La reina de los ochomiles sufre en la traves¨ªa del desierto

Era una etapa ¨Cla primera de la Titan Desert- monta?osa, en su h¨¢bitat natural. Pero Edurne Pasab¨¢n ten¨ªa que sustituir los piolets y dem¨¢s elementos de escalada a pie por la bicicleta. Y, para mayor pesadumbre, tuvo su mayor enemigo en algo que hab¨ªa ingerido el s¨¢bado. Una de las deportistas m¨¢s combativas y aventureras pas¨® fuera de control, por apenas cinco minutos, debido a una deshidrataci¨®n. Su nombre ya no puede figurar en la clasificaci¨®n por ese retraso. Pero, lejos de abandonar, el lunes tom¨® la salida en la segunda etapa y, esta vez s¨ª, le alcanzaron 8 horas y 29 minutos para superarse a s¨ª misma. Es una mujer de costumbres y la suya no es otra que derrumbar adversidades.

¡°?Qu¨¦ calamidades!¡±, exclama Edurne en conversaci¨®n con AS, relativizando su debut en comparaci¨®n a sus gestas como alpinista. ¡°Llegaba muy bien a la prueba¡±, asegura, tras compaginar entre San Sebasti¨¢n y la Vall d¡¯Aran una preparaci¨®n de meses. ¡°Y tambi¨¦n iba bien al principio de la etapa¡±, ratifica, ¡°pero de repente me sent¨ª deshidratada. Algo me hab¨ªa sentado mal y el dolor de est¨®mago iba en aumento conforme pasaban los kil¨®metros¡±. ¡°Al final, tuve que ir al ba?o siete u ocho veces en todo el recorrido¡±, explica, abrumada por los imprevistos. El trazado del lunes fue m¨¢s ben¨¦volo: ¡°Tuve en varias ocasiones dolor de est¨®mago durante la etapa, pero lo peor ya pas¨®¡±. Aunque las adversidades no cesan. ¡°Me ca¨ª dos veces, y ambas del mismo lado¡±, revela. ¡°Gajes del oficio¡±, culmina.

Edurne podr¨ªa haberse llegado en tiempo el primer d¨ªa, y seguir apareciendo en la clasificaci¨®n de la Titan. Pero ante todo prevalece la nobleza de deportista. ¡°Me lo habr¨ªa ahorrado de haberme saltado el ¨²ltimo control, a dos kil¨®metros de meta. Nos hubieran penalizado con varias horas, pero seguir¨ªamos en la general¡±, advierte. ¡°Ahora lo que hago es seguir compitiendo y disfrutando, tanto de la carrera como de los paisajes, que son preciosos¡±, finaliza. No ser¨¢ el Shisha Pangma, pero Edurne Pasab¨¢n es una demostraci¨®n m¨¢s de que la Titan Desert se antoja un reto may¨²sculo.