Samuel es de oro

Cara y cruz. La cara la pueden observar varios cent¨ªmetros a estribor. Grito de euforia, alegr¨ªa desgarradora, perfecta dentadura de tibur¨®n. Ahora adviertan los detalles dorados: el casco, la montura de las gafas, la cinta del manillar, las zapatillas, los ribetes de mangas, guantes y calcetines, las rayas del maillot, el pendiente que no se aprecia y la tija que no se ve. Desde que Samuel S¨¢nchez gan¨® el oro ol¨ªmpico en Pek¨ªn mantiene una estrecha relaci¨®n con el ¨²nico metal precioso que provoca fiebre. La idea es motivarse, no olvidar jam¨¢s lo conseguido y hacer que los dem¨¢s tambi¨¦n lo tengan presente. Campe¨®n ol¨ªmpico, oro puro, abran paso.

El Plan.

Y parece que funciona. Samuel no gan¨® ayer favorecido por la situaci¨®n de la carrera. Lo suyo fue distinto y est¨¢ al alcance de muy pocos: ote¨® el horizonte, traz¨® un plan y lo llev¨® a cabo. Atac¨® en el descenso del Tourmalet y fue conociendo gente hasta intimar con Vanendert, que qued¨® cegado por el oro. Por eso apenas encontr¨® resistencia y en meta tuvo tiempo para las dedicatorias divinas y terrenales, tambi¨¦n para ese grito que le debi¨® adelgazar dos kilos.

De otro dir¨ªamos que ya ha cumplido, pero de Samuel diremos que es octavo en la general y que el podio (en 2010 fue cuarto) tambi¨¦n reparte oro. De momento y en adelante le veremos vestido con el maillot de rey de la monta?a, puntos rojos a los que habr¨¢ que poner un toque dorado.

Vayamos ahora con la cruz. Contador se descolg¨® en los ¨²ltimos 500 metros y perdi¨® 33 segundos con Frank Schleck y 13 con Andy, Basso y Evans. M¨¢s que el tiempo perdido, inapreciable si se mira con distancia, preocupa el s¨ªntoma. Para no sufrir por anticipado obviaremos los diagn¨®sticos fatales y apostaremos por los pron¨®sticos optimistas. La esperanza es que haya sido un mal d¨ªa, la ¨²ltima secuela de una rodilla que ya se est¨¢ curando. La ilusi¨®n es que los campeones sean gente distinta y resulte cierto eso que cuentan, que se crecen ante la adversidad.

En cualquier caso, y analizado el panorama, no parecer¨ªa mal resultado salir vivo de los Pirineos. Otros no podr¨¢n so?ar siquiera con eso: Kl?den se dej¨® 8:26 y Gesink 17:44. Lo suyo s¨ª es un mal diagn¨®stico.