Chris Paul, el bochorno veraniego y el examen de los Suns
En medio del esc¨¢ndalo Sarver, con Crowder apartado y Ayton sin contacto con Monty Williams, los Suns afrontan un a?o clave.
Ser¨ªa dif¨ªcil titular la carrera de Chris Paul si acabara ahora mismo, pero podr¨ªamos especular y decir que no ser¨ªa para nada positivo. El genial base no hace m¨¢s que concatenar un fracaso tras otro y caer cuando es favorito, lo tiene todo a favor o tiene al rival en la lona, tiritando esperando un final que luego es el suyo. Ya sea por lesiones, por errores de los entrenadores o porque no estaba bien acompa?ado, Paul siempre ha sufrido una maldici¨®n de la que es el m¨¢ximo exponente: la de tener unos resultados deportivos nada acordes con tu talento. Pero, eso s¨ª, hace ya mucho que se dejaron de se?alar factores externos y se empez¨® a mirar a la estrella como lo que ha sido en otros momentos en los que no podemos tirar de condicionantes. Al fin y al cabo, su incapacidad para estar a la altura en seg¨²n qu¨¦ circunstancias tambi¨¦n es un factor clave para analizar su falta de ¨¦xitos y, en ¨²ltima instancia, su lugar definitivo en la historia.
Los Suns encaran el curso baloncest¨ªstico 2021-22 en una situaci¨®n llena de incertidumbre. Nadie sabe cu¨¢l ser¨¢ el techo de la franquicia, si son realmente favoritos al t¨ªtulo o si pueden codearse con Warriors y Bucks, los favoritos objetivos al pr¨®ximo anillo. El esc¨¢ndalo de Robert Sarver, due?o (lo ser¨¢ hasta que se deshaga de la entidad, que ya ha puesto en venta) de los Suns, ha salpicado la actualidad y sus comentarios racistas y machistas as¨ª como el trato a sus trabajadoras han hecho saltar las alarmas. Sin embargo, m¨¢s all¨¢ de la inacci¨®n de Adam Silver, del recuerdo del pasado de Donald Sterling y de las protestas de varios jugadores (LeBron James, el propio Chris Paul...), la realidad es que la actualidad deportiva sigue ah¨ª y no es nada halag¨¹e?a para un equipo que mostr¨® una imagen p¨ªrrica, lamentable, en la eliminaci¨®n ante los Mavericks en el s¨¦ptimo partido de las semifinales del Oeste. Hace solo unos meses, pero todav¨ªa escuece: 90-123, un resultado que ya era de 27-57 al descanso.
El equipo de un Monty Williams superado por la situaci¨®n se ha mantenido mudo en el mercado veraniego. Son¨® t¨ªmidamente Kevin Durant, igual que son¨® en todos los recodos de la mejor Liga del mundo, pero la opci¨®n del traspaso era impensable sin Devin Booker y los Suns no quieren deshacerse de su activo m¨¢s valioso, ese que en un mes cumple 26 a?os y es la cara visible y el futuro de la franquicia. Bojan Bogdanovic son¨® con cierto desmayo antes de recalar en los Pistons y lo ¨²nico que se ha hecho es prolongar el contrato de Monty Williams en el banquillo y utilizar a Jae Crowder como chivo expiatorio de la eliminaci¨®n ante los Mavs: la relaci¨®n entre jugador y franquicia es nula y se espera un traspaso inminente. El alero est¨¢ fuera de la din¨¢mica del equipo y solo falta por ver d¨®nde acabar¨¢ y a cambio de qui¨¦n. Y no deja de ser un problema: Crowder, siempre intermitente, era uno de los titulares y su salida deja a Cam Johnson dentro del quinteto inicial... y provoca una gran p¨¦rdida para el banquillo y la segunda unidad. Es decir, la plantilla que queda es, a priori, peor. Mala cosa.
La situaci¨®n de Ayton
Otro de los problemas veraniegos a resolver era el de DeAndre Ayton. Como agente libre restringido, los Suns ten¨ªan la posibilidad de igualar cualquier oferta que el p¨ªvot recibiera para retenerle, pero en caso de no hacerlo el p¨ªvot pondr¨ªa rumbo a un nuevo destino. Contra todo pron¨®stico, en Arizona se igualaron los 133 millones en cuatro temporadas que ofrecieron los Pacers y mantienen en la plantilla a un jugador que puede llegar a ser un problema: promedi¨® menos de 16 puntos y apenas 8 rebotes en la serie ante los Mavs (17+10 en regular season), tuvo problemas defensivos con los interiores abiertos que se aprovechaban de las penetraciones de Luka Doncic y en tres de los partidos de la serie se qued¨® en menos de 23 minutos de juego, adem¨¢s de no ser capaz de crear situaciones ventajosas o no intimidar en la zona.
El problema de Ayton, sin embargo, es mucho mayor: las dudas sobre si es su propia capacidad la limitada o el sistema de Monty Williams el que le impide una mayor producci¨®n (pizarra, jugadas para ¨¦l, pick and roll, situaciones en el poste bajo...), las tensiones con los Suns vienen de lejos y la franquicia no quiso, hace ya m¨¢s de un a?o, prolongar su contrato rookie con una extensi¨®n millonaria que s¨ª recibieron algunos de sus compa?eros de generaci¨®n. Pertenecer adem¨¢s a una camada que incluya a Luka Doncic o Trae Young ha perjudicado al center de cara a la opini¨®n p¨²blica, su entorno no est¨¢ c¨®modo con su papel en la ofensiva y la relaci¨®n de desagrado mutuo que tiene con su entrenador ha pasado de filtrarse a ser uno de los principales centros de debate en redes sociales. Monty Williams no tiene contacto con su jugador desde el s¨¦ptimo partido de las Finales (algo que han reconocido los propios Suns) y el training camp empieza sin que la relaci¨®n entre ambos haya mejorado. De hecho, el distanciamiento ha aumentado. Otra vez, mala cosa.
