Ciclismo | Vuelta a Espa?a. 20? etapa
El Rey Bisonte
Bennati gan車 en Vitoria y Juanjo Cobo se corona hoy en Madrid
Ya se puede decir sin temer que caiga un rayo: Juanjo Cobo, bisonte colorado, ganar芍 la Vuelta a Espa?a por rendici車n de su primer adversario, el keniano Christopher Froome. No habr芍 s赤ndrome Eric Caritoux, por tanto. El l赤der ha sometido a su rival a un marcaje tan estrecho que ha terminado por desquiciarle. El m芍s claro ejemplo es que toda la actividad de Froome en la etapa de ayer fue atacar para cruzar en primera posici車n la pancarta de 20 kil車metros a meta, donde nada se repart赤a, excepto saludos.
La confusi車n de la pancarta con el sprint bonificado situado tres kil車metros m芍s adelante demostr車 que ni Froome ni su equipo ten赤an ya ni plan ni fuerzas. De nada le hubiera servido, adem芍s, apuntarse cuatro segundos de bonificaci車n (Carlos Barredo circulaba en cabeza), si no es para morir m芍s cerca de la orilla. El movimiento debi車 llegar antes, en Urkiola (con la cima a 47 km de la meta). Las rampas del puerto daban para una escaramuza de 谷xito incierto, pero que hubiera engrandecido (a迆n m芍s) la figura del aspirante. No ocurri車 nada, probablemente por falta de energ赤as. Tampoco ha dejado el Sky sensaci車n de equipo dominante. Ni Bradley Wiggins ha trabajado con generosidad en favor de su compa?ero. Sus apariciones en cabeza han sido en su condici車n de pr赤ncipe destronado, incapaz de aceptar su papel de gregario circunstancial.
Para Juanjo Cobo fue una jornada placentera. No se vio obligado a darse un calent車n en Urkiola y luego no tuvo objeci車n en cruzar detr芍s de Froome la pancarta de 20 kil車metros a meta. Hubiera ido tras 谷l al excusado, al coche m谷dico o al fin del mundo. Sin inmutarse, con el casco ligeramente ca赤do hacia atr芍s y con ese mirada que transmite cualquier sensaci車n menos miedo. Debe resultar desesperante plantearse el asedio a un ciclista as赤, tan bisonte.
La fuga y Sastre.
La etapa, tal y como se preve赤a, naci車 con una escapa de 27 ciclistas que hubiera sido un buen tren al que subirse para los favoritos que nunca atacaron en Urkiola. En esa fuga circulaba Daniele Bennati, que ten赤a el d赤a se?alado en rojo. El pelot車n recort車 diferencias hasta que en cabeza s車lo qued車 Carlos Barredo. Su esfuerzo era encomiable, pero parec赤a in迆til. Su m谷rito, no obstante, fue hacernos dudar.
Barredo aguant車 al pelot車n en buena parte de los 40 kil車metros que separaban la cima de Vitoria. Digamos que, sin opciones de ganar, se dio un homenaje con televisi車n en directo. Y el recital debi車 dar envidia a Carlos Sastre. Quien parti車 de Benidorm siendo el l赤der del Geox, aprovech車 la confusi車n de la pancarta para alcanzar a Barredo y rodar luego en solitario en la entrada a Vitoria. No hace falta un psicon芍lisis para percibir que no se ha sentido ni reconocido ni bien tratado. Otra cosa ser芍 que le asista la raz車n.
El sprint final recompens車 al insistente Daniele Bennati, que esta tarde en Madrid podr赤a sumar su tercera victoria de etapa. Nada m芍s que eso deber赤a ocurrir camino de La Castellana, viejo lugar de trashumancia donde hoy se coronar芍 a un Bisonte.