Ciclismo | Tour de Francia
Contador, a lo grande
El campe¨®n sacude el Tour en un puerto de 2? y Andy pierde 1:06.
Habl¨¢bamos el d¨ªa anterior de gestos que son gestas y casi no hab¨ªamos terminado de teclear cuando Alberto Contador nos puso ayer el ejemplo sobre la mesa. Con el paso del tiempo, su ataque por sorpresa en el Col de Manse, de segunda categor¨ªa, ser¨¢ tan recordado, o m¨¢s incluso, que algunos de sus triunfos. Desde ahora ya no habr¨¢ pelot¨®n que suba en calma esas cuestas. Siempre existir¨¢ la amenaza de lo que hizo Contador, aquel campe¨®n, un d¨ªa de julio que pareci¨® de febrero.
Lo de menos es que Evans se aprovechara de su valor o que Voeckler y Frank Schleck minimizaran los da?os (cedieron 18 segundos). Lo importante es que donde no iba suceder nada ocurri¨®, de pronto, algo grande: 15 kil¨®metros apasionantes, inesperados, de magn¨ªfico espect¨¢culo. Y un herido ilustre, Andy Schleck. Despu¨¦s de varias sacudidas, el hermano peque?o entr¨® en crisis y cedi¨® en meta 1:06. Hay quien asegura que lleg¨® con menos humos. Debi¨® ser la lluvia.
El caso es que el Tour adquiere una nueva dimensi¨®n. Del ciclismo control hemos pasado a una carrera asediada, furiosamente, por el mejor corredor del momento. En v¨ªsperas de los Alpes, no hubiera sido posible imaginar un panorama tan atractivo. Hasta el l¨ªder franc¨¦s, resistente y pegajoso, supone un incentivo. Esta vez, Francia no s¨®lo pone el tablero, tambi¨¦n mueve ficha.
S¨ª, Voeckler volvi¨® a aguantar, orgulloso y combativo. Para Contador no es la primera de sus preocupaciones, pero tampoco resulta una gran noticia. Evans, experto chuparruedas, encontrar¨¢ en el l¨ªder un buen aliado. Hubiera resultado m¨¢s interesante ver al australiano de amarillo, centro de todos los focos y todas las presiones.
Pero no importa tanto. Las monta?as que vienen, agitadas por Contador, deber¨ªan cobrarse nuevas v¨ªctimas. Su actitud de ayer y su persistencia en los ataques confirman que su rodilla funciona, que sus piernas responden y que su cabeza est¨¢ fresca. Basta eso.
Samuel S¨¢nchez tambi¨¦n merece un apartado, por no decir un apartamento en la playa. Iba fundido y resisti¨® con los mejores. Todav¨ªa conserva una opci¨®n de ganar el Tour y no es tan descabellada: que, llegado el d¨ªa, Evans no salte a su rueda. Y Contador tampoco.
Samuel, por cierto, es el ¨²nico equipo del que dispone el campe¨®n. Ayer Dani Navarro tir¨® del grupo en el puerto, pero hubiera sido d¨ªa para lanzar compa?eros por delante, a la espera del jefe. Para jug¨¢rsela con tan escasa ayuda no se necesita al Saxo Bank, hubiera valido el Puertas Mavisa.
Thor. Adem¨¢s de la carrera contra el tiempo de Contador, ayer se disput¨® una gran pelea por la etapa. La fuga tard¨® en cuajar m¨¢s de cien kil¨®metros y s¨®lo admiti¨® ciclistas de alcurnia. Entre ellos, Thor Hushovd. El dios del trueno (dos triunfos ya) se impuso en Gap a otro noruego, Boasson-Hagen, maestro y disc¨ªpulo, oso y ping¨¹ino.