Rudy y Chacho, el adi¨®s de dos genios

Despu¨¦s de ganar tanto y de asistir con una mueca de admiraci¨®n y mucha emoci¨®n a sus gestas, la mejor generaci¨®n de la historia del baloncesto espa?ol ha abandonado para siempre las canchas. El adi¨®s de Sergio Rodr¨ªguez (Santa Cruz de Tenerife, 1986) y Rudy Fern¨¢ndez (Palma de Mallorca, 1985) el pasado verano, tras sendas carreras de leyenda que avanzaron paralelamente e incluso fueron de la mano durante muchas temporadas, ha dejado sin representaci¨®n en activo a aquella Selecci¨®n espa?ola campeona del mundo, por primera vez, en Jap¨®n 2006. Sus conquistas son ya historia de la canasta y entregarles con honor el Premio AS Trayectoria, casi una obligaci¨®n.

El goteo de despedidas ha sido incesante en los ¨²ltimos a?os, pero resist¨ªan los j¨®venes de aquel oro en Saitama. Coleaban. El pasado enero confirm¨® su retirada Marc Gasol, aunque su ¨²ltimo partido hab¨ªa sido ocho meses antes. As¨ª que los ¨²nicos que continuaban haciendo diabluras sobre la cancha eran Rudy y el Chacho, cada vez m¨¢s cerca de los 40 a?os. Lejos de aquellos ni?os que fueron, de los que cambiaron el devenir de la semifinal del Mundial ante ?Argentina con su efervescencia; pero a¨²n ¨²tiles, mucho, incluso decisivos en el Real Madrid.

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El alero confirm¨® su marcha por adelantado el 4 de abril, el d¨ªa que cumpl¨ªa 39 a?os y de forma algo espont¨¢nea. As¨ª pudo recibir el homenaje de los aficionados y de la gente del baloncesto en cada cita que afront¨® hasta el 2 de agosto: adi¨®s en la Final Four de la Euroliga, en la ACB levantando la Liga, en los Juegos de Par¨ªs con su sexta presencia ol¨ªmpica y su ¨²ltima actuaci¨®n tras perder con Canad¨¢, donde se roz¨® la proeza. Y pudo, igualmente, recibir una de las despedidas m¨¢s emotivas y naturales, por no estar en absoluto preparada, de la historia de nuestro baloncesto. La leyenda de Rudy a¨²n cabalga, titulamos en AS tras su soberbia demostraci¨®n de talento que puso el 2-0 en la final liguera, ante el UCAM Murcia, para encarrilar el t¨ªtulo con 14 puntos (8 en el ¨²ltimo cuarto) en 14 minutos. La grada se puso en pie de manera instintiva a un minuto y medio de que sonara la bocina, en la que iba a ser su ¨²ltima presencia ante la hinchada madridista en el WiZink Center, y le tribut¨® la mayor ovaci¨®n que se recuerda por pasi¨®n y duraci¨®n. Una que se alarg¨® durante un cuarto de hora, varios minutos despu¨¦s de acabar el encuentro, que termin¨® con Rudy en el banquillo y entre l¨¢grimas. No era el ¨²nico que lloraba. A muchos aficionados les embarg¨® la emoci¨®n con la misma intensidad, lo hab¨ªan pasado tan bien con ¨¦l en los ¨²ltimos 13 a?os que se rompieron sobrecogidos por una mezcla de sensaci¨®n de p¨¦rdida y agradecimiento. ¡°Contigo cambiamos el rumbo. Gracias por tanto, Rudy¡±, se pod¨ªa leer en una gran pancarta desplegada en el coliseo blanco.

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Y a su lado, Sergio Rodriguez, que se marchaba igualmente, aunque ¨¦l lo llevaba por dentro, no hab¨ªa dicho nada. Se fue de manera sobria, levantando con timidez el trofeo de Liga junto con Rudy, casi sin quererlo, un 12 de junio, el d¨ªa de su cumplea?os. Celebraba 38 y acababa de completar su ¨²ltima funci¨®n. Una semana despu¨¦s oficializaba el adi¨®s. Ha transcurrido casi medio a?o y los reconocimientos se suceden todav¨ªa, aqu¨ª y en el extranjero, como cuando el Olimpia Mil¨¢n le incluy¨® en su Hall of Fame por haber devuelto la ilusi¨®n al club, por su magia y su talante, por ser como es. Driblar el cari?o de la hinchada, de lo que la gente sinti¨® al verle en acci¨®n en 20 a?os de carrera, iba a ser imposible, anunciara cuando anunciara su final.

