As赤 va a ser la nueva NBA
El nuevo convenio introduce modificaciones importantes que se notar芍n en el mercado de fichajes, en la competici車n, en los salarios de los jugadores...
Despu谷s de, siempre es as赤 en estos casos, unas largu赤simas negociaciones, la NBA (es decir: sus franquicias representadas en 迆ltima instancia por el comisionado Adam Silver) y los jugadores (el sindicato: NBPA) llegaron a un acuerdo la noche del viernes para estructura un nuevo convenio colectivo, el marco legal con el que trabajar芍 la competici車n durante los pr車ximos siete a?os. No hicieron falta m芍s pr車rrogas, nuevos plazos. Ninguna de las partes se levant車 de la mesa y rompi車 el actual convenio para forzar la situaci車n, y se lleg車 a un concierto macro al que solo le falta la ratificaci車n definitiva de las dos partes, equipos y jugadores. En condiciones normales, un tr芍mite.
Era lo m芍s l車gico, como ya sucedi車 en la 迆ltima negociaci車n, en los 迆ltimos d赤as de 2016. Aquel convenio entr車 en vigor el 1 de julio de 2017 y ten赤a vigencia hasta el cierre de la temporada 2023-24, pero con cl芍usulas de salidas prematura (opt out) para las dos partes, por lo que lograr un apret車n de manos ya era una prioridad absoluta de la NBA. De todas las partes implicadas, en realidad. La Liga vive una edad de oro en lo econ車mico, y ninguno de los implicados parec赤a con ganas de tensar demasiado la cuerda y acabar ahora con la gallina de los huevos de oro.
El valor medio de las franquicias se acerca a los 3.000 millones de d車lares. Phoenix Suns, uno de los 迆ltimos casos de venta, cost車 401 millones (un r谷cord entonces) en 2004. Despu谷s de un esc芍ndalo por la cultura t車xica en la franquicia y de verse en la pr芍ctica obligado a negociar, Robert Sarver cerr車 el acuerdo de venta en diciembre, a Mat Ishbia, por m芍s de 4.000 millones. En 2014, Marc Lasry y Wesley Edens compraron Milwaukee Bucks por 550 millones. Hace semanas, Lasry vendi車 su parte mayoritaria de la franquicia (solo su parte) por 3.500 millones. Golden State Warriors, el patr車n oro ahora mismo en lo deportivo y lo empresarial, cost車 450 millones en 2010. El grupo comandado por Joe Lacob relanz車 una franquicia que ahora est芍 valorada, despu谷s de la mudanza a San Francisco, en casi 7.000 millones con un aumento de valor de un 25% solo en el 迆ltimo a?o.
En paralelo, El salario medio de los jugadores est芍 en 8,3 millones de d車lares, algo impensable hace no tanto y la cifra m芍s alta de todo el deporte... con diferencia: 5,3 millones en la Indian Premier League de cr赤quet, 4,03 en la MLB, 3,97 en la Premier League brit芍nica, 3,2 en la NFL, 2,6 en la NHL y 2,5 en la Liga espa?ola de f迆tbol. Toda esta bonanza tiene mucho que ver con el crecimiento exponencial de los derechos de televisi車n, en cuya renovaci車n se trabaja y que entrar芍 en vigor en 2025. En 2014 se negoci車 el actual acuerdo, que se estren車 en 2016 con una subida masiva de los salarios de los jugadores, que dependen del Basketball Related Income (BRI), todas las cantidades que se lleva la Liga relacionadas directamente con el juego, los partidos. La NBA pas車 a generar unos 8.000 millones al a?o. Disney (ESPN y ACB) y Turner (TNT) aceptaron pagar 24.000 millones de d車lares por nueve temporadas (2016-25). Hasta entones, Disney pagaba unos 485 millones al a?o y Turner, unos 445. La cifra total pas車 a triplicarse: unos 2.700 millones al a?o entre ambos grupos. Con el nuevo acuerdo que se negocia, la NBA quiere volver a disparar el crecimiento, en ratios incluso m芍s altos esta vez seg迆n algunas de las informaciones (las m芍s optimistas, al menos) que se han filtrado en los 迆ltimos meses.
