El Movistar Estudiantes no puede con los ¡®grandes¡¯
Los colegiales se han visto incapaces de doblegar al Palencia, Andorra y Lleida, sus rivales directos para ascender a la Liga Endesa esta campa?a.
Hay derrotas y derrotas. Partidos en los que pierdes por un mero accidente y otros que ponen de manifiesto que faltan kilos para medirte de t¨² a t¨² con un p¨²gil de tu mismo pesaje. Los segundos son los que hacen saltar las alarmas si tu misi¨®n es ascender de la LEB Oro a la Liga Endesa. Y en el Movistar Estudiantes el sonido de peligro ya ha saltado en m¨²ltiples ocasiones, a pesar de que el balance clasificatorio es parejo al de la temporada pasada (11-4 ahora y 12-3 antes) al claudicar en las primeras 15 jornadas frente al IGC Lledia (96-66), el MoraBanc Andorra (72-79) y el Zunder Palencia (73-83). Contra los dos ¨²ltimos, adem¨¢s, con el dolor de haber claudicado en casa, en un WiZink Center que suma tantas afrentas ahora como en todo el curso pasado.
Los ramire?os presentan a estas alturas de la temporada un inquietante balance de 1-4 frente a los actuales primeros clasificados de la competici¨®n: los tres conjuntos mencionados anteriormente m¨¢s el HLA Alicante, en sexta posici¨®n, y cuya derrota se puede clasificar como de ¡®accidente¡¯: duelo controlado que se escap¨® por la m¨ªnima (89-85) en los instantes finales. Solo contra el UEMC Valladolid, quinto, se acab¨® con triunfo. Una problem¨¢tica que no es nueva para el Estu en su estancia en Segunda. La pasada temporada, el balance contra los grandes fue de 2-6 en fase regular, sin ning¨²n asalto efectivo al fort¨ªn rival: Girona (1-1), Granada (0-2), Lleida (1-1) y Palencia (0-2).
Pero m¨¢s all¨¢ del simple suma y resta, el escalofri¨® recorre la espina dorsal de los estudiantiles por el c¨®mo se han producido estas derrotas. Porque el Movistar ha dado muestras de inferioridad, de incapacidad de imponer su ritmo y estilo de juego durante 40 minutos: el juego desplegado en el tr¨ªo de derrotas hasta la primera mitad fue digno siempre y bueno y, en ocasiones, avasallador ante Andorra y Palencia. Sin embargo, el paso del tiempo, las correcciones sobre la marcha del rival, la bajada de intensidad propia y las desconexiones en pista provocaron que los colegiales se encogieran y se vieran d¨¦biles e inferiores.
Kevin Larsen
Ca¨ªdas en picado que vienen de la mano de la ca¨ªda de Kevin Larsen. El p¨ªvot (29 a?os y 2,08 m) es la referencia ofensiva de los madrile?os con 14,9 puntos (5? en LEB) y 18,3 de valoraci¨®n (4?) de media. Un rendimiento maravilloso que, con el avance de los duelo, se hace m¨¢s importantes, pero que choca con una bajada f¨ªsica. El dan¨¦s es un ¡®center¡¯ grande, pesado, que se pasa todos los ataques bloqueando, luchando de espaldas al aro con sus pares para generar ventajas o sus propios puntos (en ocasiones con una cierta obcecaci¨®n). Un esfuerzo herc¨²leo que al final le pasa factura a ¨¦l y, por pura ley de la naturaleza, al resto de sus compa?eros si ninguno coge el testigo.
El juego en est¨¢tico
Pero no es el ¨²nico mal. Jugadores claves como Mark Hughes todav¨ªa no han dado ese paso adelante en importancia que se le requiere y la salida a pista de la segunda unidad da como resultado un descenso de los principales argumentos del equipo: defensa y velocidad. Y cuando el ritmo se para, el est¨¢tico entra en acci¨®n. Y no es una alegr¨ªa. Poco movimiento de los jugadores sin bal¨®n y mucha dependencia de Larsen. Los carretones para el lanzador pierden agilidad con el paso de los minutos y la acci¨®n individual sale relucir, pero sin bloqueos, sin generar ventajas. Un recurso muchas veces por cortocircuito que es un grito de auxilio y que deja en evidencia la estructura de una plantilla creada para imprimir un ritmo alto de juego.
Un abanico de opciones que frente a los cocos es escaso y que acent¨²a cuando alguno de los actores azules est¨¢ en el dique seco. La ausencia de Atencia por una lesi¨®n en el tend¨®n directo del recto anterior del cu¨¢driceps derecho frente al Palencia se not¨® al dejar como ¨²nico base a Leimanis. Sola hizo de recambio y la fluidez del equipo se resinti¨®. Si el parte del colombiano da para largo, un recambio temporal y de garant¨ªas se har¨ªa m¨¢s que necesario. Jawara estuvo cuatro duelos de baja y Demetrio, cinco, aunque solo contra el Zunder se le not¨® realmente recuperado. Problemas, males o simples d¨¦cimas de fiebre que medir¨¢ este s¨¢bado el Hereda San Pablo Burgos en el Coliseum, otro enemigo de post¨ªn que calibrar¨¢n de nuevo las opciones del Estudiantes en esta LEB Oro que no espera a nadie.