Jayson Tatum somete al campe¨®n

As¨ª se ganan anillos. O as¨ª se pone uno en situaciones de ganarlos, que ya es mucho. Partidos y eliminatorias como esta son las que construyen legados, las que levantan imperios y alimentan leyendas. El acto final, el definitivo, ser¨¢ ma?ana (21:30, hora espa?ola), en el ilustre Garden de Boston. Despu¨¦s de seis batallas tremendas, de cuatro victorias a domicilio y de que ning¨²n equipo haya ganado dos partidos seguidos, Celtics y Bucks lo resolver¨¢n todo en el s¨¦ptimo, a todo o nada. A sangre y fuego. Bien mirado, no pod¨ªa ser de otra manera.

Los Celtics ganaron el sexto partido (95-108) como ganaron el segundo y el cuarto, despu¨¦s de ceder la iniciativa de la eliminatoria pero esta vez con un m¨¦rito extraordinario: porque era en el Fiserv Forum, el cubil del campe¨®n. Porque tuvieron que domar la voluntad de un jugador generacional como Giannis Antetokounmpo y porque hab¨ªan perdido de forma absolutamente traum¨¢tica el quinto en su pista para dar a un rival de hierro un match point en su cubil. No hay en la NBA de 2022 una situaci¨®n m¨¢s dura, m¨¢s empinada que la que salvaron los Celtics en una noche en la que hubo dos presencias masivas, Giannis Antetokounmpo y Jayson Tatum, y una ausencia cuya sombra se alarga sobre estos playoffs: Khris Middleton, otra vez a?orad¨ªsimo cuando se acumulaban los problemas ofensivos de los Bucks.

Giannis, que sab¨ªa que era la noche, sin excusas, jug¨® un partido extraordinario: 44 puntos, 20 rebotes, 6 asistencias en casi 42 minutos. Fue, por s¨ª mismo, la raz¨®n por la que Boston Celtics no rompi¨® el partido muy pronto, con su bater¨ªa de triples del primer cuarto (8/15 con cuatro de Marcus Smart y tres de Jayson Tatum). Y, sobre todo, fue lo ¨²nica forma de explicar que los Bucks tuvieron su momento, su cambio de viento a favor, pese a que parecieron siempre peores, m¨¢s limitados, a remolque. Con todo, el 50-68 del tercer cuarto se convirti¨® en un 81-85 a 8:42 del final. El partido donde lo quer¨ªa el campe¨®n, la temporada concentrada en un pu?ado de minutos que pod¨ªa manejar a base de f¨ªsico, concentraci¨®n, grada¡­ y Giannis.

Pero ah¨ª, precisamente ah¨ª, donde se escriben las historias que hacen historia, donde los playoffs dan a la NBA su verdadera dimensi¨®n, emergi¨® Jayson Tatum, el jugador al que hemos visto romper en megaestrella esta temporada (los trazos siempre estuvieron ah¨ª) y al que, seguramente, estamos viendo consagrarse ahora como leyenda de un equipo que las fabrica como pocas en toda la historia del deporte: Boston Celtics. En ese punto cr¨ªtico del ¨²ltimo cuarto, cuando otro paso en falso habr¨ªa mandado a su equipo de vacaciones, Tatum enlaz¨® 10 puntos y gan¨® el tiempo necesario (87-95 con 5:40 por jugar) para que llegaran a echar una mano Jaylen Brown (22 puntos, 5 rebotes, 4 asistencias) y ese Smart (21+5+7) que jug¨® con una enorme personalidad 48 horas despu¨¦s de haber sido devorado por Jrue Holiday.

Tatum acab¨® con 46 puntos, 9 rebotes, 4 asistencias, un 7/15 en triples y +21 en sus casi 44 minutos en pista. Los Celtics fueron mejores¡­ pero no habr¨ªa ganado sin ¨¦l. Sus complementos estuvieron mucho mejor que los de Giannis, pero ¨¦l aguant¨® minutos maravillosos de cara a cara cuando arreciaba la furia del griego. Con los pies firmes en el suelo, la mirada clavada en el domingo y en el Boston Garden, sin pesta?ear, y el instinto tomando el control de forma felina. Si en el ¨²ltimo cuarto del quinto partido le dio demasiadas vueltas a c¨®mo ganar, esta vez simplemente gan¨®. Dej¨® que su talento se expresara como un martillo. Si los Celtics se imponen ma?ana, no digamos si acaban llev¨¢ndose este anillo, este partido de Tatum ser¨¢ historia de la NBA. Ser¨¢ recordado para siempre.

Los verdes, en un d¨ªa en el que podr¨ªan haberse encogido, tiraron muy bien de inicio, para templar los nervios, y defendieron en su mejor nivel (una barricada infranqueable) cuando los porcentajes bajaron (17-25 en el segundo cuarto, 8/25 en tiros los Bucks). Result¨® que su coraz¨®n no se hab¨ªa roto en el quinto partido, as¨ª que a estas alturas es leg¨ªtimo plantearse si lo har¨¢ en alg¨²n momento o si estas batallas son, en realidad, el camino hacia fiesta mayor en junio, en Boston. Los Bucks, por su parte, echaron mucho de menos a Middleton y su jerarqu¨ªa quir¨²rgica, sus tiros de media distancia, sus puntos tras bote. Sin el escolta, necesitan jugar mucho mejor de lo que jugaron, Giannis al margen. Necesitan que les salga todo bien y estuvieron muy lejos de eso. Ahora bien, han ganado dos de los tres partidos de la serie en el Garden, robaron el quinto despu¨¦s de caer en su casa en el cuarto y llegan, otra vez con una piel de cordero que apenas esconde al lobo que se agita debajo de ella, a un s¨¦ptimo en el que lo tendr¨¢n todo en contra¡­ pero en el que Giannis Antetokounmpo estar¨¢ en su bando. Y eso, ya se sabe, es garant¨ªa de que todo puede pasar.