Y los Lakers, finalmente, no hicieron nada
El mercado se cerr¨® sin movimientos de los angelinos, entre esperanzas confusas para el pr¨®ximo verano y dudas sobre el futuro de LeBron.
Hace unos meses parec¨ªa imposible. Hace unas semanas, improbable. Y en las ¨²ltimas 48 horas hab¨ªa empezado a parecer inevitable: los Lakers no hicieron nada. Apremiados por una muy discreta situaci¨®n (27-26 tras perder esta noche con el campe¨®n, Denver Nuggets) en un Oeste en el que no parecen candidatos de primer nivel, y cercados por una ventana competitiva que se cierra con LeBron James camino de los 40 a?os, dejaron correr el ¨²ltimo d¨ªa de mercado sin mover un dedo. Y afrontar¨¢n lo que queda de temporada con lo que hab¨ªa, que ahora es lo que hay. Salvo que llegue algo a trav¨¦s del mercado de buyouts. Alguna opci¨®n interesante, sin descorchar champ¨¢n, se presentar¨¢, y ya se daba por hecho ayer que habr¨ªa oferta hasta final de temporada para Spencer Dinwiddie, traspasado de los Nets a los Raptors y que en principio ser¨¢ cortado por la franquicia canadiense.
Estos despachos pasmados, con Rob Pelinka a la cabeza, son los mismos que echaron humo hace un a?o cuando los Lakers dieron la vuelta a su temporada, se quitaron de encima el problema Russell Westbrook y rehicieron por el camino una rotaci¨®n (D¡¯Angelo Russell, Jarred Vanderbilt, Rui Hachimura¡) que meti¨® al equipo en playoffs y alarg¨® el viaje hasta una improbable final del Oeste, Ahora, sin embargo, nada.
Primero qued¨® claro que no hab¨ªa inter¨¦s por Zach LaVine, su delicado f¨ªsico y los casi 140 millones que tiene garantizados hasta 2027. Nadie en la NBA lo tuvo, de hecho, as¨ª que el escolta de los Bulls (a la fuerza ahorcan) ha virado definitivamente de estrella (fue all star dos a?os seguidos) a contrato t¨®xico. Despu¨¦s fue aparc¨¢ndose la opci¨®n Dejounte Murray, que firm¨® en verano una extensi¨®n de cuatro a?os y 120 millones que le aseguran 31,6 en la temporada 2027-28. Los Hawks, que caminan sobre sus propios pasos hacia ninguna parte en el Este, quer¨ªan a Austin Reaves y exprimir lo (no demasiado) que pod¨ªan ofrecer los Lakers ahora. Pero en L.A., seguramente con raz¨®n, se dubaba (como en otros despachos de la NBA) del car¨¢cter de Murray y de si su nivel es el suficiente para considerarlo una segunda/tercera estrella (dada la edad y las dudas sobre el futuro de LeBron) en un aspirante con galones.
Sin golpes de efecto, tampoco retoques
A partir de ah¨ª, se plantearon movimientos peque?os, en los m¨¢rgenes (un base suplente, otro p¨ªvot para la rotaci¨®n interior, un alero fuerte defensor, especialmente necesario tras la ¨²ltima lesi¨®n de Vanderbilt¡) pero nada. Los Lakers se quedaron como estatuas, con el equipo al que (con m¨¢s sentido que ¨¦xito) se quiso dar continuidad en verano por lo prometedor que se hab¨ªa acabado considerando su rendimiento en playoffs. El que en diciembre gan¨® el In-Season Tournament¡ y el que parece improbable que pueda competir por el decimoctavo t¨ªtulo de la franquicia.
Por no hacer, los Lakers ni hicieron el peque?o ajuste que les habr¨ªa permitido, moviendo poco m¨¢s de un mill¨®n de d¨®lares de salario, evitar el pellizco que pagar¨¢n este a?o de impuesto de lujo. Lo que ahora es poca cosa pero habr¨ªa ayudado en el futuro al limpiar la cuenta de repetidor que multiplica las penalizaciones de a?os posteriores.
La versi¨®n oficial es que se conf¨ªa en un equipo que ha dado demasiados tumbos por la regular season pero del que se espera que, otra vez, est¨¦ a la altura (y sano) en playoffs. Para los que, por cierto, primero hay que clasificarse. Y que se entienda, claro, con un Darvin Ham al que se le acumulan los esc¨¦pticos y cuyo asiento ha estado ya caliente un par de veces. Y, mirando m¨¢s all¨¢, se vende que se quiere llegar al pr¨®ximo verano con armamento para intentar hacerse con otra estrella. Para ellos, los Lakers volver¨¢n a tener (2024 o 2025, en funci¨®n de la que quieran los Pelicans, 2029 y 2031) tres primeras rondas traspasables (un lujo dadas las apreturas de assets que han seguido al traspaso por Anthony Davis), adem¨¢s de otras tres intercambiables.
