NBA | CELTICS 106 - MAVERICKS 88
La consolidaci車n de Jrue, el regalo de Giannis a los Celtics
Los Bucks dijeron adi車s al base para hacerse con Damian Lillard, una apuesta negativa para la franquicia de Milwaukee y clave para el anillo de los Celtics.
Jrue Randall Holiday naci車 en Chatsworth, un distrito de la regi車n del Valle de San Fernando, ubicado en la ciudad de Los ?ngeles, del estado de California. Era un 12 de junio de 1990, siendo el segundo de tres hermanos, todos ellos baloncestistas. Justin naci車 un a?o antes y Aaron, seis despu谷s. La afici車n por el baloncesto empez車 pronto, pero nadie imagin車 que fuera a llegar donde ha llegado. Al Olimpo, a lo m芍s alto de la NBA, la mejor Liga del mundo. Una competici車n en la que el base, 34 a?os despu谷s de su nacimiento (celebr車 su cumplea?os en plenas Finales), se ha consolidado como ese rara avis en el que nadie se fija hasta que lo hace, que todo el mundo minusvalora hasta que lo quiere: el t赤pico jugador clave, esencial, necesario para terminar de conformar un anillo favorito al t赤tulo. Una plantilla neta y completamente ganadora. Un secundario que hace tanto de l赤der como de terciario. Un tit芍n en la sombra que lleva a su equipo a la luz.
Ese ha sido el papel de Jrue, uno que ha sido cambiante y que el base ha aceptado gracias a su capacidad camale車nica. Form車 parte de la plantilla de esos 迆ltimos Sixers competitivos, los que cog赤an las cenizas convertidas en pavesas que Allen Iverson y su alargada sombra hab赤a dejado. Los que lider車 Andre Iguodala, que luego en los Warriors se convirti車 en un perfil similar al que ha tenido Holiday el 迆ltimo lustro. Esos que llevaron a los 迆ltimos Celtics competitivos del big three (Kevin Garnett, Paul Pierce, Ray Allen y un Rajon Rondo que en esos playoffs era mejor que cualquiera de ellos) a siete ag車nicos partidos en semifinales de Conferencia. Esa ronda que sigue siendo el techo de los Sixers desde 2001 (Iverson, Dikembe Murombo, Larry Brown Brown en el banquillo...) y que ni siquiera ese The Process, con Joel Embiid a la cabeza, ha logrado superar. Y lo peor es que no parece que vayan a hacerlo a corto plazo.
Esa es otra historia. Jrue sali車 rumbo a unos Pelicans en los albores de la (mala, y a la larga p谷sima), reconstrucci車n de los Sixers. En Nueva Orleans se cre車 una franquicia que hered車 la historia de los Hornets de la misma ciudad, mientras los Bobcats aceptaban la nomenclatura en Charlotte bajo el cobijo del ala de Michael Jordan y su concatenaci車n de malas decisiones. Holiday estuvo siete temporadas all赤, tutelando la formaci車n de Anthony Davis y haciendo una nueva incursi車n infructuosa, pero emocionante, en los playoffs de 2018. Se pleg車 con una facilidad pasmosa al control de bal車n de Rondo, se hizo un hueco esencial en una plantilla de buenos secundarios (E&Twaun Moore, Nikola Mirotic...) y suplieron la lesi車n de DeMarcus Cousins en el inicio de su particular ca赤da a los infiernos para barrer a los Blazers en primera ronda y robar un partido a uno de los mejores equipos de la historia, esos Warriors que consolidaron esa temporada su dinast赤a con su tercer t赤tulo en sus cuartas Finales. Todas ellas consecutivas.
Incansable, Jrue continu車 en los Pelicans con un comportamiento intachable. El equipo no volvi車 a playoffs, pero el base sigui車 labr芍ndose un nombre. En la 2018-19, hu谷rfano de los compa?eros que hab赤an triunfado la temporada anterior y con el sainete en torno a Anthony Davis planeando sobre la franquicia (en verano recal車 en los Lakers) y el fin del proyecto, se mantuvo impert谷rrito y cuaj車 su mejor temporada a nivel individual: 21,2 puntos, 5 rebotes y 7,7 asistencias. La temporada del coronavirus fue la 迆ltima de una idea que ya se sab赤a acabada. El mercado asomaba, la experiencia amasada por Jrue era un hecho y las posibilidades de jugar en un equipo competitivo asomaban. Los Bucks buscaban la pieza definitiva para dar el salto al anillo. Y George Hill, junto con Eric Bledsoe, eran piezas que pod赤an poner rumbo a otro lugar. As赤 fue.