As赤 que nadie quer赤a romper este momento de bonanza y esta inercia. Adam Silver ha optado como comisionado por un tipo de liderazgo m芍s blando que el de David Stern. Trata siempre de integrar a todas las partes en el negocio y de convertir, en la medida de lo posible, a los jugadores en socios m芍s que en empleados, m芍s aliados que rivales de los equipos y la propia organizaci車n. El sindicato, adem芍s, tiene ahora otra cabeza visible: Tamika Tremaglio, la nueva directora ejecutiva en sustituci車n de Michele Roberts, que fue una l赤der absolutamente valorada, querida y respetada. Por los jugadores, desde luego, y tambi谷n el resto de estamentos de la Liga.
El nuevo convenio se firmar芍 por siete a?os, con cl芍usula de salida para las dos partes despu谷s del sexto, y entrar芍 en vigor ya para la pr車xima temporada, 2023-24. Es decir: hay convenio hasta el verano de 2030 salvo que una de las partes, Liga o jugadores, lo rompa para el cierre del curso 2028-29. Eso, como primera consecuencia obvia, elimina las opciones de lockout, cierre patronal, el fantasma m芍s temido por b芍sicamente todos ahora que las cosas van tan bien en lo econ車mico. El 迆ltimo cierre seguir芍 siendo el previo al curso 2011-12, que redujo a 66 partidos por equipo una temporada que comenz車 el d赤a de Navidad, 25 de diciembre. Eso, en s赤 mismo, es un 谷xito.
As赤 que hay nuevo convenio. Algunos jugadores ya lo han criticado. En sus redes sociales, como Draymond Green, o en los c赤rculos de la NBA hasta el punto de que C.J. McCollum, actual presidente, tuvo que referirse a ello despu谷s de la victoria de sus Pelicans contra los Clippers. El escolta record車 a sus compa?eros de profesi車n que tienen su tel谷fono y que el sindicato celebrar赤a que todos fueran m芍s proactivos en el proceso de negociaci車n y toma de decisiones. Un nuevo convenio implica unas nuevas reglas del juego, el marco que regir芍 la NBA durante los pr車ximos a?os en una serie de acuerdos que influir芍n en todo lo que sucede en pista, que es lo que finalmente importa a los aficionados. Estos son los principales puntos de esta nueva norma, la NBA que viene para los pr車ximos siete (seis como m赤nimo) a?os.
Llega el torneo de mitad de temporada
El curso 2023-24 estrenar芍 el torneo secundario, una fijaci車n de Adam Silver durante los 迆ltimos a?os, en formato Copa europea o torneo universitario USA. Silver, como sucedi車 con su impulso para promover el play in, quiere eventos, partidos de impacto, puntos de inter谷s. Y esta competici車n, una idea en realidad revolucionaria en los tiempos y la mentalidad de las Ligas estadounidenses, donde hay un gran t赤tulo y un gran campe車n (y nada m芍s: se supone), lleva tiempo avanzando hacia una materializaci車n que acab車 siendo inevitable. Ya est芍 aqu赤.
Este nuevo t赤tulo se decidir芍 en una final a ocho en diciembre, con partidos de eliminaci車n directa en una sede 迆nica para, en principio y a falta de confirmaci車n oficial, semifinales y final. Esos ocho clasificados saldr芍n de partidos de la regular season a los que se dar芍 esa doble significaci車n, v芍lidos para la temporada tradicional y para acceder al torneo invernal. De esa forma se pretende no a?adir partidos al calendario de los jugadores y dar algo m芍s de picante a los que se juegan en ese primer tramo de la temporada que suele ser considerado por el gran p迆blico como descafeinado. Eso s赤, los que jueguen por ese t赤tulo a?adir芍n ese encuentro a los 82 habituales y nadie jugar芍 menos de esa cifra, por lo que por ahora no se afronta uno de los asuntos que ha parecido m芍s peliagudo en los 迆ltimos a?os: el calendario seguir芍 porque el sistema de ingresos actual, por las televisiones (sobre todo las locales) y por tener los pabellones abiertos, no aconseja grandes cambios. Tampoco los habr芍, por ahora, m芍s modestos, aunque se hab赤a hablado de la posibilidad de reducir algunos partidos, incluso hasta los 72 por equipo y sin ning迆n back-to-back (dos partidos en dos noches). La estructura de calendario, sin embargo, se mantendr芍.
Habr芍 motivaci車n econ車mica para esta nueva Copa: el equipo campe車n se llevar芍 medio mill車n de d車lares para repartir entres sus jugadores. Se hab赤a hablado de un mill車n, pero la cantidad ser芍 finalmente la mitad.
