El ¡®caso Sarver¡¯ golpea a la NBA
El due?o de los Suns estar¨¢ un a?o sancionado por actitudes racistas y mis¨®ginas. Un caso similar al de Sterling que la NBA trata distinto.


La NBA es una organizaci¨®n camale¨®nica en lo deportivo, pero unidireccional en lo estructural. Capaz de estar casi siempre a la altura de las circunstancias, de ser consciente de cu¨¢l es la era en la que vive y actuar en consecuencia. Pero de vivir tambi¨¦n de sus contradicciones, incoherencias, incongruencias. De hacer, como megaempresa, lo que le conviene en cada momento y hacer uso de una narrativa determinada en un momento concreto para justificar seg¨²n qu¨¦ decisiones. En 2014, y cuando la incre¨ªble presencia de Adam Silver y su magn¨¦tico discurso llegaron a la mejor Liga del mundo, el esc¨¢ndalo Donald Sterling aflor¨® y el nuevo comisionado actu¨® en consecuencia, y con una actitud implacable y una serenidad extraordinaria ante la opini¨®n p¨²blica, expuls¨® al magnate y due?o de los Clippers y consolid¨® su posici¨®n ante las franquicias y los jugadores.
Han pasado ocho a?os desde la salida de Sterling y ha florecido otro caso: el de Robert Sarver, due?o de los Suns. Solo unos meses despu¨¦s del campeonato de los Bucks, salt¨® un esc¨¢ndalo en el equipo de Arizona, finalista entonces, que pon¨ªa a volver en jaque a la NBA. El propietario fue acusado de comportamientos racistas y mis¨®ginos y se inici¨® una investigaci¨®n que ha concluido con una hist¨®rica sanci¨®n de 10 millones de d¨®lares... y un a?o apartado de sus funciones. Una decisi¨®n bastante contradictoria si tenemos en cuenta que Sterling jam¨¢s volvi¨® a la mejor Liga del mundo y fue denostado hasta la saciedad.
Que la organizaci¨®n estuviera dispuesta a desprenderse de Sterling y no de Sarver por motivos que solo conocen ellos, pero de nuevo demuestra que no se siguen las mismas normas en todas las situaciones. Seg¨²n el comunicado oficial de la NBA, el propietario utiliz¨® hasta cinco veces de forma despectiva la palabra nigga (t¨¦rmino peyorativo racista muy grave dirigida a la gente negra) y ha tenido situaciones de abuso de poder con sus trabajadores y de machismo con sus trabajadoras, especialmente con las embarazadas. Una situaci¨®n por la que no se han pronunciado ni el due?o ni los Suns, que guardan silencio mientras la mayor¨ªa de la comunidad NBA se pronuncia cr¨ªticamente sin pudor.
Sam Amick (The Athletic) ha sido uno de los periodistas que m¨¢s se han indignado con la situaci¨®n y asegura que la situaci¨®n es incomprensible. Tras una revisi¨®n de m¨¢s de un a?o que ha incluido entrevistas con m¨¢s de 320 personas y 80.000 p¨¢ginas, se pone en evidencia la actitud lasciva y el comportamiento mat¨®n de Sarver y, sin embargo, la sanci¨®n no corresponde a lo que dice el informe. Amick compara la situaci¨®n con la de Sterling (el exjugador Jamal Crawford llam¨® al caso Sterling 2.0) y cit¨® situaciones concretas que se conocen de la investigaci¨®n: reprochar a los trabajadores delante de otros, decir a mujeres embarazadas que no pod¨ªan trabajar al ser madres, repetir insultos a pesar de ser advertido previamente de los mismos...
Adam Silver no ha conseguido apaciguar los ¨¢nimos y ha realizado una comparecencia que no ha convencido a nadie. El comisionado, muy lejos de la figura que pretendi¨® ser en el caso Sterling, ha pretendido defender una situaci¨®n que al mismo tiempo ha tildado de ¡°indefendible¡±. Jugadores como LeBron James o Chris Paul (que juega en los Suns) tamib¨¦n se han pronunciado contra la pasividad en el tema de la NBA y han criticado dura y p¨²blicamente, como suele ser habitual en dos personajes de semejante conotaci¨®n social, tanto al due?o de la franquicia de Phoenix como a la competici¨®n norteamericana.
Read through the Sarver stories a few times now. I gotta be honest¡Our league definitely got this wrong.?I don¡¯t need to explain why.?Y¡¯all read the stories and decide for yourself.?I said it before and I¡¯m gonna say it again, there is no place in this league for that kind of
— LeBron James (@KingJames) September 14, 2022
Desde el caso Sterling hasta el caso Sarver, la NBA ha vivido muchas cosas: un aumento del empoderamiento del jugador, la consecuci¨®n de la dinast¨ªa hist¨®rica de los Warriors, nuevas exhibiciones de LeBron James y su extrema longevidad, mayor aperturismo y una pandemia mundial. La competici¨®n norteamericana ha gestionado las cosas como ha podido y resolvi¨® con una burbuja y unas medidas muy estrictas la conclusi¨®n de la temporada 2019-20, en un contexto afectado por los asesinatos racistas perpetrados por la polic¨ªa con el peligroso discurso de Donald Trump, hoy fuera de la Casa Blanca, de fondo. Y una amenaza frustrada de los jugadores de cancelar una temporada que hab¨ªa costado mucho volver a poner en marcha, que s¨ª vino acompa?ada de un discurso pol¨ªtico muy grande que marc¨® semanas tumultuosas que finalizaron con un anillo de los Lakers y el retorno a problemas deportivos que afectaron tambi¨¦n al curso siguiente.
En la competici¨®n norteamericana hubo, igual que con Sterling y Sarver ahora, un doble baremo entonces: apoy¨® a sus jugadores y su lucha contra el racismo, pero hizo lo posible para que no se detuviera la temporada y forz¨® la m¨¢quina hasta que consiguieron que el curso siguiente empezara el 22 de diciembre de 2020 y no el 16 de enero de 2021, d¨ªa de Martin Luther King, el elegido por la NBPA (sindicato de jugadores) para que los equipos tuvieran m¨¢s tiempo de descanso entre una temporada y otra. El objetivo era salvar la lucrativa jornada de Navidad. El resultado, un torrente de lesiones y muchos positivos por coronavirus que afectaron a varias franquicias y provocaron que una parte de los playoffs pareciera desdibujada, con muchas plantillas tocadas y un ganador que emergi¨® por encima de todos: Giannis Antetokounmpo.
La NBA vuelve a entrar en el terreno de las contradicciones y, de igual manera que rema a favor de corriente cuando le conviene, rectifica a la hora de la verdad. La connivencia de la organizaci¨®n con los propietarios es palpable y tener a otro due?o que pueda beneficiarles en el futuro y evitar que el empoderamiento del jugador aumente es positivo para la competici¨®n. En el caso de Sterling, que ya contaba con la animadversi¨®n de la Liga antes de que todo explotara, la situaci¨®n fue de f¨¢cil resoluci¨®n. Con Sarver, la competici¨®n norteamericana se ha puesto de perfil y ha evitado males mayores para ellos optando por una soluci¨®n que, aunque expeditiva e indolora para ellos, no deja de posicionarse a favor de los propietarios ¨¢vidos de poder y dejan a un lado a los trabajadores, ya sean jugadores o empleados de las franquicias. La historia se repite. Pero la NBA, en esta ocasi¨®n, no ha estado a la altura. Y el problema, estructural, parece lejos de resolverse. As¨ª est¨¢n las cosas.