Ricky Rubio, del cielo al infierno

Cualquier noche asoma la gloria, cualquier noche asoma el desastre. Ambos, como amantes crueles, maridan muchas veces en los mismos partidos, separados por instantes, por jugadas. Es la ley del deporte, es la vida de los deportistas y es una cruda m¨¢xima que se cerr¨® sobre Ricky Rubio, y su excepcional temporada en Cleveland, en un partido que empez¨® siendo una fiesta para los Cavs y acab¨® en pesadilla. Derrota extra?a (108-104) tras recibir una de esas remontadas que ellos se hab¨ªan acostumbrado a protagonizar, y lesi¨®n de rodilla de Ricky. Aparentemente grave. Crucemos los dedos.

A falta de 2:20 para el final, y cuando los Pelicans ya hab¨ªan completado una remontada que parec¨ªa imposible minutos antes, Ricky cay¨® cerca de la l¨ªnea de personal cuando driblaba a Devonte¡¯ Graham, que le hizo falta. El base espa?ol se resbal¨® y su rodilla izquierda se torci¨® en una postura muy fea en plena ca¨ªda. Se fue sin apoyar la pierna, sin poner ning¨²n peso sobre el pie izquierdo, con claros gestos de dolor y ayudado por sus compa?eros. Hay que esperar, pero un percance grave ser¨ªa un golpe terrible para un Ricky que hab¨ªa recuperado la alegr¨ªa en los Cavs despu¨¦s de los traspasos, el extra?o regreso a Minnesota y las dudas sobre su futuro. Asentado en su inesperada nueva casa y con una sonrisa de oreja a oreja, promediaba 12,7 puntos y 6,5 asistencias y estaba siendo una de las piezas clave, tanto dentro de la pista como en el vestuario, en la monumental temporada de los Cavs. Ricky (31 a?os) est¨¢ en el ¨²ltimo a?o del contrato de tres que firm¨® con los Suns (51 millones, 17,8 este curso) y ser¨¢ agente libre el pr¨®ximo verano.

La gloria y el desastre. Titular por la ausencia de Darius Garland (en los protocolos COVID que est¨¢n azotando a base de bien, como a tantos otros, a los Cavs), Ricky estaba jugando un partido fabuloso (27 puntos, 13 rebotes 9 asistencias) aunque estaba colapsando como el resto de sus compa?eros, absorbidos como si la pista del Smoothie King Center fuera un agujero negro. El partido hab¨ªa empezado con fiesta para los Cavs, que llegaron a ganar por 23 (14-37) en un primer cuarto que cerraron 20-39. Ricky anot¨® los siete primeros puntos del partido y 10 de los 15 primeros de los Cavs. Luego Kevin Love (acab¨® con 24 puntos y 7 triples) anot¨® tres triples seguidos y puso un 8-27 para los Cavs, que bailaban a su rival en el primer partido en el que Love y Ricky eran titulares juntos desde el 16 de abril de 2104, en Minnesota. Cosas de la pandemia (Jarrett Allen y Garland no estaban)¡­ y de la vida.

Evan Mobley, el gran aspirante a Rookie del A?o que volv¨ªa tras su paso por los protocolos, lleg¨® a Nueva Orleans a mediod¨ªa y jug¨® (22 puntos, 7 rebotes) contra unos Pelicans sin Brandon Ingram ni Jason Hart y sacudidos a base de bien en el primer cuarto¡­ pero que acabaron ganando. Hizo falta un peque?o milagro: Garrett Templet meti¨® cinco triples en el ¨²ltimo cuarto (acab¨® con 17 puntos), cuatro en cuatro minutos y se pas¨® del 83-95 a ocho minutos del final al 102-97, ya sin Ricky. El laberinto para los Cavs fue total: solo sumaron tres tiros libres en siete minutos, y aunque acabaron con dos triples de Kevin Love, la victoria vol¨® con la sangre fr¨ªa final de Graham (18+5+5) y Jonas Valanciunas (15+10). Los Pelicans, en su mejor momento de la temporada, est¨¢n 13-22. Al menos y sin rastro de Zion Williamson, van asomando la cabeza. Esta vez con muy poca producci¨®n de Willy Hernang¨®mez, que no anot¨® y captur¨® 3 rebotes en 6 minutos.

Los Cavs quedan en 20-14. Pero la derrota fue lo de menos, esta vez: todo queda pendiente de las pruebas a la rodilla izquierda de Ricky Rubio. A falta de m¨¢s noticias, malos augurios que reconoci¨® un afectado Kevin Love: "Su temporada est¨¢ siendo incre¨ªble, es el flujo sangu¨ªneo del equipo. Si tengo que destacar a un solo jugador, ser¨ªa ¨¦l. Es muy duro. Obviamente, todav¨ªa no sabemos nada definitivo. Le har¨¢n pruebas, mirar¨¢n todo... En situaciones as¨ª nos queda rezar. Estamos devastados por ¨¦l. En este equipo estamos tan unidos, que es como si cayera un miembro de tu familia. Nos duele a todos. Duele que se lesione cualquiera, pero todav¨ªa m¨¢s alguien como Ricky, que nos da tanto en tantos sentidos". Y es que si una lesi¨®n grave siempre es cruel, claro, con Ricky parece que ahora lo ser¨ªa especialmente, justo en este momento. Pero as¨ª es el deporte, gloria y desastre. Toca esperar, y cruzar los dedos.