Doncic contra Shai: una batalla por el trono del futuro
La juventud de los Thunder se enfrenta a unos Mavericks que se juegan el proyecto con el mejor Doncic que se ha visto. El duelo generacional ante Shai puede decidir muchas cosas.


El 25 de mayo de 2011, los Mavs avanzaron hacia las segundas Finales de su historia. Hab¨ªan pasado cinco a?os desde la derrota ante los Heat, una muy dolorosa que hab¨ªa alejado a Dirk Nowitzki de un anillo esquivo que parec¨ªa que nunca llegar¨ªa. No fue as¨ª: ese fue el a?o de los texanos, el mejor de su historia. S¨®lo el alem¨¢n y Jason Terry hab¨ªan estado en la eliminatoria de 2006 en la que los Heat arrebataron ese sue?o que ahora parec¨ªa imposible, con Dwayne Wade celestial y Shaquille O¡¯Neal llev¨¢ndose su cuarto t¨ªtulo con Pat Riley en el banquillo. Muchas cosas hab¨ªan cambiado, pero el rival era el mismo. Y la venganza se fragu¨® de una forma ¨®ptima, con un 4-2 inequ¨ªvoco que sentenci¨® el megaproyecto que se hab¨ªa formado en Florida, con LeBron James y Chris Bosh uni¨¦ndose a Wade para redefinir la idea de superequipo y formar un intento de dinast¨ªa que en cuatro temporadas sum¨® dos campeonatos y cuatro Finales. Pero en la primera de ellas cayeron. Y los Mavericks cumplieron su sue?o.
Fueron unos playoffs fant¨¢sticos para el equipo que entonces entrenaba Rick Carlisle, que amarr¨® a la perfecci¨®n un trabajo que Avery Johnson dej¨® a medias cinco temporadas antes. En primera ronda cayeron los Blazers (4-2) en el ¨²ltimo intento del ca¨ªdo Brandon Roy. En semifinales fue el turno de los Lakers de Kobe Bryant y Paul Gasol, que ven¨ªan de ganar dos anillos pero se quedaron sin el three-peat tras ser barridos (4-0) y poner rumbo a la clandestinidad: ellos como franquicia y Phil Jackson como entrenador, un cargo que jam¨¢s ha vuelto a ejercer. Y en las finales de Conferencia esperaba un equipo joven, imberbe, precoz. En una serie que finaliz¨® ese 25 de mayo del que ya hacen casi 13 a?os, pero que tuvo m¨¢s miga de la que refleja el resultado final (4-1). Ning¨²n partido se resolvi¨® por m¨¢s de 10 puntos de diferencia y Nowitzki se tuvo que esperar al m¨¢ximo para liderar a su equipo a la victoria: 32,2 puntos, con casi el 56% en tiros de campo y un 96,7% en tiros libres brutal, 24 de 24 en el duelo inicial y 59 de 61 en total. El camino a las Finales estaba finiquitado y el MVP del alem¨¢n en las mismas, tambi¨¦n. Fue el sue?o cumplido del astro europeo, consolidado entonces como el mejor jugador del Viejo Continente. Una posici¨®n que hoy amenaza m¨¢s de uno.
Luka Doncic est¨¢ en esa lista: un jugador generacional, enorme, que lleg¨® para que los Mavericks repitiera el ¨¦xito que tuvieron entonces. Nowitzki no volvi¨® a pasar una ronda de playoffs y los Thunder tuvieron su venganza al a?o siguiente (4-0). Pero el recuerdo de esa serie se traslada a hoy en d¨ªa, cuando se vuelve a repetir el duelo entre dos franquicias que siempre han estado alejadas del campeonato: una, heredera de los Sonics y con su historia en su curr¨ªculum, representa un mercado peque?o y un proyecto construido como el de ese 2011, a base de rondas del draft. El otro, el de los Mavs, est¨¢ inmerso en la mitad de un reinicio que busca definitivamente la llave del futuro, del dominio. Con un esloveno estelar que est¨¢ en su sexta temporada en la NBA y con, por fin, un secundario de lujo como Kyrie Irving, que representa el ¨²ltimo vestigio del baloncesto del pasado. Es m¨¢s, ni siquiera estaba en activo hace 13 a?os, sino que se encontraba a unos meses de iniciar su andadura en la mejor Liga del mundo. Las cosas cambian y los tiempos tambi¨¦n. Y el fin de una era da paso a la siguiente. Por mucho que Irving haga de puente entre ambas.
