NBA | THUNDER 123 - LAKERS 115
Rid¨ªculo estruendoso de los Lakers
De un +26 a una derrota contra uno de los peores equipos de los ¨²ltimos a?os. Sin actitud, sin LeBron, con Westbrook desquiciado y una defensa irreconocible. Una noche espantosa.
En un punto, dejas de tener el beneficio de la duda y tienes que sudar, a partir de ah¨ª, para recuperar el cr¨¦dito. Para estos Lakers 2021-22, un experimento cuyo juicio nos va a ocupar buena parte de la temporada, este partido pudo ser ese punto. Este 123-115 en OKC, esta noche en la que los Thunder ganaron su primer partido despu¨¦s de cuatro derrotas y remontaron una desventaja de 26 puntos por primera vez en su historia.
Como suena, as¨ª fue: los Lakers ganaban 19-41 despu¨¦s del primer cuarto y 44-70 a 3:28 del descanso. Contra uno de los peores equipos de la historia reciente de la NBA (o sin el reciente), unos Thunder en reconstrucci¨®n muy larga, que llevan una temporada y pico recibiendo palizas y poniendo en pista una mezcla dudosa de talento demasiado joven y jugadores que bordean el nivel NBA. Contra eso, y con un +26, no vale ninguna excusa. Ni las bajas: LeBron James (dos partidos seguidos sin jugar, otra vez el tobillo de la pasada temporada¡), ni los que siguen sin estar (Ariza, Horton-Tucker, Ellington, Nunn¡). Eso vale contra otros rivales, en otro nivel de exigencia, en partidos que se ponen m¨¢s complicados. Con Russell Westbrook y Anthony Davis en pista, un equipo tendr¨ªa que ganar en Oklahoma City casi siempre y siempre, siempre, con un +26 cerca del descanso. Pero fue una noche de bochorno, de verg¨¹enza. Una demostraci¨®n de que las cosas no van pese a las dos victorias seguidas, las dos sufriendo mucho (Grizzlies y Spurs) y con opciones de perder hasta el final.
Los Lakers pueden convertirse r¨¢pido en ese equipo. Cada temporada hay uno que nadie querr¨ªa ser. Pero alguien es, y si no tienes cuidado acabas siendo t¨². El que no tiene qu¨ªmica, el que solo tiene nombres, el que pierde de muchas formas distintas mientras otros, sencillamente, compiten. Unos con m¨¢s y otros con menos, cada uno hasta donde puede. Pero con orgullo y profesionalidad. Lo que los Lakers se dejaron en el vestuario en un partido lamentable, odioso: 41-23 en el tercer cuarto, ver para creer, y 97-95 antes de un ¨²ltimo parcial en el que los angelinos solo anotaron 20 puntos, enlazando p¨¦rdidas y apretando solo cuando se vieron con el agua al cuello. Entonces convirtieron un -8 en un 116-115, solamente porque los Thunder son expertos en perder.
E hicieron todo lo posible por perder, pero no bast¨® ante un perdedor m¨¢s eficaz. Primero, esa defensa de Frank Vogel que fue temible durante dos a?os y ahora es un chiste malo se qued¨® mirando mientras Josh Giddey puso una canasta f¨¢cil a Favors (118-115). Despu¨¦s, lleg¨® el sainete final, el escarnio ganado a pulso. Mientras los Thunder perd¨ªan bolas sin pasar de su campo, aparecieron de la nada tres triples para empatar, tres, todos fallados y dos con air balls. Westbrook, Monk, Carmelo. Y una expulsi¨®n final de Westbrook porque, ay, le molest¨® que Bazley cerrara el partido con una mate en el ¨²ltimo instante. El orgullo que no hab¨ªa tenido para ganar, el orgullo mal entendido.
Anthony Davis sum¨® 30 puntos y 8 rebotes pero no domin¨® un partido que tendr¨ªa que dominar. Y Westbrook dej¨® toda la experiencia Westbrook, el pack premium: un cu¨¢druple-doble con 20 puntos, 14 rebotes, 13 asistencias¡ y 10 p¨¦rdidas, algunas enlazadas de forma incomprensible en el ¨²ltimo cuarto, mientras lo que parec¨ªa un milagro se convert¨ªa en realidad. Fue un bochorno para un equipo sin esp¨ªritu, sin coraje, sin ideas y sin defensa exterior, hasta ahora una se?a de identidad y ahora un esperpento (se han ido yendo Green, Caruso, Caldwell-Pope...). Una noche de horror, en la que la derrota era el ¨²nico final merecido. Cualquier otra cosa, en ese empuj¨®n final, habr¨ªa sido injusto. Los dioses del baloncesto sonrieron al que, con todos sus defectos y sus miserias, al menos puso verg¨¹enza torera.
Los Thunder ganaron, y para ellos eso es noticia y motivo de celebraci¨®n. No pasar¨¢ mucho. Y demostraron que tienen mimbres, porque los tienen. El problema es que esos mimbres juegan todos juntos y eso, contra quienes est¨¢n en el presente y no en ese futuro que tantas veces nunca llega, tiene un coste. Pero al menos quedar¨¢n noches como esta: Shai Gilgeous-Alexander jug¨® un tercer cuarto maravilloso (17 de sus 27 puntos con 9 rebotes y 5 asistencias) en el que su finura contrast¨® con la dejadez necia de un rival infame. Josh Giddey, el n¨²mero 6 del ¨²ltimo draft, jug¨® su mejor partido de la temporada: 18 puntos y 10 asistencias casi sin errores y con una lectura quir¨²rgica de la (irrisoria) defensa de los Lakers. Muy bien, con Bazley y Dort poniendo energ¨ªa y Favors aportando una profesionalidad en las zonas que viene de maravilla a un equipo demasiado joven, demasiado inconexo.
Aqu¨ª queda esto para los Lakers: de un +26 que apuntaba a tercera victoria seguida y primer momento de cierta placidez del curso a un desastre dantesco, una ca¨ªda hasta lo m¨¢s bajo, a lo m¨¢s profundo. Ya hemos visto la pelea entre Howard y Davis, la lesi¨®n de LeBron y la expulsi¨®n de mal perdedor de Westbrook. Todo eso en cinco partidos en los que lo que no hemos visto, no todav¨ªa, es un atisbo de ese equipo que podr¨ªa ser temible. Y que ahora mismo, por no ser, ni siquiera es un equipo. Igual tendr¨ªan que empezar por ah¨ª.