El p¨ªvot lituano es el primer jugador internacional en entrar en el Hall of Fame del baloncesto espa?ol. Una leyenda de la vieja Europa.
Muchos jugadores venidos de fuera han dejado huella en Espa?a, pero pocos tan marcada como la de Arvydas Romas Sabonis (Kaunas, 1964). Tres a?os en Valladolid (1989-92) y otros tres en el Real Madrid (1992-95). Un gigante de casi 2,20 m de altura con la coordinaci¨®n y el tiro de un alero y la habilidad para asistir de un base. Las graves lesiones le obligaron a reinventarse y aun as¨ª tuvo ¨¦xito en la NBA (1995-2001 y 2002-03). En Europa fue uno de los mejores de siempre, campe¨®n europeo, mundial y ol¨ªmpico con la Uni¨®n Sovi¨¦tica y h¨¦roe de Lituania. Con el Zalgiris derrib¨® al CSKA y en la selecci¨®n se colg¨® dos medallas de bronce en los Juegos, en Barcelona y Atlanta. En el curso 2003-04 volvi¨® a Kaunas para retirarse definitivamente y lo hizo como MVP de la Euroliga a solo unos meses de cumplir 40 a?os. Leyenda. Luego, su familia, con sus cuatro hijos, creci¨® en su querida M¨¢laga.
La afici¨®n no le olvida, su presencia impact¨® en nuestro pa¨ªs. Es el primer jugador internacional en entrar en el Hall of Fame del baloncesto espa?ol.
Es una gran satisfacci¨®n que se acuerden de uno despu¨¦s de tantos a?os, me siento bien, a gusto con este reconocimiento.
?Sigue viniendo a Espa?a?
No tanto como antes porque los chicos crecieron, cada uno tiene sus cosas, as¨ª que voy alguna vez a M¨¢laga para descansar, de vacaciones.
En Lituania el baloncesto es el deporte rey, pero ?usted c¨®mo se enganch¨®?
Todos los padres quieren que sus hijos hagan algo, que practiquen deporte y est¨¦n sanos, que no pasen horas en la calle perdiendo el tiempo. Cuando mi familia cambi¨® de residencia, encontr¨¦ a un entrenador que me vio, porque nunca fui bajo, aunque luego pegar¨ªa un gran estir¨®n, y me pregunt¨® si quer¨ªa probar¡ As¨ª, poco a poco, me enganch¨¦. Al principio jugaba en el colegio, nada m¨¢s, pero m¨¢s tarde me apunt¨¦ a una escuela deportiva, porque en Lituania somos muy de baloncesto.
?Le ayud¨® no ser tan, tan alto en sus inicios para desarrollar habilidades m¨¢s propias entonces de los jugadores exteriores: pase, tiro, bote¡?
Siempre fui alto, pero es cierto que segu¨ª creciendo hasta m¨¢s tarde que otros y hubo un verano en el que todo cambi¨®, que pegu¨¦ un estir¨®n de m¨¢s de seis cent¨ªmetros en tres meses. No parece mucho, pero es que luego crec¨ª m¨¢s. Recuerdo que, en los primeros a?os, en la fila del colegio era el tercero o as¨ª m¨¢s alto. Ten¨ªa la habilidad para hacer cosas diferentes y la fui puliendo con el tiempo, seg¨²n iba jugando. De hecho, en mi primer torneo internacional absoluto (con la Uni¨®n Sovi¨¦tica, en el Mundial de Colombia en 1982) ten¨ªa 17 a?os y med¨ªa alrededor de 2,12 m, todav¨ªa lejos de mi estatura final (cerca de 2,20).
Sus excompa?eros en el Real Madrid suelen repetir lo bueno que era en la cancha, pero tambi¨¦n que fue un gran tipo y que bajo su paraguas se estaba muy protegido. ?C¨®mo recuerda aquellos tres a?os?