Del anillo al adi車s
Jrue lleg車 a los Bucks para convertirse en el ancla, en el amuleto perfecto. La luz en la oscuridad. Muchos hab赤an dicho que Giannis Antetokounmpo no pod赤a ganar, pero las tornas cambiaron r芍pidamente. Jrue, que form車 parte del Mejor Quinteto Defensivo de la temporada (algo que ha logrado tres veces en su carrera), se fue a 17,7 puntos en regular season y 16,7 en las Finales, con esa remontada de los Bucks ante los Suns que dio a la franquicia de Milwaukee el anillo prometido, el primero en 50 a?os. Una haza?a con un paso adelante en lo deportivo que tuvo como responsable al fichaje veraniego, a ese ser celestial capaz de aportar en ambos lados de la pista, de no cometer errores y de aparecer en el lanzamiento si fuese necesario. La defensa a Chris Paul y Devin Booker fue clave. Y los momentos ofensivos, tambi谷n: 21 puntos en el tercer asalto, en el inicio de la remontada. Y 27, con 13 asistencias, en un quinto absolutamente incre赤ble.
Los dos a?os posteriores no fueron tan pl芍cidos. Primero, con una derrota en segunda ronda ante los Celtics en siete partidos. Despu谷s, con una eliminaci車n a las primeras de cambio ante los Heat, tras quedar primeros de la Conferencia Este, aceler車 el final de una serie de cambios que provocaron una reconstrucci車n interna que puso patas arriba a la entidad: Mike Budenholzer se fue por la puerta de atr芍s tras ser el hacedor del t赤tulo de dos a?os antes y Giannis dej車 en el aire su renovaci車n con la m赤tica frase de que quer赤a ganar campeonatos, en los Bucks o en cualquier otro sitio. El griego exig赤a otra estrella, una que reforzara la plantilla. Particip車 entre bambalinas en la contrataci車n de Adrian Griffin y luego en su extra?o despido, fichaje de Doc Rivers mediante. Pero hab赤a que sacrificar a alg迆n jugador. Y le toc車 a Jrue.
Un movimiento que acab車 mal... para los Bucks
La franquicia de Milwaukee, con ganas de hacerse con una estrella que permitiera amarrar a Giannis, se lanz車 a por Damian Lillard, que dio por finiquitada su etapa en los Blazers tras toda una era de gestas anotadoras y fracasos en playoffs. El movimiento ya era curioso en un inicio.: una estrella consolidada por un jugador que hab赤a bajado sus prestaciones en la fase final de las dos 迆ltimas temporadas y empezaba a acusar los s赤ntomas de la edad y la acumulaci車n de temporadas en la NBA. Pero todo sali車 mal: los defectos defensivos de Lillard desmadejaron el sistema de juego de un equipo que no sab赤a qu谷 hac赤a en pista y la compenetraci車n y la sensaci車n grupal de las 迆ltimas temporadas, incluido los vaivenes en el banquillo, acabaron machacando la moral de un equipo cuyo final precipitaron las lesiones.
Pero lo peor no fue eso: Jrue ni siquiera hizo las maletas para ir a Oreg車n y quiso esperar. A pesar de su te車rica bajada de nivel, se hab赤a convertido de la noche a la ma?ana en una de las piezas m芍s cotizadas del mercado. El curso anterior hab赤a sumado su segundo All Star diez a?os despu谷s del primero (2013 y 2023) y ten赤a capacidad para defender a casi cualquier jugador exterior, dentro de unos l赤mites. Y esa no se la esperaban los Bucks: cuatro d赤as despu谷s de recalar en los Blazers, el 1 de octubre, fue traspasado a Boston Celtics a cambio de Malcolm Brogdon y Robert Williams III. Un movimiento perfecto, un guante que Brad Stevens recogi車 desde los despachos y una adquisici車n que se un赤a a la de Kristaps Porzingis para que los verdes pasaran de eternos candidatos a m芍ximos favoritos. Algo que se ha confirmado menos de un a?o despu谷s. Es lo que tiene.