El papel de Monty Williams, tanto en la situaci¨®n con Ayton como en la de los Suns en general, es cada vez m¨¢s cuestionado. El equipo de Arizona lleg¨® a las Finales de 2021 tras ganar a unos Lakers en cuadro por las lesiones (LeBron James, Anthony Davis...), a unos Nuggets sin Jamal Murray y a unos Clippers sin Kawhi Leonard, y m¨¢s tarde tambi¨¦n sin Paul George. Los condicionantes no valen para el deporte, pero quiz¨¢ los Suns sean un equipo que aprovech¨® unos cruces favorables para llegar lejos en playoffs (los Blazers de 2018 son otro ejemplo) y que luego se quedan por el camino. Quiz¨¢, ni Ayton es tan bueno, ni la intendencia es poderosa, ni Booker est¨¢ bien acompa?ado. Pero lo que s¨ª parece es que Monty Williams mete el piloto autom¨¢tico en temporada regular, consigue victorias gracias al talento de su equipo pero se queda sin soluciones en playoffs y sin capacidad para hacer reaccionar a los suyos en medio de una din¨¢mica negativa. Las Finales ante los Bucks, en las que pierde cuatro partidos seguidos, es un ejemplo. Las derrotas por 27 y 33 puntos en la serie ante los Mavs, otro.
?Qu¨¦ pasa con Chris Paul?
Terminamos como empezamos, hablando de ese base enorm¨¦rrimo, hist¨®rico, legendario, pero que no es capaz de dar ese paso adelante que diferencia a los miembros del Olimpo de las estrellas sin anillo. La siempre corta estirpe de titanes no cuenta todav¨ªa con la presencia de un jugador extraordinario, que enamora, capaz de hacer mejor a sus compa?eros y ser ¨²nico y esencial tanto en ataque como en defensa. ?Por qu¨¦? En resumen, siempre le pasa algo. Pero el algo de antes no es el algo de ahora, y los factores externos, insistimos como en el inicio, han dejado de existir y han dado paso a una manifiesta incapacidad de resolver situaciones cr¨ªticas y dar un paso adelante cuando su equipo m¨¢s lo necesita. En las Finales de 2021 empez¨® bien, tuvo dos actuaciones iniciales fant¨¢sticas, pero se hundi¨® al final y qued¨® muy lejos de un Giannis Antetokoumpo que s¨ª hizo lo necesario para llamar con todas sus fuerzas a las puertas del mencionado Olimpo. Hace unos meses, ante los Mavs, fue todo un desaparecido en combate que intent¨® menos de 7 tiros por partido en los ¨²ltimos cuatro duelos de la serie y que apenas reparti¨® 8 asistencias totales en los dos ¨²ltimos, con 5 p¨¦rdidas y una apat¨ªa impropia del nivel que se le presupone.
En 2008, a los Hornets (David West, Tyson Chandler, Pedja Stojakovic, Byronn Scott en el banquillo) les falt¨® algo de fritura para resolver en Charlotte, ante los Spurs, un s¨¦ptimo partido tras una temporada fant¨¢stica y todo el mundo lo entendi¨®. En 2015, con la mejor plantilla de la historia de los Clippers hasta la llegada de Kawhi Leonard y Paul George (estaban Blake Griffin, DeAndre Jordan...) hay qui¨¦n se?al¨® a Doc Rivers por el 3-1 favorable (con una ventaja en el sexto partido suficiente para el pase) que se desperdici¨® ante los Rockets. Al lado de James Harden, se lesion¨® al final del quinto partido de sus primeras finales de Conferencia y se qued¨® fuera en el sexto y en el s¨¦ptimo. Con los Thunder, el proyecto era otro y cedi¨® ante el propio Harden, con el que acab¨® mal en Houston. Hay que insistir en el argumento: siempre le pasa algo.
Pero con los Suns, lo ¨²nico que le ha pasado ha sido que no ha podido con sus rivales. Y si hay algo que pasa, es el tiempo: el 6 de mayo de 2023, en teor¨ªa en plenos playoffs (ser¨ªa una cat¨¢strofe si los Suns no los disputan), Paul cumplir¨¢ 38 a?os. Sus reflejos, movimientos laterales defensivos y capacidad para anotar no es la misma que antes. Los problemas f¨ªsicos, una t¨®nica durante toda su carrera, se siguen sucediendo. Y cada vez llega m¨¢s fatigado a final de temporada y a los finales de los partidos. Quiz¨¢, solo quiz¨¢, a Chris Paul, un talento hist¨®rico incuestionable, se le haya pasado la oportunidad de ganar el ansiado anillo, ese que todo campe¨®n persigue en alg¨²n momento (o en toda) de su carrera y que no todos, claro, consiguen. Y quiz¨¢, solo quiz¨¢, Chris Paul est¨¦ ante su ¨²ltima gran oportunidad (si es que lo es...) de poner su nombre entre los m¨¢s grandes, olvidar cr¨ªticas y erigirse campe¨®n. Lo que es una certeza y no una posibilidad es que el bueno de Chris Paul es consciente de algo que, antes o despu¨¦s, todo el mundo aprende en la NBA: ganar no es f¨¢cil. Nunca lo es.