Ciclismo | Tour de Francia
L¨ªder con pol¨¦mica
Contador durmi¨® anoche de amarillo. La manera como logr¨® enfundarse el maillot est¨¢ dando lugar a infinidad de interpretaciones. Una aver¨ªa en la bici de Schleck le abri¨® las puertas del liderato. Alberto dice que no se dio cuenta. Est¨¢ por ver si en Francia le creen. Otro Tour pol¨¦mico.
El Tour arde en pol¨¦mica por el enganch¨®n de la cadena de la bicicleta de Andy Schleck. C¨®mo es el ciclismo.
El l¨ªo. Era inevitable que el Port de Bal¨¨s iba a ser decisivo. El c¨®mo no se sab¨ªa. A algo m¨¢s de un kil¨®metro de su cima, tras un tira y afloja, Schleck pill¨® a Contador "cerrado" y sin reacci¨®n inmediata. El quite se lo hizo inmediatamente Alexandre Vinokourov, gregario-patr¨®n, que vio en primera fila c¨®mo a Andy se le quedaba enganchada la cadena. Mientras daba pedales al aire, Contador ya se las hab¨ªa ingeniado para salir del atasco y sobrepasarle como un avi¨®n sin aparentemente percatarse ("no vi que ten¨ªa una aver¨ªa"). Se llev¨® a su rueda a Samuel S¨¢nchez y Denis Menchov. Tres de los cinco primeros de la general se marcharon fugaces dejando a Andy penando su mala suerte, maldiciendo el descenso que le ven¨ªa encima con el temor de ver a Contador en el podio media hora m¨¢s tarde. As¨ª le fue y as¨ª le vio.
Durante el descenso hasta Bagn¨¨res de Luchon no s¨®lo se habl¨® de ciclismo. No s¨®lo importaba que Samuel y Menchov iban a acercarse a Schleck lo suficiente para derrocarle en la crono. No s¨®lo importaba saber que Contador iba a conseguir en un regalo de la t¨¦cnica lo que quer¨ªa lograr hoy y el jueves en el Tourmalet. Cuando todos calculaban el liderato virtual del espa?ol, el Tour ya echaba espuma por la boca. Y decimos refiri¨¦ndonos a los periodistas que lo envuelven. El Tour de Francia, no cabr¨ªa olvidarlo, es una carrera inventada por el periodismo.
Contador no hab¨ªa indultado a Schleck como s¨ª lo hizo en Spa tras esa ca¨ªda multitudinaria. O como no hizo el propio Schleck en el pav¨¦s de Arenberg con Armstrong dolido. Contador estaba tirando del grupo de los elegidos para coger el amarillo. De haberse quedado a esperarle se hubiera convertido en un h¨¦roe de leyenda para el Tour. Actuando de la manera en que lo hizo (sabiendo lo de la aver¨ªa o no), el de Pinto corr¨ªa el peligro de ser considerado un traidor, un aprovechado para los entendidos que quiz¨¢ no se preguntar¨¢n nunca si fue Andy el que por un mal cambio de marcha provoc¨® esa aver¨ªa en mala hora.
En el duelo m¨¢s igualado de los ¨²ltimos tiempos, el cambio de liderato en favor de Alberto Contador se debate ahora entre los que defienden la teor¨ªa de la deportividad y los que profesan amor eterno por la competitividad. Ayer, en el podio, unos cuantos abuchearon al nuevo l¨ªder.
Voeckler.
Lo ¨²nico que es indiscutible es la clasificaci¨®n. Contador aventaja ahora a Schleck en ocho segundos a falta de las dos etapas del Tourmalet y la ¨²ltima crono del s¨¢bado. Est¨¢ en la pole para ganar su tercer Tour.
Tambi¨¦n indiscutible es la victoria de Thomas Voeckler. Larga vida al peque?o alsaciano, en fuga junto a nueve hombres m¨¢s y que venci¨® en solitario. Es el quinto triunfo franc¨¦s de etapa. Por cierto, P¨¦rez Arrieta fue tercero.