Se frustra un sue?o de Doncic
Seg¨²n las ¨²ltimas filtraciones, Goran Dragic, uno de los objetivos de los Mavericks, est¨¢ cada vez m¨¢s lejos de fichar por los texanos.
Los Mavericks no dan con la tecla. Tras la guerra civil interna y todas sus consecuencias, en despachos y banquillos, no parece que las cosas est¨¦n mejorando para el proyecto que lidera Luka Doncic. Y eso que las aguas se han calmado y ahora todos intentan esbozar una sonrisa, pero nadie se olvida de que la eliminaci¨®n ante (otra vez) los Clippers en (otra vez) primera ronda vino acompa?ada de terribles consecuencias. Donnie Nelson, directivo que llevaba ligado casi 25 a?os a la franquicia, se desped¨ªa por obra y gracia de Mark Cuban, ese esperp¨¦ntico propietario. La guerra interna ten¨ªa como nombre propio a otro ejecutivo, un Haralabos Voulgaris que, seg¨²n The Athletic, era el principal promotor del despido del hijo del m¨ªtico Don Nelson y de las batallas sin cuartel que se estaban empezando a plantear entre Luka Doncic y la entidad. Y, por si fuera poco, Rick Carlisle sal¨ªa de forma tan fulminante como sorpresiva, mientras se filtraban informaciones de su supuesta mala relaci¨®n con el esloveno, que est¨¢ en todas.
Ahora, en el momento de la verdad, ha llegado el momento de reforzar el equipo, algo que no se est¨¢ consiguiendo del todo. Es un a?o clave para los Mavericks en el que se decidir¨¢ si dan un salto hacia delante o se quedan como un equipo que lucha por las ¨²ltimas plazas que dan acceso a playoffs y dicen adi¨®s a las primeras de cambio. Llegan al equipo Reggie Bullock y Sterling Brown, pero no parecen suficientes para una plantilla que no ha dado un verdadero golpe de efecto. Y aun as¨ª, lo que hay que resolver est¨¢ a nivel interno: Kristaps Porzingis sigue estando sobrepagado, y le quedan por cobrar 31, 33 y 36 millones de d¨®lares en las pr¨®ximas tres temporadas, la ¨²ltima con opci¨®n de jugador. Su relaci¨®n con Doncic no es buena y no es la estrella que promet¨ªa, con lesiones constantes y una irregularidad que es su mejor (y, tristemente, ¨²nico) logotipo.
El que tambi¨¦n ha llegado, en este caso a los banquillos, ha sido Jason Kidd, uno de los integrantes del anillo de 2011 y un mito en la NBA y en la franquicia. Y el que parece que no va a llegar es Goran Dragic, un jugador en el que los Mavericks ten¨ªan mucho inter¨¦s. El base, de 35 a?os e integrante del Tercer Mejor Quinteto de la NBA en 2014, ha recalado en los Raptors tras salir de los Heat. Y parec¨ªa que estaba cerca de aterrizar en el equipo texano... hasta que el periodista de la ESPN, Jordan Schultz, ha evaporado esta opci¨®n. Otro palo muy gordo para un equipo cuyo futuro es incierto y que se ha visto inmerso en una pelea interna que no termina de amainar. Doncic se queda sin un base fetiche. Y los Mavericks, con una plantilla descompensada y que no tiene pinta de avanzar. A?o clave para ellos. Veremos.