M赤nimo para los premios de temporada
Puede ser m芍s cosm谷tica que otra cosa, pero esta es otra de las medidas llamativas. Los jugadores tendr芍n que participar al menos en 65 partidos para poder optar a los principales premios individuales de una temporada. Eso va del MVP a los quintetos All-NBA. Es un obvio intento de combatir el exceso de load management, la tendencia (sobre todo en lo que se refiere a las grandes estrellas) de tomarse cada vez m芍s partidos de descanso para dosificar esfuerzos. Eso perjudica a la visi車n que se tiene de la regular season, a las retransmisiones televisivas, al p迆blico que va a los pabellones y que a veces solo puede ver a ciertos jugadores una vez por curso (dos equipos de distinta conferencia solo se enfrentan dos veces, una en cada cancha).
Esta medida puede dar lugar a situaciones pol谷micas o que se consideren injustas. Y tampoco tendr芍, seguramente, un efecto verdaderamente directo. El 迆ltimo MVP que jug車 los 82 partidos de la temporada fue Kobe Bryant, en 2008. Pero el 迆nico con menos de esos 65 en temporadas de 82 es Bill Walton, que jug車 58 con los Blazers para llevarse el premio en 1978. Le siguen los 71 de Allen Iverson en 2001. El caso de Giannis en 2020 es distinto: jug車 63 partidos pero fue en la temporada limitada por la pandemia (los Bucks jugaron 73).
Para los quintetos de la temporada (primero, segundo y tercero), los All-NBA, hay otro cambio importante: ya no se tendr芍n en cuenta posiciones, se elegir芍n a los quince (cinco, cinco, cinco) mejores sin mirar su lugar en pista.
Otro l赤mite para los m芍s gastadores
Otro de los asuntos espinosos en los 迆ltimos tiempos, m芍s a medida que llegan a la NBA (por su propia bonanza) propietarios con m芍s dinero y ambici車n, radica en los l赤mites de gasto, que son blandos (al contrario que en la NFL). Hay un techo salarial, pero con numerosas excepciones y el impuesto de lujo, por el que un equipo paga dinero por cada d車lar en que excede ese tope. Este ya se endureci車, pero hay franquicias que se escudan en su base social m芍s limitada o su pertenencia a un mercado m芍s peque?o para protestar y asegurar que no hay en esencia igualdad competitiva. Las que m芍s gastan se defienden con el argumento de que se acaba castigando el buen trabajo y la inversi車n y premiando a la mediocridad.
El caso es que el nuevo convenio, para felicidad de esos equipos de mercados m芍s peque?os o menos voluntad inversora, introducir芍 una nueva capa en el impuesto de lujo, un tope que se fijar芍 en principio a partir de los 17,5 millones por encima del propio techo del impuesto. Los equipos que as赤 lo deseen podr芍n seguir superando esas cantidades, pero si pasan ese l赤mite perder芍n otras opciones trascendentales en la construcci車n de plantilla: no podr芍n, sobre todo, usar el contrato de la midlevel excepction (fundamental como eje de la clase media de los equipos, entre los contratos m赤nimos y los de la estrellas). Eso s赤, el castigo se ir芍 escalando a lo largo de varias temporadas para que no afecte de lleno a los que han ido firmando contratos sin saber que se enfrentar赤an a esta nueva medida. Los equipos que superen ese segundo nivel del impuesto tampoco podr芍n usar dinero o enviar picks a siete a?os vista en traspasos o firmar jugadores del mercado de buyouts. Las limitaciones a este sobregasto pueden tener un efecto enorme: solo en las dos 迆ltimas temporadas podr赤an haber hecho que los Nets hubieran preferido no llevarse a James Harden, los Mavs a Kyrie Irving o los Suns a Kevin Durant.
Hay otro asunto importante sobre el salary cap: las subidas de un a?o a otro se limitar芍n al 10% con los porcentajes extra dosificados en los a?os que sean necesarios para no provocar saltos repentinos y antinaturales. En 2016, con la entrada en vigor del revolucionario acuerdo televisivo actual, el cap pas車 en un a?o de 70 a 94,1 millones. Ese verano se firmaron muchos contratos muy inflados de los que los equipos se arrepintieron pronto. Despu谷s, estos gastaron menos en los veranos siguientes. Ahora se pretende que haya menos vaivenes entre agencias libres con la vista puesta en, otra vez, el nuevo contrato televisivo que estar芍 en vigor en 2025.