La consolidaci車n
Jrue ha vuelto a ser el que era en los Celtics. Con una menor aportaci車n en ataque (12,5 puntos), algo l車gico si tenemos en cuenta el fino equilibrio del reparto de galones en un equipo que ha tenido a ocho jugadores con 8,6 puntos o m芍s, a cinco por encima de la decena y a dos superando la veintena. Pero ha vuelto a ser clave en lo que ha sido un absoluto paseo del orgullo verde: 64 victorias en temporada regular, 80 al final con un extraordinario 16-2 en playoffs, un martillo pil車n absoluto. 4-1 en primera ronda a los Heat, la pesadilla echa a?icos. El mismo resultado contra los Cavs en semifinales de Conferencia. Y dos sweeps incontestables, contra los Pacers en las finales del Este y ante los Mavericks en las Finales de la NBA. De nada vale que hayan jugado contra rivales lesionados o que el nivel haya sido el que haya sido. Un campe車n lo es para siempre. Y los Celtics lo son por segunda vez desde 1986 y por primera en 16 a?os. Casi nada.
Y luego est芍 Jrue, que firm車 una extensi車n al llegar con los verdes de 135 millones en cuatro temporadas, como si en Boston no quisieran cometer el error del que antes pecaron los Bucks. claro: ※No s谷 c車mo los Bucks nos permitieron hacernos con 谷l, pero estoy muy feliz de que le tengamos en nuestro equipo, somos muy afortunados. ?l simplemente hace jugadas ganadoras... Eleva el nivel de todos los dem芍s. en defensa §. Son palabras de Jayson Tatum en los micr車fonos de la TNT tras la conclusi車n del tercer asalto. En el segundo, el base fue el h谷roe con 26 puntos, 11 rebotes y 3 asistencias. El tit芍n sin parang車n que fue el afectado por el primer movimiento que hizo Sam Hinkie en los Sixers para iniciar un proceso que ha acabado con el equipo de Philadelphia en el atolladero y el base haciendo campeones a Bucks y Celtics. Una buena hoja de ruta con el error de fondo de los Sixers, y en las formas de los propios Bucks, que regalaron a su gran rival en el Este a una pieza de incontable valor.
Holiday lleg車 incluso a ser candidato a un MVP de las Finales que acab車 en manos de Jaylen Brown. Y, con el campeonato en el bolsillo, m芍s voces alz芍ndose para reivindicar al jugador y hablar del error de los Bucks, como la de un Draymond Green que siempre tiene opini車n para todo. La cosa es la que es: Giannis potenci車 un movimiento que era l車gico en parte y que su entidad hizo para asegurarse la permanencia del griego, que finalmente renov車. Objetivo cumplido, el resto son todo argumentaciones a posteriori. La jugada sali車 mal en Milwaukee, que se vio inmerso en muchos problemas durante la regular season, pero logr車 que Antetokounmpo se quedara. Pero no sali車 mal por eso, positivo dentro de lo malo. Sino porque el jugador fetiche acab車 en el eterno rival. Y el eterno rival ganando el anillo. A veces, todo sale al rev谷s de como lo ten赤as planeado. Cosas que pasan.
M芍s all芍 de eso, la figura de Holiday es la que acaba absolutamente revindicada. Un jugador totalmente respetado en los vestuarios de forma un芍nime (tres veces ganador del premio al Compa?ero del A?o), del que todo el mundo dice cosas buenas y que forma una pareja, literal y rom芍nticamente, con su mujer Lauren, estando ambos comprometidos de forma total y absoluta con causas sociales que luchan contra el racismo. Un ejercicio de bondad fant芍stica fuera de las pistas y uno impresionante, por parte de Jrue, dentro de ellas. Que pone un nuevo broche de oro a una carrera impresionante, pasando por los Bucks campeones y los Celtics que ya tambi谷n lo son. Un jugador genial, diferencia, que cuanto menos responsabilidades tiene m芍s asume. Que se mueve entre las intangibles y las que no lo son tanto. Que vive y que sue?a por y para hacer las cosas bien. Un perfil anhelado, que brilla y deja brillar. Un t赤o genial.
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