Fueron los mejores. A veces hablo con mi mujer, Ingrida, de la vida que pasamos fuera de Lituania y siempre recordamos aquellos a?os en Espa?a, en Madrid. Lo ganamos todo, todo lo que pudimos, y ten¨ªamos un gran equipo, no solo en la cancha, sino fuera, lo m¨¢s importante. Desde los jugadores hasta el entrenador y el cuerpo t¨¦cnico, est¨¢bamos muy unidos, parec¨ªa una familia. ?bamos a comer y a disfrutar de la vida, de todo, como un verdadero equipo.
¡°Cada a?o ven¨ªan de la NBA y me dec¨ªan ¡®vamos, vamos¡¯ y yo les respond¨ªa: ¡®No, no¡¯. En 1995 fue ahora o nunca, el ¨²ltimo cartucho¡±
?Quiz¨¢ por eso le cost¨® un poco m¨¢s irse a la NBA?
?Me cost¨®? S¨ª, me fui con 30 a?os, casi 31. Cada temporada ven¨ªan y me dec¨ªan ¡°vamos, vamos, vamos¡± y yo les respond¨ªa: ¡°No, no, no¡±. Primero ten¨ªa tres a?os de contrato en Valladolid y luego firm¨¦ tres m¨¢s con el Madrid y cuando acabaron (en junio de 1995), me ten¨ªa que decidir. O iba entonces o no ir¨ªa nunca, y me fui. No quer¨ªa quedarme con la cosa de no haber probado, de haberme preguntado luego qu¨¦ hubiera pasado de haber jugado en la NBA. El ¨²ltimo cartucho.
"Si el mundo hubiera sido diferente en los 80, quiz¨¢ hubiera jugado en la NBA antes, pero bastante que pude salir. Estoy muy contento de que me tocara Espa?a¡±
?Alguna vez se arrepinti¨® de no haberse ido antes?
Si el mundo hubiera sido diferente en los 80, qui¨¦n sabe, pero no era una decisi¨®n que pudiera tomar. Bastante que pude salir a Espa?a, a Valladolid, en 1989. Antes, la situaci¨®n pol¨ªtica (en la URSS) me lo imped¨ªa. No era ir, ten¨ªa que escaparme. Yo fui a Estados Unidos por vez primera en una gira con la selecci¨®n de la Uni¨®n Sovi¨¦tica en 1982 y para m¨ª no fue un impacto esa visita inicial. Si me hubiera planteado escaparme, a lo mejor, s¨ª; pero solo pensaba en viajar y jugar (era el final de la etapa de Leonid Brezhnev como secretario general del Partico Comunista). Y en ganar. Me acuerdo que por primera vez logramos m¨¢s victorias, creo que 9 a 3, en la serie de partidos que disputamos contra los equipos universitarios, porque hasta entonces siempre perd¨ªamos.
Nunca jug¨® en el CSKA, en Mosc¨², el equipo del ej¨¦rcito no lo reclut¨® porque oficialmente estaba en la universidad como estudiante de Agricultura y mientras eso pasara pod¨ªa seguir en Kaunas y en el Zalgiris. ?Estudiaba de verdad o solo era una artima?a?
Aquello lo organizaron las autoridades lituanas, me lo facilitaron todo y para m¨ª era m¨¢s f¨¢cil hacerlo en verano. No quer¨ªan perderme durante dos temporadas, que fuera all¨ª (a Mosc¨²). ?Claro que me ayudaron! No hab¨ªa otra manera, digamos, de sobrevivir.
¡°El Zalgiris gan¨® al CSKA tres finales seguidas. ?H¨¦roes? En Lituania ¨¦ramos peque?os y quer¨ªamos morder a alguien grande¡±
Hubo una rivalidad tremenda entre el Zalgiris y el CSKA, seis finales seguidas de la Liga sovi¨¦tica y tres triunfos lituanos entre 1985 y 1987, ?c¨®mo recuerda aquellas batallas con los que eran sus compa?eros de selecci¨®n?