Y ahora, todos pendientes de LeBron
Los riesgos son obvios: siempre es peligroso mirar al futuro y no al presente, pero en este caso puede ser letal. Se deja correr, sin soluciones m¨¢gicas, una temporada en la que LeBron y Davis (a diferencia de los secundarios) se han mantenido sanos, el primero ha producido a un ritmo il¨®gico para su edad y el segundo ha rendido a un nivel excelente, firme candidato a Defensor del A?o. Para cuando comience la pr¨®xima temporada, LeBron estar¨¢ cerca de los 40, en su temporada n¨²mero 22 en la NBA¡ y quiz¨¢ en otra parte. Tiene una player option (51,4 millones) a la que podr¨ªa renunciar para elegir destino como agente libre. Y en las ¨²ltimas semanas se ha encargado de sugerir, con esas formas tan suyas y generalmente pasivo-agresivas, que una mudanza era una opci¨®n real, posible. Seguramente, y por ahora, una forma de presionar a los Lakers para que se movieran YA. Pero los Lakers no han hecho ni caso.
LeBron quiere ganar otro anillo, el quinto y seguramente la llave para reventar los debates sobre qui¨¦n es el mejor jugador de todos los tiempos. Quiere jugar con su hijo Bronny, pero tambi¨¦n quiere ser relevante y competir. Al mismo tiempo, ¨¦l y su familia est¨¢n visiblemente felices en L.A., su uni¨®n con la marca Lakers es obviamente provechosa y ya ha comprobado que los angelinos pueden dar la vuelta a una tortilla compleja y ser campeones (en 2020). As¨ª que su futuro es un misterio que ha metido a los Lakers en una pescadilla que se ha mordido la cola hasta la par¨¢lisis: si no hac¨ªan nada, podr¨ªan estar invitando a LeBron a irse; pero si lo hac¨ªan, invertir¨ªan bazas que podr¨ªan necesitar en verano para reformarse en caso de que el alero se marche. Bazas que, adem¨¢s, no parec¨ªan despejar de forma luminosa la hoja de ruta hacia las Finales.
Los pastos del verano no son tan verdes
Otro problema de esa visi¨®n optimista del pr¨®ximo verano es que, a priori, no va a haber tantas estrellas a tiro v¨ªa traspaso. O eso parece, porque en la NBA nunca se sabe. ?Donovan Mitchell? Su prioridad, en caso de que apriete de verdad (estar¨ªa en ¨²ltimo a?o de contrato si se olvida su player option) para estar en el mercado, siempre ha parecido ser Nueva York. ?Trae Young? Est¨¢ por ver qu¨¦ pasa en Atlanta¡ y,de nuevo, si es el jugador capaz de convertir a los Lakers en uno de los tres o cuatro grandes aspirantes al t¨ªtulo. Trae es cliente de Klutch, la agencia del entorno de LeBron James (Rich Paul), se ha sentido damnificado en las dos ¨²ltimas elecciones para el All Star (al de este a?o ha ido como sustituto de lesionados) y desde luego hay s¨ªntomas de que los Hawks se est¨¢n metiendo hasta el cuello en un cambio de ciclo de manual. As¨ª que habr¨¢ rumores, seguro.
Adem¨¢s, tener tres primeras rondas est¨¢ muy bien... pero los Knicks tendr¨¢n nueve, los Nets ocho (son los dos equipos de Nueva York, el gran mercado que hasta ahora m¨¢s ha llamado a Mitchell), los Thunder m¨¢s de diez, los Sixers m¨¢s que los Lakers¡ Si finalmente se monta una puja por una estrella, varios equipos podr¨ªan hacer mejores ofertas, en algunos casos sin despeinarse. Entonces, ya se tendr¨ªa que entrar en otras f¨®rmulas de presi¨®n para buscar un destino concreto y¡ bueno, todo lo dem¨¢s. El caso es que no parece un camino f¨¢cil, desde luego. Y que si desde ah¨ª se baja un escal¨®n en la exigencia del talento que se intente atraer, habr¨¢ que ver tambi¨¦n c¨®mo de grande es el apuro a nivel salarial. Con el nuevo convenio apretando m¨¢s que nunca a los gastadores, m¨¢s vale acertar... de pleno.
?Exist¨ªa de verdad una buena alternativa?
El caso es que, si se mira con un poco de perspectiva, tampoco era cuesti¨®n de moverse por moverse. Hacer lo que fuera con tal de tener algo distinto, nuevo. Sacrificar flexibilidad y recursos para mover la ajuga solo un poquito hacia la zona noble de la Conferencia Oeste. Las estrellas no estaban a tiro, y menos por lo que pod¨ªan ofrecer los Lakers ahora (antes de poder acceder a las tres rondas que s¨ª tendr¨¢n en verano). Austin Reaves se consideraba intocable salvo que se presentara una imprevista operaci¨®n por un jugador de m¨¢ximo nivel. Y D¡¯Angelo Russell, que despu¨¦s de meses se?alado como claramente traspasable no se ha movido en el cierre invernal, ha jugado a un nivel excelente en las ¨²ltimas semanas.
