Valderde se lleva el triunfo absoluto y Greipel el ¨²ltimo esprint

El espa?ol Alejandro Valverde (Caisse D''Epargne) se proclam¨® vencedor de la 64 edici¨®n de la Vuelta a Espa?a, la primera grande en su palmar¨¦s, al t¨¦rmino de la vig¨¦simo primera y ¨²ltima etapa que se disput¨® entre Rivas Vaciamadrid y el Paseo de la Castellana de Madrid, de 110 kil¨®metros, cuyo esprint se lo apunt¨® el alem¨¢n Andr¨¦ Greipel, con cuatro victorias el rey del esprint.
"Ahora s¨ª, esto es un sue?o hecho realidad. Se lo dedico a mis dos ni?os", fue lo primero que coment¨® Valverde en la l¨ªnea de meta, poco antes de ser manteado por sus compa?eros de equipo como n¨²mero uno de la Vuelta.
El corredor de Las Lumbreras (Murcia) subi¨® al podio escoltado por otro espa?ol, el campe¨®n ol¨ªmpico Samuel S¨¢nchez (Euskaltel Euskadi) y por el australiano Cadel Evans (Silence Lotto).
En la fiesta de "Balaverde" se col¨® el alem¨¢n Greipel, que engrandeci¨® su maillot verde al apuntase el prestigioso esprint de Madrid por delante del italiano Daniele Bennati, que se march¨® sin mojar y del esloveno Borut Bozic. El germano, que marc¨® un tiempo de 3h.11.56, cosech¨® finalmente 4 etapas, suplant¨® perfectamente a su compa?ero Cavendish y aument¨® la racha del Columbia, ya con 78 triunfos esta temporada.
Fue el punto final de La Vuelta, en una jornada festiva, de homenaje al vencedor, disputada entre bromas a ritmo de samba y con emoci¨®n final con el esprint en La Castellana. Aunque hubo un peque?o susto por una ca¨ªda, pero sin consecuencias.
Valverde levant¨® los brazos en La Cibeles como sucesor de Alberto Contador, el ¨²ltimo que visit¨® como triunfador a la diosa s¨ªmbolo de la tierra, la agricultura y fecundidad. Un relevo en el escal¨®n de oro, y una confirmaci¨®n de que, efectivamente, el espa?ol tiene capacidad para ganar una gran vuelta. ?Un rival para el de Pinto en el Tour?. Son palabras mayores, pero tras la "liberaci¨®n" de Toledo el murciano pretende apuntar alto.
A sus 29 a?os, se ha sacudido la presi¨®n de no ver en su palmar¨¦s un t¨ªtulo de los grandes. Ten¨ªa en la Vuelta todos los puestos del uno al cinco, menos el primero. Ya lo tiene. En su octavo a?o de profesional se abre otro panorama ante sus ojos. ?xitos no le faltaban en cl¨¢sicas: ha ganado 2 veces la Lieja-Basto?a-Lieja, la "decana", una Flecha Valona, adem¨¢s dos platas y un bronce en Mundiales. Un ciclista completo y ganador desde que se puso a competir con 9 a?os en el Club Puente Tocinos.
La Vuelta le llega a Valverde en un a?o tan victorioso como dif¨ªcil. Privado del Tour tras la sanci¨®n de dos a?os que le impuso el CONI para participar en toda prueba que se dispute en suelo italiano, Valverde apost¨® por la Vuelta, a la que lleg¨® como claro favorito despu¨¦s de sus triunfos en la Dauphin¨¦, Volta a Catalunya y Vuelta a Burgos. Desde el castigo la espada de Damocles pende sobre su cabeza. El TAS y la UCI tienen la palabra para que la citada sanci¨®n adquiera car¨¢cter universal. "Un desgaste demasiado grande", como dijo el director del Caisse D''Epargne, Eusebio Unzue.
La foto del podio hizo sitio con honores a Samuel S¨¢nchez, el campe¨®n ol¨ªmpico que esta vez hubo de defender la plata con u?as y dientes, y al australiano Cadel Evans, el del inoportuno pinchazo en Monachil, que recuper¨® su lugar en el caj¨®n apartando al italiano Basso en la cronometrada de Toledo.
En el resto de clasificaciones secundarias el Xacobeo Galicia se llev¨® el premio por equipos, el franc¨¦s David Moncouti¨¦ (Cofidis) se enfund¨® el maillot de rey de la monta?a por segundo a?o consecutivo, aparte de la etapa de Sierra Nevada. Alejandro Valverde se llev¨® la general de la combinada y por puntos se impuso el alem¨¢n Andr¨¦ Greipel, que se anot¨® su "triplete".
Galardones entre monumentos en la despedida de una Vuelta que no ofreci¨®, salvo alguna excepci¨®n, motivos para el fomento de la afici¨®n al ciclismo. Etapas interminables, previsibles, falta de grandes batallas entre los favoritos y la ausencia de una estrella que tire del espect¨¢culo, son detalles que han hecho de la presente edici¨®n una carrera ins¨ªpida, que debe llamar a la reflexi¨®n para mantener la ilusi¨®n de un deporte castigado por el dopaje.
En este apartado, y si bien la Vuelta, en principio, no ha arrojado positivos en los controles m¨¦dicos, la lacra se present¨® de manera inesperada. Los positivos de H¨¦ctor Guerra, seleccionado para el Mundial y m¨¢s tarde excluido, e Isidro Nozal antes de la Vuelta a Portugal desviaron la atenci¨®n de la carrera. La lucha por la tolerancia cero que propaga la organizaci¨®n tropieza con noticias que desgastan a¨²n m¨¢s la credibilidad del ciclismo. Y no est¨¢n los tiempos para espantar a los patrocinadores y aficionados.