El campo es el campo, parec¨ªamos enemigos, pero despu¨¦s del partido¡ a otra cosa. En el Zalgiris ¨¦ramos todos lituanos y quer¨ªamos demostrar que tambi¨¦n pod¨ªamos ganar. En los primeros a?os no era posible, pero luego lo conseguimos. ?Como unos h¨¦roes? Mira, entonces no hab¨ªa mucho deporte de ¨¦lite en Lituania, hab¨ªa f¨²tbol y un equipo de baloncesto que lleg¨® a acabar tercero el campeonato (el Statyba Vilna, en 1979). Y nosotros, claro. Hubo mucha felicidad, mucha celebraci¨®n, ¨¦ramos peque?os y quer¨ªamos morder a alguien grande, y lo hicimos.
Era el arma del Zalgiris y a la vez de la URSS, vital para ganarle a los yugoslavos, a los americanos, no descansaba nunca, jugaba en invierno y en verano, parec¨ªa que lo exprimieran. ?Esa fue la causa de su grave lesi¨®n en el tend¨®n de Aquiles en 1986?
Y eso me pasaba incluso antes, cuando ten¨ªa 16, 17 y 18 a?os, no paraba de jugar, con el Zalgiris, con la selecci¨®n sovi¨¦tica j¨²nior, con la absoluta, con la j¨²nior lituana, en todos lados¡ Por eso ahora no me canso de repetir que hay que cuidar a los hombres altos j¨®venes, porque se desarrollan de manera m¨¢s lenta y necesitan su tiempo. Si me hubieran cuidado m¨¢s y hubiera jugado solo en dos competiciones cada a?o, posiblemente no hubiera sufrido esa lesi¨®n, pero como iba de un aeropuerto a otro y a otro sin parar, pues normal que algo pasara. ?Y menos mal que a¨²n pude seguir jugando! Muy pocos deportistas de ¨¦lite contin¨²an en activo despu¨¦s de dos o tres lesiones graves del tend¨®n de Aquiles, como las que tuve yo.
Tras pasar una temporada muy mermado y perderse el Eurobasket de 1987, las autoridades sovi¨¦ticas le permiten viajar a Portland (los Blazers lo hab¨ªan elegido en el draft de 1986) para operarse y recuperarse inicialmente all¨ª. ?Se le hizo duro pensar que a lo mejor no podr¨ªa volver a jugar?
No, porque siempre confi¨¦ en los doctores, cre¨ªa en lo que me dec¨ªan, y nunca pens¨¦ que no volver¨ªa a jugar. Lo ¨²nico, que perd¨ª tiempo, resulta muy duro afrontar una recuperaci¨®n as¨ª, porque quieres ir m¨¢s r¨¢pido y no lo consigues, y tampoco puedes porque tienes que hacerlo todo paso a paso, no puedes correr el riesgo de una nueva rotura, porque esa s¨ª podr¨ªa ser para siempre. Es duro, pero nunca pens¨¦ que no lo lograr¨ªa. A partir de entonces jugu¨¦ con una pr¨®tesis (en el pie derecho) que evitaba que el tobillo se girara de m¨¢s y se rompiera.
El doctor Cook de Portland trataba de recuperarle y el seleccionador John Thompson avisaba del peligro de que usted llegara a tiempo a los Juegos de 1988 y les ganara el oro a los americanos, como as¨ª pas¨®. ?Recuerda aquella pol¨¦mica?
¡°Le dec¨ªa a Gomelski despu¨¦s de la lesi¨®n que me llevara a los Juegos de Se¨²l incluso de turista, era una oportunidad ¨²nica¡±
Los m¨¦dicos hac¨ªan su trabajo y el entrenador y algunos m¨¢s estaban pendientes de otras cosas. Lo entiendo, pero para m¨ª era una oportunidad ¨²nica porque en 1984 no pudimos ir a los Juegos Ol¨ªmpicos (debido al boicot sovi¨¦tico a la cita de Los ?ngeles como respuesta al de Estados Unidos en Mosc¨² 80) y en aquel momento pensaba que era ahora o nunca, que me quedar¨ªa sin conocer los Juegos (luego, sin embargo, se colgar¨ªa dos bronces con Lituania, en Barcelona 92 y Atlanta 96). Le dec¨ªa a Gomelski (seleccionador de la URSS y algo m¨¢s) que me llevara aunque fuera de turista, para estar dentro y ver c¨®mo era todo.