Conexi¨®n personal

Que Sergio Rodr¨ªguez y Rudy Fern¨¢ndez digan adi¨®s de manera simult¨¢nea y reciban a la vez este Premio AS es un gui?o del destino, de un camino que comenzaron cada uno por su lado y concluyeron juntos, de la mano. Rudy, que naci¨® 14 meses antes, debut¨® en la ¨¦lite con el Joventut en un duelo frente al Madrid en 2002, tres d¨ªas despu¨¦s de celebrar los 17 a?os. Y el Chacho lo hizo al d¨ªa siguiente de su 18 cumplea?os, en su caso, con el Estudiantes ante el Bar?a en la final liguera de 2004. Unir¨ªan fuerzas por primera vez en la Selecci¨®n, en el Eurobasket de 2005, y la romper¨ªan ante Argentina en el Saitama Super Arena en el Mundial del a?o siguiente. Su determinaci¨®n, velocidad, frescura, calidad y acierto permitieron a Espa?a remontar para salir de una situaci¨®n muy delicada. Triunfo ag¨®nico con lesi¨®n de Pau ?Gasol incluida y actuaci¨®n colectiva apabullante en la final contra Grecia. Era el primer gran oro de la Selecci¨®n absoluta masculina.

La NBA les aguardaba. En ese mismo verano de 2006, el Chacho aterriz¨® en Portland, ten¨ªa apenas 20 a?os, y en 2008 sigui¨® sus pasos Rudy, a los Blazers tambi¨¦n. All¨ª hicieron pareja y conectaron algunos de sus caracter¨ªsticos alley-oops. Para cuando se volvieron a reunir en la Selecci¨®n, en los Juegos de 2012 (Sergio estuvo cuatro veranos fuera de las convocatorias internacionales), Am¨¦rica era pasado y afrontaban un nuevo desaf¨ªo: devolverle la gloria al Madrid, recuperar el viejo trono de Europa, algo que consiguieron en 2015 espoleados por el Lasismo. ¡°Son much¨ªsimos a?os vestido con esta camiseta, con este escudo. Personalmente, la mejor decisi¨®n deportiva de mi vida fue juntarme con el Madrid y creo que el trabajo que he hecho todos estos a?os ha merecido la pena¡±, cont¨® Rudy en su adi¨®s, y a?ad¨ªa: ¡°Este club no solo cambi¨® el rumbo de mi carrera, sino que cambi¨® mi vida. Me lo ha dado todo y espero haber devuelto, al ?menos, una parte de lo que he recibido¡±.

Sergio deseaba retirarse ¡°estando bien f¨ªsicamente y ganando el ¨²ltimo partido¡±. ¡°Y la vida me ofreci¨® ese regalo. El final de mi carrera es un sue?o y m¨¢s tras lograr en las dos ¨²ltimas temporadas cinco t¨ªtulos, entre ellos la hist¨®rica Euroliga de Kaunas¡±. Un camino en el que se cumplieron sus anhelos de la infancia: ¡°Hice realidad mis sue?os de ni?o y viv¨ª las emociones que entonces imaginaba y que parec¨ªan inalcanzables. Me he divertido desde el primer minuto¡±.

La retirada de ambos rompe la vieja guardia vikinga (se hab¨ªa ido antes Felipe Reyes; ya solo queda en acci¨®n Sergio Llull). Entre los dos agruparon 1.334 partidos y 43 t¨ªtulos de blanco, aunque suman m¨¢s en su carrera. Rudy gan¨® sus tres primeros trofeos con el Joventut y el Chacho, siete con el CSKA de Mosc¨² y el Armani Mil¨¢n entre su primera y ¨²ltima etapa merengue. En la ?Selecci¨®n, la trayectoria de Sergio fue magn¨ªfica (154 internacionalidades y 7 medallas); la de Rudy, insuperable, en la cima de todo: 11 metales, seis de oro (dos Mundiales y cuatro Eurobasket), y 266 partidos, m¨¢s que Navarro, Epi, Reyes¡­ m¨¢s que nadie. Dos genios que se van; nos lo dieron todo.