Purito es el jefe

Los 100 metros que le hizo Alberto Losada, su amigo y gregario en el Katusha, a 500 de meta, despu¨¦s de haber permanecido la mitad del d¨ªa escapado (junto a Amador, Txurruka, Pirazzi y Cunego, que fue l¨ªder virtual), merec¨ªan que Purito Rodr¨ªguez hubiera culminado ese esfuerzo con la victoria de etapa. Por ese trabajo en equipo, y porque luchaba por ara?ar todos los segundos posibles para recuperar la maglia rosa, dio la sensaci¨®n de que no regal¨® el triunfo a Matteo Rabottini. El italiano, que sumaba en sus piernas 151 kil¨®metros en fuga, se sold¨® a rueda cuando el catal¨¢n le alcanz¨® en la parte final de la ascensi¨®n a Pian dei Resinelli. Purito le apret¨® e intent¨® soltarle, pero Rabottini se le col¨® por dentro en la ¨²ltima curva y le pill¨® a contrapi¨¦. Eso, o Purito es un actorazo y su puesta en escena result¨® magn¨ªfica.

Las declaraciones de ambos en rueda de prensa confirmaron que no hubo apa?o. O siguieron con la interpretaci¨®n de sus papeles. As¨ª se explic¨® Rabottini: "Cuando Rodr¨ªguez me adelant¨®, pens¨¦ que hab¨ªa perdido. Luego me las arregl¨¦ para pasarle, y casi no pod¨ªa creerlo. Para un italiano, no existe nada m¨¢s bonito que inscribir su nombre en esta corsa". Y si le dej¨® ganar, tampoco le vendr¨¢n mal al l¨ªder unos cuantos amigos fosforitos del Farnese de cara a la decisiva ¨²ltima semana del Giro. Porque Purito, a seis etapas de que concluya la ronda, se presenta como el hombre a batir.

Ayer volvi¨® a enfundarse la maglia gracias a un aceler¨®n a 1,2 km de la llegada, cuando comprob¨® que Ryder Hesjedal, anterior portador de la prenda, flojeaba. En apenas ese kil¨®metro de subida, sac¨® 25 segundos a Scarponi y Basso; 29 a Kreuziger; 39 a Hesjedal; y 44 a Intxausti, que por primera vez en una jornada clave perdi¨® contacto con los favoritos. Un jugoso bot¨ªn que ampli¨® de manera considerable la ventaja respecto a sus rivales.

La actual situaci¨®n permite a Purito tener mucho m¨¢s cerca la oportunidad de su vida: conquistar una grande. "A partir de ahora, nos encontraremos con una monta?a que me va mejor que a mis adversarios", afirm¨® envalentonado. Si confiamos en sus palabras, s¨®lo la crono de Mil¨¢n oscurece el panorama. Aunque, en la previa de la contrarreloj, les tocar¨¢ la etapa reina: Mortirolo y Stelvio. "Ah¨ª se puede perder hasta el apellido". De momento, manda en la general, se le ve en forma y muy centrado. ?l cree en sus posibilidades. Y ¨¦l es el jefe.