Alexander Gomelski le dir¨ªa que s¨ª a lo de ir como turista y luego...
¡°Y Gomelski me explicaba en 1988: ¡®Lo importante es que est¨¦s en el banquillo, echa una mano cuando puedas, no te voy a matar¡¡±
Al final fui como jugador, me explicaba: ¡°Lo importante es que est¨¦s en el banquillo, echa una mano cuando puedas, no te voy a matar¡¡±. Pero cuando llevas a?o y medio sin jugar, las palabras se las lleva el viento, quieres saltar a la cancha, hacerlo todo.
?C¨®mo recuerda aquella semifinal hist¨®rica ante los americanos, que supuso su segunda derrota ol¨ªmpica en 52 a?os, y la final frente a los yugoslavos?
Ten¨ªamos un muy buen equipo y mucha confianza en nosotros mismos, aunque eso no quiere decir que pens¨¢ramos que ¨ªbamos a ganar seguro a los americanos. Luego sali¨® bien y¡ ol¨¦. Y contra Yugoslavia fuimos perdiendo al principio, pero siempre pens¨¢bamos que dar¨ªamos un empuj¨®n y ganar¨ªamos, que seguro que no les ¨ªbamos a dejar vencer esta vez.
A Espa?a le pasaba igual, con los yugoslavos la rivalidad era m¨¢s grande, hab¨ªa m¨¢s tensi¨®n.
S¨ª, siempre era dif¨ªcil, jugaban con el aspecto psicol¨®gico. Por ejemplo, con los americanos no sab¨ªan hacerlo, pero contra nosotros, s¨ª. A nosotros nos pasaba un poco al rev¨¦s, contra EE UU jug¨¢bamos mejor, quiz¨¢ m¨¢s tranquilos, pero con ellos no s¨¦ qu¨¦ ocurr¨ªa, pero¡ ya est¨¢, ya pas¨®, fue hace muchos a?os, me preguntas y me cuesta recordar.
Y con el oro al cuello Gomelski hizo las gestiones para que varios de ustedes pudieran salir a jugar fuera un a?o despu¨¦s, en 1989. Marciulionis y Volkov a la NBA y Sabonis a Espa?a, ?no se ve¨ªa a¨²n preparado para ir a EE UU por la lesi¨®n?
Sucedi¨® todo r¨¢pido. Gomelski nos hab¨ªa dicho que, si gan¨¢bamos los Juegos, arreglar¨ªa las cosas para que pudi¨¦ramos jugar en el extranjero, y ganamos. Pero eran a¨²n tiempos complicados por la ¨¦poca, el momento hist¨®rico, resultaba dif¨ªcil de creer del todo que sali¨¦ramos a una liga de fuera. Yo ven¨ªa de la lesi¨®n y cuando lleg¨® Gonzalo Gonzalo (presidente del Valladolid) y me plante¨® la opci¨®n de ir a la ACB, dije que s¨ª. Quer¨ªa salir, aunque claro que no sab¨ªa todo lo que iba a pasar a continuaci¨®n (la URSS se derrumb¨® y qued¨® oficialmente disuelta en diciembre de 1991). No lo pens¨¦ mucho, recib¨ª la oferta y¡ vamos.
Conoc¨ªa Espa?a de campeonatos y muchos partidos, ?le gustaba ya antes de llegar?
Y hasta ahora. Mira, mis dos primeros hijos nacieron en Espa?a y todos (cuatro en total, Zygimantas; Tautvydas; Domantas, dos veces all star en la NBA y nacido en Portland; y su ¨²nica hija, Ausrine) fueron a la escuela en su pa¨ªs. A¨²n digo que estoy muy contento de que me tocara Espa?a. Me gusta el pa¨ªs y me gustan los espa?oles, todo lo que tienen.
