Los Lakers se gustan en el sufrir

Para echarse a llorar si lo que corre por tus venas es de dos colores, p¨²rpura y oro. No hay un partido tranquilo para estos Lakers en los que LeBron James puede pasar de una 1-2 semanas a 1-2 meses de baja, por lo menos por lo que se ha venido contando sobre su actual lesi¨®n, y en el que los dem¨¢s no encuentran un punto en com¨²n para sacar partidos adelante de una forma sencilla. Los Hornets, vivarachos como ellos solos pero con problemas de fluidez en este inicio de temporada, fueron sacados del ata¨²d en peso por los angelinos, que ten¨ªan el partido controlado al final del tercer cuarto y terminaron cayendo en viejos vicios: una pr¨®rroga y hasta tres tiros del contrario para ganar. Los de Vogel pasaron otra noche de sacudidas para llegar al 126-123 con el que termin¨® el viaje, que no est¨¢ pagado si va a ser as¨ª m¨¢s tiempo.?

Anthony Davis es el segundo a bordo, s¨ª, pero no puede verse obligado a hacer 32+12+5+4+3 en la segunda noche en la que tuvo que irse al ba?o a vomitar, ya le pas¨® en Portland hace dos, por un virus estomacal. Con esta plantilla, desde luego, no. El ala-p¨ªvot dej¨® un recado a sus compa?eros en la rueda de prensa posterior a la victoria: "Se lo he dicho a los chicos: ten¨¦is que entender el tiempo, el marcador y la situaci¨®n. Les damos puntos gratis. Tenemos que controlar mejor nuestras emociones. Cada partido que hemos perdido este a?o ha sido por nosotros".?

El de Chicago, que coloc¨® un tap¨®n para evitar uno de los dos ¨²ltimos tiros de los Hornets y que hubieran supuesto un segundo tiempo extra de haber entrado, se vio bien al lado de Carmelo Anthony, autor de 29 puntos con un magn¨ªfico 7/10 en triples que ya no es novedad. El equipo hizo un esfuerzo primoroso para ponerse por delante en el tercer cuarto y ganar una buena ventaja despu¨¦s de haber salido adormilado de los vestuarios, pero el empuje de Charlotte, que es un equipo divertido de ver pero al que le siguen faltando armas para luchar contra los grandes de t¨² a t¨², volvi¨® a activar los desfibriladores del Staples Center. El oficio del que puede tirar un equipo tan experto es lo que les salv¨® en los minutos decisivos, a los que podr¨ªan haber llegado m¨¢s holgados si el trabajo hubiese sido m¨¢s constante.?

De nuevo muchos minutos para Reaves. De nuevo Bradley fue titular. De nuevo Rondo hizo mucho en poco. Virtudes y defectos de estos Lakers, que todav¨ªa est¨¢n por encontrarse. La mayor verticalidad de Rozier, que eligi¨® un buen d¨ªa para enderezar el que es un mal inicio de temporada por su parte, y de compa?eros como Ball o Bridges hizo sufrir a los locales a la hora de plantarse en defensa. No fue, sin embargo, hasta la segunda parte cuando lo notaron de verdad. Melo ya hab¨ªa dado la puntilla antes del descanso para que Los ?ngeles viera el partido desde arriba y no desde abajo, pero ese comienzo del tercer periodo fue espantoso. Coincidi¨® con Westbrook, otro partido cuestionado, en cancha. Rondo sali¨® para tapar agujeros pero acab¨® expulsado por un golpe muy mal medido a Rozier, por o que tambi¨¦n se agot¨® esa v¨ªa en el segundo cuarto. Se hab¨ªan recuperado de estar ocho abajo hasta en tres ocasiones para cerrar ese tercero con un triple de Monk desde el centro de la cancha, por lo que la tendencia parec¨ªa ascendente y se pod¨ªa esperar un cierre de noche menos movido, pero no. Catorce arriba se pusieron cuando quedaban nueve minutos. Con Carmelo colaborando hasta en defensa se quedaron a once a falta de cinco minutos. Y lleg¨® el apag¨®n. Ball abri¨® la veda y los Hornets se soltaron tanto que, jugadas despu¨¦s, Miles Bridges estaba metiendo el triple del empate a 115 en una transici¨®n de la que se hab¨ªan jugado s¨®lo ocho segundos. Con los Lakers teniendo tiempo para pensar una posesi¨®n casi completa sali¨® una jugada de pizarra derivada en un triple de Davis que no toc¨® ni el aro, que es un buen resumen del desastre. En la pr¨®rroga los Hornets cogieron cuatro de ventaja y Davis anot¨®, luego asisti¨®, despu¨¦s anot¨® de nuevo y termin¨® con un toque para taponar a Rozier el primer triple para empatar, con Cody Martin fallando el segundo y final para dar carpetazo a otro d¨ªa de altas pulsaciones en California.