LeBron, a la caza de Kareem
El Rey est¨¢ a 3.000 puntos de Jabbar en la tabla hist¨®rica de m¨¢ximos anotadores. Si todo va bien, en dos temporadas podr¨ªa aumentar a¨²n m¨¢s su leyenda.
Los r¨¦cords son algo inherente al deporte, incluso a la vida en general. Pero en la NBA, cobran especial importancia. No hay d¨ªa que pase sin que una actuaci¨®n del presente sea comparada con una del pasado, con constantes alusiones a datos ingentes que hacen colapsar todo tipo de cabezas. Cuentas de Twitter como ESPN, The Athletic o StatMuse, se encargan de recordarnos que todo es comparable y que todo es susceptible de ser superado. Y en una competici¨®n mejorada, en la que hay cada vez m¨¢s posesiones, m¨¢s lanzamientos, m¨¢s triples y m¨¢s anotaci¨®n, los r¨¦cords, otrora hist¨®ricos y que en su d¨ªa se cre¨ªan insuperables, van cayendo mientras la nueva generaci¨®n de baloncestistas hace avanzar la condici¨®n humana y aumentando capacidades f¨ªsicas y fisiol¨®gicas. Todo, en medio de un debate constante en el que se compara el juego de ayer y el de hoy, con cada uno de los protagonistas reivindicando el suyo respectivamente.
Sin embargo, no es lo mismo un r¨¦cord que otro. Si bien la combinaci¨®n de varias estad¨ªsticas puede suponer una gran haza?a jam¨¢s vista, son los n¨²meros absolutos los m¨¢s valorados por la opini¨®n p¨²blica, ese lugar en el que se ganan las batallas que deciden las guerras. Igual que Russell Westbrook se ha hecho due?o y se?or de los triples-dobles en los ¨²ltimos tiempos, superando a mitos como Oscar Robertson y logrando el promedio en una temporada hasta en cuatro ocasiones, hay otros r¨¦cords que, si bien antes parec¨ªan propios de otra era, ahora se ven amenazados por jugadores hist¨®ricos, estrellas convertidas en leyendas que buscan aumentar su lugar en el Olimpo y acabar con un monopolio que se extiende por m¨¢s de 30 a?os. Estamos hablando, claro, de la anotaci¨®n, ese dato supremo que lo domina todo. Eso a lo que la gente presta m¨¢s atenci¨®n. Lo que define, casi siempre, a un jugador.
Si bien anotar no es lo m¨¢s importante del baloncesto, un cl¨¢sico convertido en un clich¨¦ y repetido m¨¢s en las etapas de formaci¨®n de los j¨®venes deportistas que en el profesionalismo puro, es cierto que es una parte imprescindible de cualquier pr¨¢ctica deportiva. Al final, el que m¨¢s puntos mete, gana. Y, si repasamos la lista de los mejores jugadores de todos los tiempos, independientemente del orden, siempre sujeto a una subjetividad extrema, vemos a grand¨ªsimos anotadores... o a jugadores que destacaban por todo, pero tambi¨¦n por meter puntos. Michale Jordan, Kareem Abdul-Jabbar, LeBron James, Kobe Bryant... incluso Larry Bird o Magic Johnson, que no se prodigaban por la treintena de puntos con tanta facilidad como el resto de los nombrados, ten¨ªan una capacidad innata para conseguir grandes exhibiciones en este aspecto del juego. Tambi¨¦n hay muchos p¨ªvots en la lista: Shaquille O'Neal, Wilt Chamberlain (claro)... Se podr¨ªa decir que, excepto la eterna (y eternizada) figura de Bill Russell, todos, en esa hipot¨¦tica lista, han anotado en demas¨ªa durante su carrera.
LeBron, a por el r¨¦cord supremo
El 13 de junio de 1989, Kareem Abdul-Jabbar dec¨ªa adi¨®s a una de las carreras m¨¢s impresionantes de siempre. Si hubiera sido un hombre contempor¨¢neo, podr¨ªa ser considerado el mejor de la historia, pero ese puesto se le asigna de forma mayoritaria a Michael Jordan, m¨¢s cercano a la memoria de los aficionados. Jabbar se despidi¨® en las Finales, con una dura derrota ante los Pistons (4-0) y 7 puntos en su cuenta particular. El tercer duelo fue testigo de su ¨²ltima gran exhibici¨®n: 24 tantos y 13 rebotes con 42 a?os. Jabbar dec¨ªa adi¨®s con seis anillos, numerosos r¨¦cords, leyenda viva de Bucks y Lakers y una carrera que se extend¨ªa por casi dos d¨¦cadas, 19 All Stars y un cambio de nombre incluido. Y, claro, un r¨¦cord que todo el mundo pens¨® que ser¨ªa imposible de alcanzar: 38.387 puntos, un promedio de 24,6 en 1560 partidos jugados. Una cifra que exced¨ªa, por mucho, a la de sus m¨¢s inmediatos perseguidores. Es m¨¢s, en ese momento, el segundo en la lista era Chamberlain, con 31.419.
Desde entonces, han sido varios los jugadores que han amenazado el trono, y aunque se ha llegado a especular con un nuevo rey, nunca nadie ha llegado a estar verdaderamente cerca. Michael Jordan, entre retirada y retirada, hizo 15 temporadas, que de haber sido m¨¢s podr¨ªamos haber visto un nuevo conquistador. Karl Malone, eternamente ignorado pero segundo en la lista (36.928) se qued¨® a poco m¨¢s de 1.000 puntos, pero se retir¨® en 2004, tras una infructuosa temporada con los Lakers, casi 41 a?os e ignorando las peticiones del equipo angelino para que continuara. A Shaq le lleg¨® el declive de forma demasiado clara, y Kobe empez¨® teniendo un papel secundario antes de explotar definitivamente y llegar hasta el tercer puesto de m¨¢ximos anotadores, d¨ªa en el que dijo eso de que "sin Shaq habr¨ªa llegado a los 40.000". La Mamba Negra est¨¢ hoy en cuarta posici¨®n. Fue adelantada, ya se sabe, por LeBron James... la estrella que amenaza con llegar, esta vez de forma clara, al primer puesto. Uno que ocupa Jabbar desde hace m¨¢s de 30 a?os.
El Rey tiene posibilidades reales de alcanzar el primer puesto. Es m¨¢s, incluso empeorando sus espectaculares estad¨ªsticas. LeBron promedia 27 puntos por partido en su carrera, solo ha bajado de los 25 en su temporada rookie. Su cifra m¨¢s baja de puntos totales en una campa?a es del curso pasado, con 1.126. Y sino est¨¢ m¨¢s cerca, es por las lesiones de los ¨²ltimos a?os y por los cursos reducidos por culpa del coronavirus. M¨¢ximo anotador en la 2007-08, LeBron solo tiene que promediar 18,4 tantos por noche en los dos pr¨®ximos a?os para alcanzar a Jabbar. Al p¨ªvot, entrevistado por Marc Stein recientemente, no parece importarle demasiado: "No veo los r¨¦cords como logros personales, sino como haza?as humanas. Todos ganamos cuando se rompe un r¨¦cord, y si LeBron rompe el m¨ªo, estar¨¦ all¨ª para alentarlo". Cosas de leyendas. Y de r¨¦cords, claro. Y en la NBA, ese lugar donde todo es posible, parece que puede caer hasta ese que parec¨ªa imposible. Y eso no es cosa ni de leyendas ni de r¨¦cords, que tambi¨¦n. Es cosa de LeBron.