Malas noticias: las pruebas confirman la lesi¨®n de Doncic
La resonancia no revela el alcance total de la lesi¨®n, pero Luka Doncic se perder¨¢ el partido del s¨¢bado y, seguramente, toda la primera ronda. P¨¦simas noticias para los Mavs.


P¨¦simas noticias. La resonancia confirma la lesi¨®n y Luka Doncic ser¨¢ baja, al menos, en el inicio de los playoffs. Sus molestias en el ¨²ltimo partido de la temporada ya presagiaban algo similar a una cat¨¢strofe, algo que finalmente se ha confirmado en unas pruebas que no revelan, eso s¨ª, ni el alcance real de la lesi¨®n ni el tiempo total de baja. Marc Stein ha dado la noticia y ha asegurado que no se har¨¢n p¨²bicos los resultados todav¨ªa, aunque Callie Caplan ha asegurado en Dallas News que se trata de una distensi¨®n en la pantorrilla. La periodista, en consulta a varios expertos, ha asegurado que la lesi¨®n es compleja y que el tiempo m¨ªnimo estimado de ausencia est¨¢ en torno a dos semanas. Es decir, una situaci¨®n que podr¨ªa dejar a Doncic incluso sin una primera ronda al completo.
Dallas has already announced that Luka Don?i? has a left calf strain and is not obligated, five days before Game 1, to publicly share details about today's MRI findings. So the wait for clarity on Luka's status for Saturday's Game 1 against visiting Utah is likely to continue.
— Marc Stein (@TheSteinLine) April 11, 2022
El desastre no es, de momento, total, ya que no se ha anunciado una baja prolongada de varios meses que afecte al pr¨®ximo curso y se deja la puerta abierta a un regreso en playoffs. Para ellos, claro, los Mavericks deber¨¢n alargar al m¨¢ximo la serie ante los Jazz (en la que tienen ventaja de campo) o superar dicha ronda y llegar a semifinales del Oeste, algo que no han hecho jam¨¢s con Doncic y que no consiguen desde 2011, cuando ganaron el anillo. Desde entonces, seis visitas a playoffs y seis eliminaciones en primera ronda. Ni una serie superada. M¨¢s de una d¨¦cada sin luchar por el anillo, algo que quer¨ªan cambiar en la presente campa?a con un plan arriesgado ideado en los despachos por Mark Cuban y Nico Harrison: acabar con la etaoa de Rick Carlisle en el banquillo, fichar a Jason Kidd, rodear a Doncic y, finalmente, sacar a Kristaps Porzingis y conformar una plantilla con cierta debilidad interior, pero una defensa espectacular y un ataque comandado por la estrella eslovena.
Todo se vino al traste en el ¨²ltimo partido de la temporada: un d¨ªa que podr¨ªa (y deber¨ªa) haber sido de celebraci¨®n, y que en gran parte lo era en todo caso, acab¨® con un enorme nubarr¨®n sobre las cabezas de los Mavericks: el ¨²ltimo partido de la regular season dej¨® la victoria 52 de una temporada extraordinaria (52-30). Un 63% de victorias, por encima del curso pasado (58% en 72 partidos: 42-30) y de todos desde el 2010-11 (57-25), el del ¨²nico anillo de la franquicia. Pero todo eso (la ventaja de campo y el excelente balance de triunfos), los Mavs ya lo sab¨ªan antes de jugar un partido que, en el cierre de las buenas noticias, dej¨® la primera barrida (4-0) en una regular season contra los Spurs, odiado rival texano. Fue un 130-120 contra un equipo que termina (34-48) en un muy meritorio d¨¦cimo puesto del Oeste y que ahora viaja a Nueva Orleans para el play-in, un lugar en el que nadie esperaba a los de Popovich hasta el ¨²ltimo tercio de la temporada.
Y ahora, las malas noticias para los Mavericks: su victoria no sirvi¨® para escalar al tercer puesto del Oeste porque los Warriors no fallaron (107-128) en Nueva Orleans. Y Doncic, que en teor¨ªa no iba a jugar, lo hizo tras ver c¨®mo le quitaban la sanci¨®n del encuentro anterior, y se lesion¨® al final del tercer cuarto. Es decir, en un choque en el que no iba a participar, cuya resoluci¨®n no sirvi¨® de nada a los texanos, con todas las cuentas ya hechas y al final del tercer periodo. Un c¨²mulo de mala suerte que no es otra cosa, en una decisi¨®n totalmente l¨ªcita de que el esloveno no descansara y con los astros alineados para que el desastre emergiera. Y algo que puede condenar a los Mavericks en la temporada de la te¨®rica y definitiva evoluci¨®n. Veremos hasta d¨®nde puede jugar Doncic, si puede participar en alg¨²n partido de la primera ronda o si los Mavericks, sin ¨¦l, pueden superar a su primer rival de la parte mala del cuadro: unos Jazz qu¨ªmicamente a la deriva, desmadejados y con Mitchell y Gobert en total y completa guerra abierta. Un rival al que, quiz¨¢, puedan ganar sin Doncic. Algo que no quita, claro, que las noticias sean p¨¦simas.