DeRozan, en territorio Jordan
El alero deja atr¨¢s un r¨¦cord de Wilt Chamberlain y tira de unos Bulls en cuadro pero que mandan en el Este. Lleva siete partidos seguidos por encima de los 35 puntos y el 50% en tiros.


Casi a las puertas del All Star Weekend, el gran par¨®n de la regular season, los Bulls son el mejor equipo del Este (38-21). Llevan cinco victorias seguidas, y aventajan en medio partido a Miami Heat y en dos a Milwaukee Bucks. Era un a?o que empez¨® con mucha ilusi¨®n en Chicago, pero ni los m¨¢s optimistas pod¨ªan esperar semejante rendimiento. Y m¨¢s con la plaga b¨ªblica de problemas que ha ido acumulando el equipo de Billy Donovan, una muestra perfecta de c¨®mo competir sin poner excusas, sin dejar llevar por el moh¨ªn cuando vienen mal dadas. Contra los Kings (118-125) segu¨ªan las ausencias de larga duraci¨®n (Lonzo Ball, Alex Caruso, Patrick Williams¡) y faltaba tambi¨¦n Zach LaVine, que se cuida una rodilla que no termina de estar del todo bien.
Pero est¨¢ DeMar DeRozan, claro. En n¨²meros y sensaciones de pelear el MVP. Y no es exageraci¨®n: 38 puntos, 6 rebotes y 6 asistencias con un 16/27 en tiros de campo, inmaculado desde el triple (1/1) y la l¨ªnea de personal (5/5). El alero anot¨® 12 puntos en el ¨²ltimo cuarto, con sus movimientos marca de la casa, y gener¨® juego con inteligencia y precisi¨®n, por dentro para Vucevic (21 puntos, 10 rebotes), por fuera para Coby White (31+5+6, 6/11 en triples), brillante en un backcourt improvisado pero ultra competitivo al lado del rookie Ayo Dosunmu, excelente en lo que es un sue?o para un chico nacido y criado en Chicago.
Los Kings, vistas las bajas de los Bulls, perdieron una oportunidad en una noche muy buena en el tiro (51% total, 40% en triples, por encima del 90% en tiros libres). Porque necesitaban sumar por donde puedan para no verse fuera del play in y batir todos los r¨¦cords de temporadas seguidas sin playoffs de forma definitiva. Despu¨¦s de dos victorias tras la llegada de Domantas Sabonis, han perdido dos partidos y esa buena inercia, y est¨¢n 26-31, a tres y medio del d¨¦cimo puesto, donde se aferran con m¨¢s energ¨ªa de lo esperado los Trail Blazers. Malas noticias para los Kings, que vieron como De¡¯Aaron Fox (33 puntos, 9 asistencias) fue a menos tras un soberbio primer cuarto. Sabonis firm¨® esta vez 22 puntos, 12 rebotes y 8 asistencias.
Pero fue la noche de DeRozan, otra m¨¢s en una temporada en la que lleva 21 partidos de al menos 30 puntos, ocho seguidos (los mismos que Michael Jordan enlaz¨® por ¨²ltima vez en enero de 1996). Ronda el r¨¦cord de los de 35 consecutivos con la camiseta de los Bulls, que el propio Jordan tiene establecido en 10. DeRozan, que ten¨ªa ocho a?os la ¨²ltima vez que Jordan y los Bulls fueron campeones de la NBA, ha enlazado siete. En la temporada promedia 28 puntos, 5 rebotes y 5 asistencias. Es el m¨¢ximo anotador en ¨²ltimos cuartos y el segundo en clutch time (minutos finales de partidos igualados), donde anota el 54% de sus tirors totales, el 60% de sus triples y el 90% de sus tiros libres. En los ¨²ltimos siete partidos (5-2 para su equipo, en cuadro), est¨¢ en 38,6 puntos, 5,7 rebotes y 5,6 asistencias con un 60% en tiros de campo. Y ha batido uno de esos r¨¦cords imposibles de Wilt Chamberlain: es el primer jugador de la historia que enlaza siete partidos anotando al menos 35 puntos con al menos un 50% en tiros de campo. Una marca que el gigante Wilt estableci¨® (seis) en la temporada 1962-63.
Nada de lo que se pueda decir de DeRozan ser¨¢ exagerado ahora mismo. Es uno de los jugadores de la temporada, un motor fascinante de un equipo que compite siempre, que doblega a las desgracias y que, casi metidos en el par¨®n del All Star, manda en el Este m¨¢s potente de los ¨²ltimos a?os. Como en los tiempos de Michael Jordan, y eso es sin¨®nimo de felicidad plena en Chicago, una ciudad que vuela ahora mismo sobre los hombros de un jugador diferencial, excelente, en el mejor momento de su vida: DeMar DeRozan.