M芍s margen para los principales contratos
Los l赤mites para las prolongaciones de los jugadores veteranos que ya han atr芍s la extensi車n del contrato rookie aumentan: se va a pasar del actual 120% al 140% del salario anterior como punto de partida de la extensi車n. Es una forma de intentar que los jugadores firmen extensiones con sus franquicias y tengan menos alicientes para salir al mercado. El caso de Jaylen Brown, uno de los que en la situaci車n actual iba a sacar m芍s beneficio yendo al mercado, deja claro lo beneficioso que es para los dos partes si estas quieren entenderse: ahora los Celtics pod赤an ofrecerle en la extensi車n de cuatro a?os unos 189 millones cuando en el actual convenio se quedaban en poco m芍s de 160. Con el nuevo convenio, adem芍s, el contrato superm芍ximo (si entra en los quintetos All-NBA) se ir芍 a cinco a?os y 290 millones.
El citado BRI (Basketball Related Income) del que se reparten el dinero franquicias y jugadores, incluir芍 gracias al nuevo convenio lo obtenido por las licencias de los nombres de la Liga y sus equipos (en videojuegos, por ejemplo). Es otra inyecci車n para el salary cap, porque esa cantidad correspondiente a las licencias se cree que llegar芍 a los 160 millones de d車lares en la temporada 2023-24.
El &one-and-done* no desaparece
Un cambio que pareci車 cantado pero que se ha quedado en el camino. Todo apuntaba a que este convenio eliminar赤a el one-and-done, la regla de eligibidad que impide, b芍sicamente, que los jugadores puedan ir directamente del instituto a la NBA: para que un jugador pueda ser drafteado tiene que haber cumplido 19 a?os en el a?o natural (de calendario) de ese draft o tiene que haber pasado un a?o desde la graduaci車n en el instituto. Eso se mantendr芍, aunque Adam Silver lleg車 a reconocer en 2108 que la NBA trabajaba para volver a eliminar estas premisas. Esta regla se introdujo en 2006 despu谷s de que en 1995 se permitiera draftear directamente del instituto. As赤 sucedi車 con Kevin Garnett, Kobe Bryant, LeBron James, Dwight Howard....
Sin embargo, el entorno de los jugadores en la rampa de llegada a la NBA est芍 cambiando de forma notable. En gran parte, con las posibilidades que ahora ofrecen la G League, Overtime Elite e incluso algunas Ligas profesionales fuera de Estados Unidos. Adem芍s, los universitarios tienen acceso a los acuerdos NIL (Name, Image, Likeness) que les permiten reciben compensaci車n por acuerdos relaciones con su imagen y lo que generan como jugadores de la NCAA, un enorme negocio en el que no se pagan salarios a los grandes protagonistas. Llegado el momento, ni las franquicias ten赤an prisa por draftear a chicos directamente del instituto ni el sindicato quer赤a empujar en ese sentido, toda vez que priorizaba la seguridad laboral de sus veteranos.
Marihuana, apuestas, inversiones
Cambios importantes y pol谷micos. Los jugadores podr芍n invertir en franquicias tanto de la NBA como de la WNBA. Y tambi谷n podr芍n invertir y participar activamente en la promoci車n de negocios relacionados con el cannabis y las apuestas. La marihuana, adem芍s, sale del programa de test de control de sustancias prohibidas de forma oficial, aunque oficiosamente lleva fuera desde la temporada 2019-20.
Las inversiones en equipos (algo que en lo que la NBA va ser pionera en lo que respecta a los jugadores) se har芍n a trav谷s de una firma de capital inversi車n seleccionada por el sindicato. Los acuerdos publicitarios y de promoci車n con casas de apuestas no deben estar relacionados con la actividad de apostar en s赤. Pero en todo caso no deja de ser uno de los puntos m芍s pol谷micos del nuevo convenio, por abrir la puerta a un v赤nculo m芍s estrecho y oficial entre jugadores y empresas de este complicado negocio.
Otro contrato &two-way*
A partir de ahora, los equipos podr芍n tener tres en vez dos contratos de tipo two-way, un h赤brido entre G League y NBA cuya implementaci車n se ha considerado un 谷xito. Aparecieron en 2017 como una forma de ayudar al desarrollo de jugadores j車venes sin necesidad de ocupar las plazas fijas de la rotaci車n y con escalas entre el equipo NBA y el afiliado en G League. Desde ese nivel llegaron y se asentaron en la NBA con mucho 谷xito jugadores como Alex Caruso y Austin Reaves (Lakers), Duncan Robinson y Max Strus (Heat), Jose Alvarado (Pelicans) o Lu Dort (Thunder).