Los cinco se?alados en la resaca blanca tras la Copa del Rey
El Madrid sucumbi¨® de nuevo al Bar?a qued¨¢ndose seco en ataque. Varios jugadores confirman tendencias preocupantes.

La derrota del Real Madrid en la final de la Copa del Rey ante el Bar?a fue dolorosa, aunque no por el motivo que cab¨ªa esperar. Cualquier final perdida por los blancos es un borr¨®n, pero es cierto que a esta en concreto no se llegaba tan favorito como tantas otras veces. Por un lado, el equipo arrastraba una mala racha de juego y resultados. Antes de llegar a Granada hab¨ªa perdido tres de sus ¨²ltimos cuatro partidos, atrapado en un calendario que no daba respiro por los encuentros aplazados por el COVID. Por otro, el Bar?a le ten¨ªa tomada la medida. Jasikevicus hab¨ªa ganado 7 de los 10 encuentros que hab¨ªa disputado hasta ahora ante el Madrid, con un 6-0 a favor en el WiZink Center.
Por todas esas razones la derrota del Madrid era una posibilidad m¨¢s cercana, pero al misma tiempo la confirmaci¨®n de ese resultado ha dejado la sensaci¨®n de que el equipo sigue arrastrando los mismos problemas. Adem¨¢s, la forma de perder, despu¨¦s de empezar ganando de casi 20 puntos, no fue la mejor imagen posible. Un equipo tocado en lo f¨ªsico y muy justo en ataque, al que le est¨¢ empezando a costar cada vez m¨¢s imponerse en partidos ante equipos de nivel. La derrota, c¨®mo no, deja varios se?alados.
Sergio Llull
El capit¨¢n no est¨¢ en su mejor momento. Lo intenta todo, eso ni se discute ni se duda, pero est¨¢ dejando de ser decisivo. En cuatro de los ¨²ltimos seis partidos ha fallado 5 o m¨¢s triples lanzando de tres m¨¢s que nadie. Su capacidad para mover el juego del equipo cada vez es menor, igual que su explosividad, un aspecto fundamental en su juego que le hizo dominar Europa hace no tanto. Y en defensa, donde nunca ha sido un alumno aventajado, los defectos se le notan m¨¢s. Es una dif¨ªcil papeleta la que tiene Pablo Laso con ¨¦l, porque Llull sigue teniendo una ascendencia espiritual tremenda sobre el grupo.
Nigel Williams-Goss
Fuera de la convocatoria en la semifinal y la final, algo totalmente inesperado para quien fue uno de los fichajes estrella del verano. Se ha explicado por un problema con los extracomunitarios, pero no dejas a un jugador decisivo fuera del equipo por esa raz¨®n. Parece evidente que Laso ha perdido la confianza en el americano. Y en el peor momento posible. La lesi¨®n de Aloc¨¦n, la baja forma de Llull y la irregularidad de Heurtel convierten el puesto de base en un galimat¨ªas. Un Williams-Goss medianamente bien ser¨ªa indiscutible en este momento de la temporada. ?Se avecinan nubarrones para ¨¦l?
Gabriel Deck
Habr¨¢ que estar atentos a la progresi¨®n del argentino las pr¨®ximas semanas. Justo en la final ante el Bar?a ha jugado su mejor partido desde que volvi¨® al Madrid, pero su error en la canasta que habr¨ªa empatado el partido a 20 segundos del final, un fallo incomprensible para un jugador de su nivel, empa?a su buen hacer durante el resto del duelo. El problema es que hasta hoy la aportaci¨®n del argentino hab¨ªa sido m¨¢s bien escasa. Falto de ritmo despu¨¦s de casi un a?o sin jugar en Estados Unidos, Deck se supone que tiene que ser una pieza esencial en el juego blanco. Hasta ahora no lo hab¨ªa sido. Veremos qu¨¦ camino sigue de aqu¨ª en adelante.
Trey Thompkins y Anthony Randolph
Los dos jugadores americanos han sido fundamentales para esta plantilla durante a?os, pero pueden estar ante sus ¨²ltimos meses de blanco. Al menos a juzgar por el papel que tienen actualmente. Empezaron la temporada muy tarde, esperando a recuperarse de sus respectivas lesiones que les tuvieron much¨ªsimo tiempo lejos de las canchas. Su vuelta se esperaba como agua de Mayo para un equipo que este a?o estaba mostrando su cara menos prol¨ªfica en ataque. Pero salvo d¨ªas contados, ninguno de los dos est¨¢ teniendo minutos de calidad. En la final, Thompkins jug¨® 9 minutos pasando sin pena ni gloria y Randolph ni siquiera sali¨® a la pista.