Despu¨¦s de un bache terrible en diciembre, sus n¨²meros se han disparado como ejecutor y generador en ataque, con acierto en el tiro exterior y qu¨ªmica en el pick and roll con Davis. En enero, casi 23 puntos y 6 asistencias por partido por encima del 45% en triples. Es decir, el tipo de jugador a por el que ir¨ªan los Lakers si no lo tuvieran ya en n¨®mina. Con Russell, claro, el problema nunca es el techo, alt¨ªsimo; es el suelo, sus valles (en diciembre, 10 puntos y un 32% en triples); el miedo a que desaparezca (especialmente en los playoffs) con la misma naturalidad con la que entr¨® en crecida cuando parec¨ªa con un pie fuera de L.A.
Si el actual Russell merece una oportunidad y si Hachimura es un buen complemento para partidos importantes en quintetos con LeBron y Davis; Si Reaves funciona de maravilla como escolta/chico para todo en ataque al lado de un base en estado de gracia; Si Gabe Vincent volver¨¢ en alg¨²n momento (se supone) y si Vanderbilt es un defensor de primer nivel que solo necesita salud y continuidad. Son muchos s¨ª, pero es el camino que han seguido los Lakers para acabar decidiendo que era mejor eso, y ver qu¨¦ pasa, que lanzarse a movimientos de nervios y gazapos solo para maquillar el estado de las cosas y, sobre todo, para ver si lo que fuera que pudieran hacer acababa siendo del gusto de LeBron. Parec¨ªa, desde luego, una carrera sin futuro, as¨ª que han optado por quedarse quietos. Y esperar. Primero, para ver c¨®mo acaba la temporada. Despu¨¦s, para saber qu¨¦ hace LeBron James. Y a partir de ah¨ª¡ el futuro, sea cual sea.
LeBron, por cierto, tiene hasta el 29 de junio para decidir sobre su player option. As¨ª que puede llevar su pulso, si la comunicaci¨®n entre las partes no es fluida, hasta m¨¢s all¨¢ del draft. Pero mejor, seguramente, no pensar ahora en las jaquecas que podr¨ªan estar por venir.
¡°No puedes comprar una cosa que no est¨¢ a la venta¡±, asegur¨® un Pelinka a la defensiva despu¨¦s del cierre definitivo del mercado. ¡°Hemos pasado mucho tiempo buscando f¨®rmulas para usar las armas que ten¨ªamos y mejorar el equipo. Pero la opci¨®n ¨®ptima no se ha presentado. En este momento solo ten¨ªan una primera ronda con la que negociar, era nuestro ¨²nico anzuelo importante para salir a pescar. Pero este verano, a la altura del draft, tendremos tres primeras rondas, y creo que eso nos da la posiblidad de hacer algo mucho m¨¢s importante, que cambie de verdad el equipo. Por ahora, hemos hecho lo que hemos podido, ero el mercado es el mercado. Hab¨ªa pocos vendedores y llegado este ¨²ltimo d¨ªa no se han movido jugadores realmente significativos. Hab¨ªa muchos compradores. Pocos vendedores, muchos compradores. Eso implica que los precios se disparan de forma agresiva, as¨ª que a veces no hacer nada es lo mejor que se puede hacer¡±, remat¨® un ejecutivo que se juega mucho en los pr¨®ximos seis meses y que asegur¨® que hab¨ªa hablado con LeBron de todo esto.
Hace un a?o y en situaci¨®n de quiebra, los Lakers acertaron cambi¨¢ndolo todo; este a?o, esperan haberlo hecho qued¨¢ndose petrificados. ?Les llega con lo que tienen? Parece obvio que, para ser aspirantes de los de primer escal¨®n, no. ?Han tirado la temporada? Veremos pero, si es as¨ª, conviene recordar que los errores se cometieron en verano y que la mayor¨ªa de nombres que bailaban por los rumores habr¨ªan hecho poco por arreglarlos. ?Se ha cerrado del todo la ventana de aspiraci¨®n m¨¢xima con LeBron y Davis? Es dif¨ªcil saberlo, pero esta situaci¨®n de par¨¢lisis con el equipo rondando el 50% de victorias lleva, desde luego, a un pensamiento melanc¨®lico, a una sensaci¨®n de tiempo que se va. As¨ª puede que esa as¨ª, como puede que quede otro a?o, uno m¨¢s. O que, sencillamente y por duro que sea pensarlo, esa ventana lleve en realidad cerrada desde que la franquicia (con LeBron James dando saltos de alegr¨ªa, por cierto) se meti¨® en el lastimoso fregado que acabo siendo el traspaso por Russell Westbrook.