?Por qu¨¦ Wembanyama se ha apartado de la Euroliga?
Va a ser n¨²mero 1 del draft y se habla de un jugador hist¨®rico, generacional. Pero Wembanyama ha elegido dejar el ASVEL.
A estas alturas, hay que darlo por hecho, todo el mundo sabe qui¨¦n es Victor Wembanyama. Demonios, seguramente todo el mundo sepa ya hasta escribirlo en Estados Unidos, meses antes de su llegada a la NBA. Con Giannis Antetokounmpo cost¨® un poco, en parte porque hab¨ªa atajo (Giannis, a secas). Pero, ahora, todo el mundo escribe bien ese apellido evolucionado del nigeriano (Adetokunbo) al griego. Por la cuenta que les trae.
Giannis, precisamente, ha sido un unicornio de primera categor¨ªa: la denominaci¨®n ya requetesobada con la que hace unos a?os se empez¨® a definir a un nuevo perfil de jugadores hasta hace no mucho imposibles por su combinaci¨®n de facultades f¨ªsicas y cualidades t¨¦cnicas. As¨ª que, seguramente, ¨¦l reconocer¨¢ r¨¢pido a otro de lo suyos cuando lo tenga delante. Pero el griego, del que se puede discutir con argumentos leg¨ªtimos si es ahora mismo el mejor jugador de baloncesto del mundo, fue m¨¢s all¨¢ y dijo que Wembanyama (ya Wemby para los angloparlantes m¨¢s perezosos) era otro cosa, el jugador del futuro: ¡°dentro de muchos a?os todos los jugadores ser¨¢n como ¨¦l, pero tenemos que prepararnos para su llegada ahora¡±. Suena a nave nodriza aterrizando, y LeBron James tambi¨¦n fue por ah¨ª: ¡°?Unicornio? Es m¨¢s bien una alien¨ªgena. ?C¨®mo puede alguien de ese tama?o moverse con esa gracilidad?¡±. Richard Jefferson, ilustre exjugador y ahora personalidad televisiva, fue campe¨®n con los Cavs del propio LeBron, y tambi¨¦n lo tiene claro: ¡°Si este t¨ªo hubiera llegado en 2003, LeBron habr¨ªa sido n¨²mero 2 del draft¡±.
En los despachos la cosa tambi¨¦n est¨¢ caliente: un ejecutivo le dijo a Adrian Wojnarowski, el pope de la informaci¨®n NBA, que la franquicia que le de a Wembanyama un cantad¨ªsimo n¨²mero 1 del draft sumar¨¢ a su valor, antes incluso de que el chico debute, 500 millones de d¨®lares. Este periodista habl¨® del ¡°mayor proyecto de estrella en toda la historia de los draft¡± y de ¡°una carrera nunca vista por hacerse con ¨¦l¡±. Se refiere al tanking, perder muchos partidos para abrazar m¨¢s opciones de hacerse con el n¨²mero 1 del draft en la loter¨ªa que, con opciones ponderadas seg¨²n los resultados deportivos de la temporada anterior (cuantas m¨¢s derrotas, m¨¢s posibilidades de acabar en las primeras posiciones), decide el orden de selecci¨®n. Es decir, Wembanyama est¨¢ afectando ya a la NBA antes de su llegada. Casi un a?o antes. El comisionado Adam Silver se desvive en pedir responsabilidad en el tanking, sin circos ni constante debate p¨²blico y medi¨¢tico. No quiere que el producto de futuro da?e al del presente, y hasta deja caer el globo sonda de los descensos, algo que en todo caso no va a suceder.
