NBA | SUNS 114 - PELICANS 125 (1-1)
Booker (31) pasa de lo mejor a lo peor y los Pelicans lo aprovechan
Una lesi車n muscular dej車 a Devin Booker sin jugar el final de partido. Los Pelicans, que aguantaron el ritmo de los Suns, empataron la serie.
El equipo m芍s en forma de la NBA era tambi谷n el subcampe車n de la pasada campa?a y el primero de la 迆ltima fase regular. Phoenix Suns ten赤a todo bajo control despu谷s de la primera toma de contacto con los playoffs, pero esto es una carrera de largo recorrido y el primer palo les ha llegado r芍pido. En el segundo encuentro ya se han encontrado con una lesi車n en el cuerpo de su mejor hombre, Devin Booker, y con una derrota en casa que hace que pierdan el factor-cancha en favor de unos muy peleones Pelicans. Nada est芍 asegurado y este ejemplo es bastante bueno de lo que es el baloncesto a este nivel de exigencia y a esta altura de temporada.
Los Pels estuvieron cerca de dar un susto en el primer encuentro y s車lo la excelencia que derroch車 Chris Paul en el parqu谷 en el 迆ltimo cuarto les dio el 1-0 en la eliminatoria el pasado domingo. Ahora tocaba refrendar esas buenas sensaciones por parte de los Suns y se toparon, de nuevo, con un conjunto que hace lo que se le pide pese a que sus recursos no est谷n a la altura de los del rival. Sin Zion Williamson, que no volver芍 en lo que queda de curso y se pasar芍 el a?o en blanco salvo sorpresa de 迆ltima hora, y con Willy Hernang車mez a falta de una oportunidad para jugar, en este equipo de Willie Green se han convertido en hombres a tener en cuenta Larry Nance (13), traspasado desde Portland s車lo para cuadrar salarios, novatos como Trey Murphy (9) y Herb Jones (14) o el pele車n base de origen portorrique?o Jose Alvarado (8), que se ha ganado su sitio pese a llegar a la NBA por fuera del draft. Y est芍n vivos. Y acaban de empatar con el 114-125 que sacaron en Arizona. No cabe menos que el aplauso.
El conjunto local se vio asaltado de nuevo por las dudas en la segunda parte, pero esta vez no les dio para salvar la situaci車n. Su estrella m芍s brillante miraba desde el banquillo enfundado en una chaqueta de ch芍ndal que ya no se iba a quitar y sus compa?eros dieron muestras de que, pese a lo buenos que son, est芍n lejos de ser bots programados para ejecutar siempre de la misma forma. Booker no pudo completar el partidazo con una sonrisa, todo lo contrario. Paul, adem芍s de la pena por su compa?ero, vio el fantasma de nuevo en la cancha y con forma de 芍rbitro en una curiosa estad赤stica que sigue sin romperse: las catorce veces que Scott Foster, al que se considera uno de los 芍rbitros m芍s pol谷micos de la NBA, le ha arbitrado en eliminatorias ha perdido. Ni de tan triviales asuntos pudieron escapar.
Devin Booker estaba en uno de esos d赤as. A 25 minutos jugados hab赤a llegado a 31 puntos. 7/11 en tiros de tres y 5/8 en tiros de dos, sin libres, era poner el list車n alto. En una de las jugadas en las que acert車 se cay車 por la inercia, top車 con un padre que sosten赤a a su hijo y le choc車 los pu?itos al peque?o en una de esas im芍genes que le dan m芍s valor al deporte. ?sa era la confianza que ten赤a. ?sa ser芍 la imagen con la que ese ni?o viva. Todo, a pedir de boca. Pero a Devin el cuerpo le pidi車 parar. En el tercer periodo se march車 al vestuario con unas molestias y m芍s tarde, cuando tambi谷n se anunci車 que no jugar赤a m芍s, Monty Williams aclar車 en televisi車n que se trata de un pinchazo en los isquitibiales de la pierna izquierda y que ya ha tenido que lidiar con ellos en parte de la temporada (en diciembre se perdi車 siete partidos por ello). Los Suns se quedaron hu谷rfanos y lo notaron en exceso. Ingram (37) y McCollum (23) ten赤an la mano tonta, en el buen sentido, soltando alg迆n tiro en situaciones que Phoenix no esperaba. Fueron haciendo camino. Pero cuando se verdad se preocuparon los locales, en la apertura del cuarto periodo con los ocho puntos de Alvarado. Los Pels pasaron de estar s車lo dos por encima a estar seis. Y le quedaba menos de la mitad al cuarto definitivo. Herb Jones supo ver los espacios para anotar y asistir y los mejores de Green, Ingram y McCollum, sentenciaron con quince tantos entre ambos en tres minutos y medio. El jolgorio es justificado para ellos: extienden esta eliminatoria de primera ronda al menos hasta el quinto y lo hacen con buenas sensaciones en los dos partidos jugados.