La juventud, siempre la juventud
En los presentes playoffs ya no est¨¢n ni LeBron James ni Kevin Durant, miembro de esos Thunder que perdieron contra Nowitzki esa serie. Tampoco los otros dos miembros de un big-three cuya uni¨®n fue ef¨ªmera: James Harden y Russell Westbrook tambi¨¦n han dicho adi¨®s, al igual que Kawhi Leonard, Paul George y esos Clippers que son un proyecto de funcionalidad improbable, y a la larga imposible. Tampoco est¨¢ Stephen Curry ni la dinast¨ªa de los Warriors, que se quedaron por el camino del play-in y no ha logrado ni siquiera alcanzar los playoffs, dejando s¨®lo las cenizas de lo que en su d¨ªa fue uno de los mejores equipos de la historia. Ni Chris Paul, Klay Thompson, Draymond Green. Todos han sido sustituidos en un cambio generacional obvio, tangible, palpable. Y que tiene su m¨¢xima representaci¨®n en la serie entre Mavs y Thunder, l¨ªderes de la Conferencia Oeste por primera vez desde 2013 y segundo equipo m¨¢s precoz de la NBA tras los Spurs. Con la diferencia de que estos han acabado ¨²ltimos.
La plantilla de Oklahoma tiene 23,4 a?os de media; los Thunder de 2011, 23,7. Hay alguna casualidad po¨¦tica m¨¢s, como que Jason Kidd era el base titular de esos Mavericks y hoy en d¨ªa es su entrenador. Aparte de eso, queda todo lo dem¨¢s y un duelo en el estrellato: el de Luka Doncic contra Shai Gilgeous-Alexander. El l¨ªder de un equipo y el del otro. El mes¨ªas de Dallas y el de Oklahoma. El bing y el bang. Dos hombres extraordinarios que est¨¢n entre los tres finalistas al MVP de la temporada. El esloveno ha promediado 33,9 puntos, 9,2 rebotes y 9,8 asistencias, ganando el t¨ªtulo a M¨¢ximo Anotador y sumando su quinto All-Star, a lo que seguro que suma su quinta presencia consecutiva en el Mejor Quinteto. Shai, por su parte, ha explotado de forma notoria, definitiva: 30,1 tantos, 5,5 rechaces y 6,2 pases a canasta, adem¨¢s de 2 robos. El jugador franquicia de una franquicia que, por fin, ha conseguido encontrar su hueco tras a?os de reconstrucci¨®n y rondas de draft acumuladas casi hasta la obsesi¨®n por Sam Presti, el hacedor del proyecto de 2011, el que tambi¨¦n alcanz¨® las Finales de 2012. Y tambi¨¦n de este.
Los Thunder han sido el tercer mejor ataque de la NBA, segundos en porcentaje de tiros de campo, l¨ªderes en porcentaje de triples, terceros en porcentaje de tiros libres, segundos en asistencias y primeros en tapones. Los Mavericks quedaron s¨¦ptimos en puntos por partido, cuartos en porcentaje de tiros de dos y son el cuarto equipo que menos balones pierde de la competici¨®n norteamericana. Dos equipos ofensivos, dependientes hasta cierto punto de sus estrellas, pero tambi¨¦n de una intendencia que va y viene, especialmente en el caso de unos Mavs que son mejores cuanta m¨¢s producci¨®n haya m¨¢s all¨¢ de Doncic y Kyrie. En el caso de OKC esta preocupaci¨®n es menor: siempre da la sensaci¨®n de aparecer alguien que supla un mal partido de otro. Y la precocidad no se ha tornado en inocencia, sino en una energ¨ªa brutal que avasalla a sus rivales sin importar el c¨®mo. Es una cuesti¨®n de fe, de insistencia, lo que mueve a unos Thunder que no tienen nada que perder y s¨ª mucho que ganar. Una combinaci¨®n peligrosa que les convierte en un equipo realmente temible.
