza) si peleara por la general del Tour. Lejos, probablemente.
Rolland, h¨¦roe sin beso, fue atrapado en el ¨²ltimo puerto despu¨¦s de trepar medio mundo en solitario. Al menos, le queda el consuelo de colocarse a un punto de Froome en la lucha por el reinado de la monta?a. Ya ven. Del objetivo mayor hemos pasado al prop¨®sito menor: por favor, que alguien le quite algo al l¨ªder, aunque sea un poco de aliento.
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