Dicen que un Sabonis sin lesiones hubiera sido uno de los grandes p¨ªvots de la historia de la NBA, pero el Sabonis posterior era mejor jugador, m¨¢s constante, le¨ªa mejor el juego, ?qu¨¦ piensa usted?
Que la edad todo lo cura, mi falta de regularidad en los primeros a?os creo que se deb¨ªa a que era muy joven. Sin lesiones, tambi¨¦n hubiera cumplido a?os, hubiera madurado¡ no lo s¨¦. Al final, estaba contento de que todav¨ªa pudiera jugar, de que todo saliera como sali¨® despu¨¦s de dos lesiones.
Hace un a?o record¨¢bamos que en su sexta temporada en Espa?a bat¨ªa el r¨¦cord ACB a¨²n vigente con 66 de valoraci¨®n. En un curso en el que tambi¨¦n hizo 58 y 54 y en 15 partidos 39 o m¨¢s cr¨¦ditos y en 24 de las 41 jornadas rebas¨® los 30. N¨²meros y constancia incre¨ªbles.
Entonces solo hab¨ªa dos extranjeros permitidos y ten¨ªa que responder en todos los partidos, no como ahora, que hay muchos y a veces no sabes qui¨¦n va a jugar o si alguien descansa. Entonces deb¨ªa responder siempre, para eso me hab¨ªan fichado, era otro baloncesto. Y ganamos la Liga y la Copa y la Copa de Europa despu¨¦s de muchos a?os.
?Los bases¡? Una tragedia (se r¨ªe). Ten¨ªa bastante con que me pasaran despu¨¦s de mucho gritar. Les dec¨ªa ¡®dadme el bal¨®n¡¯ y no me lo daban¡±
?Los bases trataban de buscarle en el lado bueno para que pudiera girarse hacia la derecha?
?Los bases¡? Siempre una tragedia (se r¨ªe), ya ten¨ªa bastante con que me pasaran despu¨¦s de mucho gritar y pedir el bal¨®n, de presionarles. Les dec¨ªa ¡°dadme el bal¨®n¡± y no me lo daban.
?Estuvo alguna vez sancionado en la URSS por vender caviar o otros productos en sus viajes fuera del pa¨ªs?
No, nunca tuve problemas.
?Y Gomelski?
Creo que s¨ª, estuvo sancionado uno o dos a?os sin poder salir fuera de la URSS, algo ten¨ªa.
Y en 1995 se va a Portland tras ganar la Copa de Europa y llega a la NBA como un rookie de casi 31 a?os, ?con qu¨¦ expectativas aterriza?
?La verdad? No esperaba nada, solo quer¨ªa probar y verlo todo, que era nuevo para m¨ª. Los partidos en la NBA son iguales, hay que pasar, defender y anotar, solo que con otro nivel de jugadores.
Y en 2000 rozan el anillo pero pierden en el s¨¦ptimo partido de la final del Oeste ante los Lakers.
Casi, casi, pero hay que ganar, si no pasas, no sirve. Es como una final, casi, casi y pierdes. Y ca¨ªmos por 4-3.
?Fue Shaquille O¡¯Neal el rival m¨¢s duro de toda su carrera?
S¨ª, muy fuerte. En Europa recuerdo a Audie Norris, me hac¨ªa trabajar a tope, igual que Fernando Mart¨ªn.
?C¨®mo fue la temporada de su despedida en el Zalgiris con 39 a?os? Se quedaron a un segundo de la Final Four y quiz¨¢ de ganar la Euroliga.
Ganar, no, pero la Final Four¡ s¨ª. Ah¨ª s¨ª que estaba el partido ganado, estaba hecho y Dios decidi¨® diferente (Derrick Sharp, del Maccabi, anot¨® de tres in extremis tras un pase de campo a campo en dos segundos). Triple y ya est¨¢, perdimos en la pr¨®rroga. A veces un segundo o dos en el baloncesto cambian muchas cosas.
?En 2004 pudo fichar por el Unicaja?
Empec¨¦ en el Zalgiris y siempre dije que quer¨ªa retirarme en el Zalgiris, y eso hice.