La importancia de los otros
Ser¨¢ una eliminatoria a priori igualada, con los Mavs legando con m¨¢s desgaste que unos Thunder que arrollaron en primera ronda a los Pelicans. Los texanos cuentan con la baja indefinida de Maxi Kleber, lesionado en el sexto y definitivo asalto ante los Clippers. A partir de ah¨ª, est¨¢n todos sanos. El duelo en la pintura y las rotaciones de Jason Kidd para empeque?ecer el poder de Chet Holmgren y cortar su capacidad de intimidaci¨®n ser¨¢ una de las claves: ah¨ª estar¨¢n Daniel Gafford, P.J. Washington o el joven rookie Dereck Lively, que se ha vuelto m¨¢s ¨²til desde la segunda unidad y rentabiliza de forma magistral sus minutos. Contra Ivica Zubac sufrieron en las primeras partes, pero al croata se le hac¨ªan largos los partidos. Esto no pasar¨¢ con los Thunder, que van a por cada bal¨®n como si estuvieran pose¨ªdos por un frenes¨ª de emociones contagiosas que se entremezclan hasta conformar un equipo absolutamente temible.
Y luego est¨¢n el resto, con variables constantes que Mark Daigneault (Entrenador del A?o) puede utilizar para poner cuerpos voluminosos que est¨¦n muy encima de Doncic para desgastarlo y llevarlo hasta el l¨ªmite. Luguentz Dort (11 puntos ante los Pelicans, con m¨¢s del 50% en triples) ser¨¢ esencial para eso. Y la aportaci¨®n del resto ser¨¢ crucial: Josh Giddey ha lanzado con un 50% desde el exterior en primera ronda, donde ha promediado 12,5 puntos. Y Jalen Williams se ha convertido en un todoterreno que se ha ido por encima de los 21 tantos y es un segundo hombre para la anotaci¨®n que desatasca el asunto y aprovecha perfectamente las dobles defensas que hay sobre Shai. Un hombre que, por cierto, es m¨¢gico en los finales apretados, no le tiembla el pulso, muestra una madurez impropia de su edad y una frialdad en los momentos calientes que congela hasta la afici¨®n m¨¢s ruidosa.
Y luego est¨¢ Kyrie Irving. Con 32 a?os, es el jugador m¨¢s veterano de la serie junto a un Gordon Hayward (34) que tiene un papel m¨¢s bien residual, m¨¢s centrado en el vestuario que en aportar en pista. Y es el ¨²nico de los 30 jugadores que pueden estar involucrados que sabe lo que es ganar el anillo. Es m¨¢s, el ¨²nico de los equipos de playoffs que conoce tal sensaci¨®n junto a Jrue Holiday (Celtics) y los Nuggets, vigentes campeones. Da la sensaci¨®n de que las opciones de los Mavericks no s¨®lo pasan por Doncic, sino por su escudero, un hombre capaz de decidir un campeonato con un triple sobre Stephen Curry, que ha demostrado un talento tan enorme en pista como desastroso fuera de ella. Pero que est¨¢ centrado, en plena sinton¨ªa con la estrella eslovena y con una intenci¨®n clara y rotunda de redimirse de los esc¨¢ndalos protagonizados en el pasado m¨¢s reciente con su consabido talento.
Kyrie ha promediado 25,6 puntos, 5 rebotes y 5,2 asistencias en regular season. En la primera ronda ante los Clippers, donde se ha encontrado a viejos amigos como James Harden (coincidieron en los Nets), ha logrado 26,5+5,7+4,7, ha lanzado por encima del 50% en tiros de campo y ha rozado el 45% en triples. Ha anotado 20 tantos de media en las segundas mitades. Y en el sexto partido fue el responsable de la separaci¨®n definitiva en el marcador de los Mavericks. Por ah¨ª pasar¨¢n muchas opciones y se decidir¨¢n muchas cosas de cara al resultado final de la serie. Por la intendencia, por el juego interior, el acierto en el triple, el f¨ªsico y el desgaste si hay acumulaci¨®n de partidos en lo que se prev¨¦ que ser¨¢ una eliminatoria larga. Por Irving y su consabido talento, uno enorme, hist¨®ricamente bueno. Y por el duelo generacional que tendr¨¢n Shai Gilgeous-Alexander y Luka Doncic. Un proyecto sin nada que perder y otro que se juega una parte importante de lo que son. Una batalla por el trono del futuro.
.
Sigue el canal de Diario AS en WhatsApp, donde encontrar¨¢s todo el deporte en un solo espacio: la actualidad del d¨ªa, la agenda con la ¨²ltima hora de los eventos deportivos m¨¢s importantes, las im¨¢genes m¨¢s destacadas, la opini¨®n de las mejores firmas de AS, reportajes, v¨ªdeos, y algo de humor de vez en cuando.
Rellene su nombre y apellidos para comentar
Tu opini¨®n se publicar¨¢ con nombres y apellidos