Voulgaris: de sus roces con Doncic a comprar el Castell¨®n

Uno de los equipos cl¨¢sicos del f¨²tbol espa?ol est¨¢ de doble enhorabuena. La m¨¢s importante es que este a?o se convierte en centenario. La segunda es que estrenar¨¢, tambi¨¦n, una nueva gerencia. El Club Deportivo Castell¨®n ha presentado este mi¨¦rcoles su organigrama directivo. El grupo que pose¨ªa la mayor¨ªa de las acciones del club, Capital Albinegro, ha vendido las mismas a otro que lidera Bob Voulgaris, un canadiense de 47 a?os. El traspaso de poderes se ha escenificado en una rueda de prensa entre Vicente Montesinos, el presidente saliente, y Bob, una personalidad que viene arrastrando una reputaci¨®n compleja desde su paso por la NBA.

Haralabos Voulgaris viene de una etapa profesional negativa. El periodista Marc Stein asegura que ten¨ªa varias ofertas para seguir ligado al baloncesto, pero el hecho es que se ha pasado al f¨²tbol y aprovechando su fortuna para ejercer como cabeza de un proyecto como el castellonense. Hace cuatro a?os, justo coincidiendo con la llegada a la NBA del genio esloveno Luka Doncic, fue fichado para la parcela directiva de Dallas Mavericks. En la franquicia texana ejerc¨ªa en un puesto por el que era conocido como director de investigaci¨®n cuantitivativa y desarrollo, aunque en realidad era bastante m¨¢s que eso. En los Mavs era un consejero clave del propietario, Mark Cuban.

La historia de la relaci¨®n entre Cuban y Voulgaris tiene varias aristas. Cuban, adem¨¢s de por ser uno de los propietarios m¨¢s histri¨®nicos de la NBA (y por ser veterano, ya que lleva en los Mavericks desde el a?o 2000), es conocido en Estados Unidos por ser uno de los protagonistas del programa televisivo Shark Tank, en los que empresarios de mucho poder compran ideas y productos a peque?os inventores. En esa l¨ªnea de visi¨®n de negocio le ech¨® el ojo a Voulgaris, un reconocido apostante que hab¨ªa desarrollado un manual propio para hacer sus tiradas de juego menos arriesgadas. El mandam¨¢s de los Mavericks quiso aprovechar sus conocimientos matem¨¢ticos para reforzar la parcela de la estad¨ªstica avanzada aplicada al juego, en auge desde la rompedora historia que se cuenta en la pel¨ªcula Moneyball. Bob quedaba fichado para ser el experto en esta parcela de una franquicia que dejaba de lado a su gran leyenda, Dirk Nowitzki, para darle las llaves de la nave a otra estrella en ciernes, Luka Doncic, y el experto canadiense deb¨ªa mantener el buen hacer del equipo en la cancha apoy¨¢ndose en los n¨²meros. Dur¨® hasta 2021, tres a?os, porque su contrato no fue renovado. Sus enormes conocimientos no fueron suficientes para continuar pese a contar con el total apoyo de Cuban. Entre los dos se mezclaron otros factores.

Doncic fue una de las razones principales por las que se dej¨® de contar con Voulgaris en Dallas. La prensa local habl¨® de un par de episodios el¨¦ctricos entre los dos: uno en el que, en el transcurso de una dura derrota del equipo, Luka protest¨® airadamente a los ¨¢rbitros, Bob le pidi¨® con aspavientos que lo dejara y el jugador le grit¨® ¡°no me pidas puta calma¡±; en el otro fue un desplante de Bob con el equipo, abandonar la zona de pista en la que tiene asiento mientras ca¨ªa otra derrota, lo que hizo enfurecer a Luka, que vio c¨®mo se marchaba y se la guard¨®. Fuentes an¨®nimas de la franquicia apuntaban m¨¢s al mal car¨¢cter de Voulgaris que al de Doncic: ¡°No sabe c¨®mo hablar con la gente¡±.

Durante la etapa de Voulgaris en los Mavericks tuvo poder de decisi¨®n a la hora de marcar jugadas para exprimir las cualidades de los jugadores, algo que tambi¨¦n acab¨® con parte de la paciencia del (por aquel entonces) entrenador Rick Carlisle. No s¨®lo se le quer¨ªa para tomar decisiones de mercado, sino para marcar una pauta a la par que el t¨¦cnico principal. Presion¨® para tener jugadas de spread pick-and-roll, por ejemplo, porque sus datos dictaban que dar¨ªa buenos resultados. Era habitual su fricci¨®n con otro pope de la franquicia, Donnie Nelson, que tambi¨¦n est¨¢ fuera de ella.

Voulgaris se hizo famoso en el mundo de las apuestas precisamente por su relaci¨®n con la NBA. En los a?os 90 fundament¨® una parte importante de su fortuna aprovechando el ejemplo de su padre. ?ste, un empresario de Winnipeg que se arruin¨® dos veces gracias al juego, le meti¨® el veneno de las apuestas a Bob en el cuerpo. Pero el hijo mejor¨® al padre. Construy¨® un m¨¦todo basado en n¨²meros que hizo que los bandazos que pegaba su padre, que iba por supersticiones m¨¢s que por un plan establecido previamente, quedaran en un mal recuerdo. El no poder acompa?ar a su progenitor, de ascendencia griega y due?o de una cadena de restaurantes que hab¨ªa llamado como al dio del juego, a las partidas de ¡®black-jack¡¯ en los casinos de Las Vegas porque era menor de edad le hizo centrarse en las apuestas deportivas, de las que sac¨® un r¨¦dito may¨²sculo. Es conocido como uno de los apostante m¨¢s importantes de la NBA a lo largo de la historia de la misma.