La gran noche de Mikal Bridges

Si los Suns, de largo el mejor equipo de la regular season y en la mejor versi¨®n de la historia de la franquicia (64-18), se acaban llevando el t¨ªtulo, habr¨¢ que acordarse de partidos como este. De la jerarqu¨ªa: la rebeli¨®n de los Pelicans fue ahogada (112-97) por un equipo que demostr¨® que, sencillamente, es mejor. Y al que no le tembl¨® el pulso en una noche de v¨¦rtigo: con 2-2 (ahora 3-2), en su casa, todav¨ªa sin Devin Booker y con la obligaci¨®n de ganar para no ir a jugarse la temporada a Louisiana. Ahora tienen dos opciones para cerrar: el jueves a domicilio y, si es necesario, el s¨¢bado de vuelta en Arizona. Y, seguramente, con Devin Booker en pista.

La cuesti¨®n es que, pese a sus malas sensaciones en la segunda parte del anterior partido, los Suns hab¨ªan hecho su trabajo en NOLA: despu¨¦s de perder a Booker y el factor cancha en el cr¨ªtico segundo partido, recuperaron el break y evitaron el primer disgusto. El segundo se lo ahorraron en este quinto partido. Todav¨ªa tendr¨¢n que sudar, y m¨¢s si Booker sigue sin regresar, pero despu¨¦s de este partido las cosas pintan mejor. Mucho mejor. Y no hubo mejor prueba de que una victoria as¨ª era necesaria, por las matem¨¢ticas pero tambi¨¦n por los corazones, que el calor de la grada, la actitud de los jugadores. Los gritos de rabia y los pu?os al cielo. Los Suns se sent¨ªan amenazados, golpeados por la fortuna y asaltados por un rival insolente. Cuando podr¨ªan haberse desencuadernado, ense?aron su mejor cara. Dice mucho de ellos.

Desde el 32-20 del primer cuarto, nunca pareci¨® que la victoria fuera a escap¨¢rseles a los de Monty Williams, que sin embargo tuvieron que trabajar hasta el final. Porque despu¨¦s de minutos de holgura (en el tercer cuarto, hasta un 78-60), los Pelicans (99-92 a cinco minutos del final) estuvieron a un par de tiros de poner nerviosos de verdad a los Suns. No llegaron, y cada punto de inflexi¨®n del ¨²ltimo cuarto sonri¨® a los locales, muy concentrados. M¨¦rito tambi¨¦n para los baby Pelicans, que no se dejaron avasallar y lo intentaron hasta el final. Incluso en un d¨ªa en el que no encontraron sus tiros (40%, 5/25 en triples, 7 tiros libres fallados) y sumaron m¨¢s p¨¦rdidas que asistencias (14 por 15). Y en el que qued¨® claro que jugadores como Graham y Hayes tienen que quedar fuera o casi, casi fuera de la rotaci¨®n para engordar los minutos del frente joven: Jose Alvarado y Trey Murphy. El otro nuevo, Herb Jones, volvi¨® a pasar de 40: ya es un imprescindible. Ni Ingram (22 puntos, 7/19) ni sobre todo CJ McCollum (21 con un 8/22) estuvieron a la altura que exig¨ªa la noche: el rival, el escenario. Y los Pelicans quedan al borde del K.O. en est¨¦ fant¨¢stico cierre de temporada en el que seguir¨¢n luchando, ma?ana. Y a ver qu¨¦ pasa.

Chris Paul (22 puntos, 11 asistencias, una p¨¦rdida) perdi¨® alg¨²n envite de Alvarado, su pesadilla particular, pero demostr¨® desde el principio que la mala noche del cuarto partido no estaba en su cabeza. Jug¨® con mando, con clase, con experiencia. Y lanz¨® a DeAndre Ayton (19+9) y sobre todo a Mikal Bridges, la gran estrella de la noche: 31 puntos, 5 rebotes, 4 tapones, 4/4 en triples (2/9 en los cuatro partidos anteriores), 12/17 total en tiros, una defensa feroz¡­ y 47 minutos en pista. No se le puede pedir al alero de hierro, el jugador que no se ha perdido ning¨²n partido todav¨ªa ni en college (106 de 106) ni en regular season (309 de 309) y playoffs (27 de 27) de la NBA.

Los Suns, sumado este (llegaron 89-78) est¨¢n 50-0 esta temporada cuando mandan al final del tercer cuarto. Se acerca al 57-0 de los Lakers 2019-20, que fueron campeones. El partido era peliagudo, feo, muy peligroso. El rival ven¨ªa en crecida, sin nada que perder y propiciando nubarrones sobre el cielo normalmente radiante de Phoenix. Y Devin Booker estaba en el banquillo, vestido de calle. Era noche de aplomo, equipo y aspirantes (Bridges) a h¨¦roes. Y as¨ª ganaron los Suns. Equipo. Y 3-2. Baja la temperatura camino de Nueva Orleans.