Una estrat¨¦gica gira promocional por EE UU
El n¨²mero 1 est¨¢ tan decicido que muchos ejecutivos ped¨ªan al agente del chico, Bouna Ndiaye (un personaje muy importante en el actual baloncesto franc¨¦s) que este no jugara m¨¢s. Que se dedicara a prepararse y cuidar su cuerpo, que su siguiente partido fuera ya en la NBA. Ya hab¨ªan visto lo suficiente, ya sab¨ªan lo que hab¨ªa que saber: no hab¨ªa opciones ni de n¨²mero 2. Para terminar de cebar a las franquicias y a la opini¨®n p¨²blica en EE UU, Wembanyama viaj¨® con su club (Metropolitans 92) para jugar dos partidos amistosos, en plena pretemporada y en Las Vegas, contra el equipo de Scoot Henderson, el base que tambi¨¦n apunta a s¨²per estrella y que va como un tiro hacia el n¨²mero 2 del draft (¡±si yo no hubiera existido, ser¨ªa el n¨²mero 1¡å, dijo Wembanyama). Contra ese Ignite de la G League (la NCAA est¨¢ totalmente fuera de este baile medi¨¢tico, y supone un buen escarnio), Wembanyama firm¨® en el primer partido 37 puntos, 5 tapones y 7 triples. En el segundo, 36 puntos, 11 rebotes, 4 asistencias y 4 tapones. Con un 50% en tiros de campo y un 50% en triples 9/18. Con, claro, este es el quid de la cuesti¨®n, el punto al que quer¨ªamos llegar pero el que todo el mundo conoce ya, 18 a?os (no cumplir¨¢ 19 hasta enero), 2,20 de altura, 2,31 de envergadura y unos movimientos de base con tiro de alero y envergadura de p¨ªvot. El t¨¦rmino jugador total se ha usado muchas veces, pero parece a punto de redefinido.
Ah, Wemby tambi¨¦n pesa solo 95 kilos, es ahora mismo un junco que combina esa gracilidad imposible que bien explica LeBron con una constante sensaci¨®n de fragilidad, una presencia inacabable pero liviana, que no parece pensada para la pelea (grind) de esas fases regulares maratonianas de la NBA: 82 partidos en seis meses, tres o cuatro por semana con viajes constantes de punta a punta de un pa¨ªs que es en realidad un continente. Ese es el peligro, la ¨²nica luz roja de alarma. Pero es una parte importante de esta historia, claro.
Wembanyama el chico de Le Chesnay, un suburbio a menos de 20 kil¨®metros de Par¨ªs en direcci¨®n oeste, jugaba en el Nanterre 92 y de ah¨ª pas¨®, en 2021, al ASVEL que preside Tony Parker, el mejor jugador franc¨¦s de la historia y una leyenda de la NBA: cuatro veces campe¨®n (un MVP de Finales) con San Antonio Spurs, precisamente uno de los equipos en plena reconstrucci¨®n y que m¨¢s inter¨¦s y opciones reales tiene de llevarse el n¨²mero 1 del draft. Hay una conexi¨®n ah¨ª obvia que, adem¨¢s, acaba en Gregg Popovich, uno de los mejores entrenadores de la historia y un sue?o, seguramente, para cualquier promesa que piense en aterrizar en la NBA con unas posibilidades inacabables¡ y la presi¨®n de unas expectativas descomunales.
Una nueva ruta, con bofetada para la Euroliga
Pero Wembanyama, aunque Parker lo pele¨® de todas las formas que pudo (intenta construir un ASVEL de primer nivel tras asentarlo en la Euroliga), aprovech¨® una cl¨¢usula de salida en su contrato de tres a?os y se fue al Metropolitans 92, un equipo del ¨¢rea metropolitana de Par¨ªs que es de inversi¨®n totalmente p¨²blica y cuyo futuro a medio plazo est¨¢ seriamente cuestionado, pronto (o eso parec¨ªa) sin pabell¨®n y con el presupuesto recortado al m¨ªnimo. La Euroliga perdi¨® as¨ª un enorme reclamo para venderse al otro lado del Atl¨¢ntico, algo que sigue sin ser capaz de hacer. Despu¨¦s de los partidos en Las Vegas, parece claro que cada minuto de Wembanyama en la competici¨®n europea habr¨ªa sido un caramelo, cada highlight una sensaci¨®n. Pero no, la nueva Euroliga de Dejan Bodiroga y Marshall Glickman tampoco pudo hacer nada. El mayor proyecto de estrella de la historia decidi¨® no competir contra los mejores de Europa y apartarse de los focos todo lo posible. Ni siquiera busc¨® el segundo nivel con ese Paris Basketball que anda metido en Eurocup y que, adem¨¢s, ha formado al n¨²mero 46 del ¨²ltimo draft, Ismael Kamagate.
As¨ª que la pregunta es obvia: ?Por qu¨¦ Wembanyama, en el que sabe que ser¨¢ su ¨²ltimo a?o en Europa, renuncia a la Euroliga, su principal competici¨®n?
