Locura total: Ayton resuelve un final de infarto y pone el 2-0

Hay cosas que simplemente pasan, sin que se tenga que buscar mayor explicaci¨®n. Y lo ocurrido esta noche en Arizona es para, como m¨ªnimo, frotarse los ojos y verlo en bucle una y otra vez. Eso s¨ª, con una ventaja de hacerlo en diferido: pasar los eternizados parones provocados por el Instant Replay, esa televisi¨®n que utilizan los ¨¢rbitros para discernir hacia qu¨¦ lado se inclina la balanza. El partido, de inicio a fin, dur¨® m¨¢s de tres horas; los ¨²ltimos cinco minutos, m¨¢s de 30. Y el ¨²ltimo se hizo eterno para todo aquel que estuviera viendo el encuentro, libre de modorra por los nervios pero asqueado por no conocer ya el final. Esto no es, ojo, una cr¨ªtica a la tecnolog¨ªa en el deporte... pero revisar cada una de las ¨²ltimas jugadas del encuentro puede provocar un sopor solo comparable con la emoci¨®n que hay en cada partido de playoffs, un duelo encarnizado, una lucha contra uno mismo y contra el rival. En fin, lo m¨¢s grande del deporte en 48 minutos. O en uno y medio, que en total han durado 33, con las mismas entrevistas (5) que tiros de campo en ese periodo.

Empecemos por el final. Con 93-90 en el marcador para los Suns y apenas tres minutos para la conclusi¨®n del encuentro, Jae Crowder atrapaba un rebote, pero ve¨ªa como, r¨¢pidamente, las manos de Paul George llegaban al bal¨®n. Los ¨¢rbitros concedieron tiempo muerto al jugador local considerando que lo hab¨ªa solicitado antes de la acci¨®n de su rival. Un dato sin m¨¢s que se aleja levemente del final del encuentro, pero que ejemplifica una cosa: el arbitraje casero. Casi todas las revisiones del Instant Replay dieron la raz¨®n a los Clippers, y casi todas las se?alizaciones previas iban para los Suns, incluida una muy obvia al final que ahora contaremos. Adelantando, eso s¨ª, que ni Phoenix gan¨® por los ¨¢rbitros, ni los Clippers perdieron por su culpa.

Antes del infarto, ramalazos de talento en un final cuya duraci¨®n fue inversamente proporcional a la cantidad de anillos (ninguno) con los que cuentan los dos equipos de las finales del Oeste. De hecho, solamente los finalistas del Este, Bucks y Hawks, cuentan con alg¨²n anillo (y es uno). En ambos casos, muy atr¨¢s en el tiempo (1971 y 1957, respectivamente); en el segundo, cuando la franquicia a¨²n se ubicaba en St. Louis. Un minipunto para una NBA que siempre lucha por la igualdad entre los equipos, pero que se ha encontrado muchas sorpresas en forma de lesiones por obra y gracia del calendario condensado (del que tienen responsabilidad) y el coronavirus (ah¨ª no tanta). Volviendo a Arizona, los Clippers resistieron como lo hab¨ªan hecho durante todo el partido, con un ejercicio de resiliencia envidiable, hasta que pasaron del 100-97 al 100-101, merced a cuatro puntos consecutivos de un Paul George primero err¨¢tico, brillante despu¨¦s... y con dos fallos desde la personal imperdonables al final.

La locura

La secuencia final fue de aut¨¦ntica locura: tiempo muerto de Monty Williams, canasta en suspensi¨®n de Devin Booker, que finaliz¨® con 20 puntos y 5 asistencias, pero 5 de 16 en tiros de campo, 5 faltas cometidas y 7 p¨¦rdidas. Tiempo muerto de Tyronn Lue y tiro en suspensi¨®n de Paul George, que lo hizo con 26+6+6, pero 1 de 8 en triples. Una oda a la media distancia por dos jugadores, uno criado en el baloncesto de antes (George) y uno que lo ha hecho en el de ahora, pero le gusta lo que hab¨ªa antes. Tras eso, el Instant Replay confirm¨® la s¨¦ptima p¨¦rdida de Booker por culpa de un Beverley que no par¨® de hablar en todo el partido y que tiene un hom¨®logo perfecto en el otro lado, un Jae Crowder que le hace la competencia en lo referente a cansinear a tus rivales. Tras eso, Paul George iba a la l¨ªnea para confirmar la victoria y asegurar al menos la pr¨®rroga, pero fall¨® los dos tiros libres. Le pudo la presi¨®n al alero, que anot¨® 34 puntos en el primero partido, amag¨® con ser el h¨¦roe en el segundo, pero naufrag¨® al final. Y ah¨ª, y no en el arbitraje, estuvo la clave.

Eso s¨ª, pasaron m¨¢s cosas. Mikal Bridges fall¨® desde la esquina, pero la posesi¨®n fue para los Suns, Instan Replay (c¨®mo no) mediante. Y con 0,9 segundos para el final, Crowder se la pon¨ªa arriba a Ayton y ¨¦ste machacaba mientras sonaba la bocina. Zubac no lleg¨®, pero por alg¨²n que otro motivo: dos agarrones primero de Ayton y un bloqueo en movimiendo desvergonzante de Booker permitieron que llegara hasta la canasta. Dos faltas en ataque que jam¨¢s se van a pitar en playoffs, y menos al equipo de casa. Y que no ensombrecen, eso s¨ª, el asombroso partido de Ayton, otro m¨¢s: 24 puntos (12 en el primer cuarto), 14 rebotes y 12 de 15 en tiros de campo. El mejor del partido junto a Cameron Payne, que se fue a 29 tantos y 9 asistencias. Y todo con rumores cada vez m¨¢s crecientes de que Chris Paul volver¨¢ en el tercer asalto, ya con todos los protocolos del coronavirus superados.

Todav¨ªa les sobraron 0,7 segundos a los Clippers, algo que los ¨¢rbitros concedieron tras revisar (otra vez) el Instant Replay. Sin tiempos muertos para un Tyronn Lue que sac¨® lo mejor de gente como Reggie Jackson (19 puntos y 5 rebotes), la misi¨®n era pr¨¢cticamente imposible, encima sacando desde su propio campo. Y con todo eso, los angelinos est¨¢n, para variar, con 2-0 en contra. Pero sin un Kawhi Leonard que no parece que vaya a volver y con una derrota muy dolorosa fraguada por una grada candente, un ambiente de presi¨®n extraordinario, un rival poderoso y un arbitraje casero. Y sobre todo, por dos tiros libres fallados por un Paul George que, si quiere tocar la gloria, no puede fallarlos. Eso s¨ª, estos son los playoffs. Toca olvidarse y afrontar el tercer asalto. Los Suns se acercan a las Finales. Los Clippers se alejan. Pero el final, nadie se lo sabe. Eso es lo bueno.