Es obvio que se puede hablar de poca ambici¨®n deportiva (?solo en el corto plazo?). De que ya no queda, en este tipo de chicos que dirigen as¨ª sus carreras desde tan j¨®venes, ese deseo por demostrar cada d¨ªa que son los mejores a quien se ponga delante. Ya lo dejar¨¢ claro cuando toque. Es f¨¢cil suponer que es una jugada a la defensiva, ?por qu¨¦ exponerse m¨¢s si ya tenemos el 1 del draft en el zurr¨®n? Y parece, tambi¨¦n, que la Euroliga no es considerada el puente de plata que parece, al menos en los entresijos de agentes y franquicias. Queda en EE UU un cierto prejuicio, un asterisco que sobrevive, aunque cada vez m¨¢s difuminado en un baloncesto global: ?c¨®mo se trasladar¨¢ su juego a la NBA? Luka Doncic fue n¨²mero 3 aunque, con 18 a?os, fue campe¨®n y MVP de la Euroliga y campe¨®n de Liga con el Real Madrid. En ese ¨²ltimo a?o de zurra por Europa, jug¨® 73 partidos. En la Euroliga promedi¨® 18,6 puntos, 4,9 rebotes y 4,3 asistencias. Domin¨®: y eso, en el baloncesto FIBA y con 18 a?os, solo est¨¢ al alcance de un elegido, un jugador en ruta de leyenda. Todo eso es muy cierto: pues fue n¨²mero 3.
Pero hay m¨¢s: a nivel deportivo, desde Francia se sugiri¨® que Wembanyama acab¨® quemado con el ASVEL la pasada temporada. No le gust¨® el plan de juego, la forma de utilizar sus facultades, la rigidez t¨¢ctica y ciertas cosas (no especificadas) que vio fuera de la cancha. En el Metropolitans 92 se le prometi¨® convertirlo en el eje deportivo de la temporada: el juego pasar¨ªa por ¨¦l, el seleccionador Vincent Collet se quedar¨ªa este curso para dirigirlo y se fichar¨ªa todo un equipo de trabajo espec¨ªfico para ¨¦l: nutricionistas, preparadores f¨ªsicos, entrenadores personales¡ Esa es otra de las claves. Con un f¨ªsico tan especial, Wembanyama quiere cuidar su evoluci¨®n, maximizar sus facultades y huir del riesgo de hacer crack. La pasada temporada se perdi¨® un mes, al principio, por una lesi¨®n en dedo. Cuando hab¨ªa cogido despu¨¦s ritmo, se perdi¨® casi dos meses m¨¢s por un percance en un hombro. Y termin¨® sin jugar los playoffs en Francia y el Eurobasket por un problema muscular. ?Fr¨¢gil? El caso es que jug¨® solo 13 partidos de Euroliga (6,5 puntos, 3,8 rebotes y 5,5 de valoraci¨®n) y 16 en la LNB Pro A, la Liga francesa (9,4, 5,1, 11,1). Si la ¨²nica duda es como responder¨¢ su cuerpo en la m¨¢xima exigencia de partidos, minutos, contactos y viajes, parece claro que prefiere mantener la inc¨®gnita. Y, mientras, trabajar para ser m¨¢s resistente. M¨¢s duro.
Un a?o m¨¢s en el ASVEL significaba un m¨ªnimo de 68 partidos entre Liga y Euroliga, con dos o tres casi todas las semanas. En el Metropolitans 92 solo jugar¨¢ competici¨®n dom¨¦stica. Un partido a la semana, menos viajes, menos hoteles y m¨¢s tiempo de recuperaci¨®n, puesta a punto y entrenamientos personalizados. Los n¨²meros y los highlights siguen ah¨ª, al alcance de quien quiera: en cinco partidos de Liga, y con 18 a?os, juega casi 30 minutos de media y produce 18,6 puntos, 8 rebotes, 2 tapones y 21 de valoraci¨®n con un 36% en triples.
Nuevos tiempos, nueva gesti¨®n de los primeros a?os de carrera. Unas conexiones m¨¢s obvias entre los dos lados del Atl¨¢ntico, en este caso la certeza de que el premio gordo est¨¢ asegurado el pr¨®ximo junio. Un cuerpo diferente a todo lo vista hasta ahora en una cancha de baloncesto, con unas necesidades particulares... No hay una ¨²nica raz¨®n, parece obvio, pero el caso es que esos 13 partidos de la pasada temporada es todo lo que dejar¨¢ en la Euroliga Victor Wembanyama, que se ha hecho un lado para consumir a su manera su ¨²ltimo a?o en el Viejo Continente. En su decisi¨®n y su camino, claro, as¨ª que as¨ª quiere ¨¦l que sea.