NBA | CLIPPERS 132 - JAZZ 106 (1-2)
Los Clippers salen de la tumba
Paliza a unos Jazz sin energ¨ªa. Lesi¨®n de Donovan Mitchell en el ¨²ltimo cuarto de un partido totalmente dominado por Paul George y Kawhi Leonard. Ma?ana, trascendental cuarto.
Los Clippers son una franquicia tan extra?a, con tantos fantasmas en el armario y tanta tendencia a precipitarse al vac¨ªo cada vez que las cosas deber¨ªan ir bien, que quiz¨¢ su f¨®rmula sea precisamente esta: hacerse la muerta, dejarse ir, acumular repasos sonados de la prensa y memes en las redes, escuchar profec¨ªas sobre futuros horripilantes. Como si se aferraran a aquello de que no se puede matar lo que ya est¨¢ muerto, los Clippers de estos playoffs 2021 son un bloque fr¨ªo, insensible, de ritmo particularmente extra?o. Y esa puede ser su salvaci¨®n. Un equipo de pulso impredecible que veremos si abre una v¨ªa de escape por segunda eliminatoria consecutiva. Porque nadie ha remontado dos veces un 2-0 en contra en los mismos playoffs. Y los Clippers se lo levantaron a los Mavericks (con, rizando el rizo, tres derrotas en los tres primeros partidos en su pista) y han puesto la primera piedra para voltear a los Jazz: 132-106, paliza en el Staples Center y, por ahora, el signo contrario a la extra?¨ªsima primera ronda. Contra los Mavs el visitante gan¨® los seis primeros duelos. En esta semifinal, el local ha ganado los tres que se han jugado. Y ma?ana (04:00) va el cuarto. Sentencia casi definitiva o eliminatoria abierta de par en par. ?Se puede matar lo que ya est¨¢ muerto?
Los Clippers jam¨¢s han jugado, un dato que resulta incre¨ªble por mucho que se repita, una final de Conferencia. Es el sello de su historia maldita, la de una de las peores franquicias profesionales de la historia del deporte estadounidense. De Salt Lake City salieron lej¨ªsimos de la primera¡ y ahora est¨¢n m¨¢s cerca. ?Un poco m¨¢s cerca¡ o bastante m¨¢s cerca? Eso lo sabremos ma?ana, pero la primera parte del trabajo, que ser¨¢ herc¨²leo en todo caso, est¨¢ hecha. La emboscada a los Jazz incluy¨® un cambio dr¨¢stico en lo ambiental: de las calderas hirvientes del Vivint Arena al ambiente fantasmal del Staples. Hasta eso, esa descompresi¨®n anticlim¨¢tica, puede ser parte del ajuar de un equipo en el que Tyronn Lue parece probar demasiadas cosas complicadas antes de refugiarse en las sencillas y en el que, por fin, apareci¨® la f¨®rmula que les puede ayudar a dejar atr¨¢s a un rival superior por mecanismos colectivos: m¨¢s f¨ªsico, m¨¢s defensa, m¨¢s peso de las estrellas en el ritmo del partido.
Influye la enfermer¨ªa, claro. Los Clippers siguen sin parar tras jugar siete partidos contra los Mavericks y suman diez en playoffs. Y est¨¢n ya oficialmente sin Serge Ibaka, un jugador que tendr¨ªa que haber sido clave en eliminatorias como esta. Pero hasta esa guerra se les est¨¢ poniendo de cara: Mike Conley todav¨ªa no ha jugado y Donovan Mitchell est¨¢ perdiendo salud a medida que acumula minutos. Acab¨® tocado el segundo partido, con feo e innecesario trompazo final de Paul George. Y en el ¨²ltimo cuarto del tercero, el colmo de una noche negra, se fue al vestuario cojeando. Viene, hay que recordarlo, de una complicada lesi¨®n de tobillo en la segunda parte de la temporada. Y aunque Quin Snyder corri¨® a decir que todo est¨¢ bien, es obvio que Mitchell est¨¢ pagando un precio alto en lo f¨ªsico. Noche tras noche. Y los playoffs no perdonan: ma?ana, m¨¢s. Muchos de los problemas de los Jazz se arreglar¨ªan con el regreso de Conley. A veces es as¨ª de sencillo. M¨¢s direcci¨®n, m¨¢s creaci¨®n, otro pu?ado de tiros, buenas decisiones. Pero el base anda enredado con la t¨ªpica lesi¨®n muscular que es un s¨ª pero no por ahora constante. Un gran peligro en playoffs.
En ese escenario, faltaba un gran partido completo de los Clippers, que tuvieron su momento en los dos jugados en Utah aunque perdieron ambos. Y lleg¨®: paliza casi de principio a fin, al menos despu¨¦s de un 0-8 inicial tras dos triples liberados de Joe Ingles. Un espejismo. Lue apost¨® por quintetos m¨¢s peque?os y una defensa ultra agresiva con dos y hasta tres hombres haciendo la vida imposible a Mitchell. Funcion¨® en un mal d¨ªa de Bogdanovic y Clarkson y con menos impacto de Gobert por el estilo mucho m¨¢s vol¨¢til del rival. Adem¨¢s, las estrellas respondieron con rotundidad: Paul George sum¨® 20 puntos en un memorable primer tiempo y acab¨® con 31. Y Kawhi Leonard tom¨® el relevo tras el descanso: 24 de sus 34 totales (con 12 rebotes y 5 asistencias) y pu?o de hierro cuando los Jazz dieron un sustito a base de triples. Un 66-49 nada comenzar el tercer cuarto lleg¨® hasta el 84-76 que no se comprimi¨® m¨¢s. Los Clippers ni dudaron ni temblaron. Fueron mejores de cabo a rabo esta vez, con partidos muy serios de Batum (17 puntos, 7 rebotes, 4 triples) y Reggie Jackson (cuatro triples sin fallo para empezar, 17 puntos) y una defensa que dej¨® a los Jazz en 15 asistencias por 16 p¨¦rdidas. Fuera de su estilo, sin energ¨ªa ni precisi¨®n, sin v¨ªas hacia el aro y obligados a vivir colgados de un Mitchell que no anot¨® en el primer cuarto (por primera vez en m¨¢s de dos a?os), sum¨® 16 puntos en un heroico segundo parcial (la primera canasta, despu¨¦s de m¨¢s de 16 minutos) y acab¨® con 30¡ y hielo en el tobillo. Mala cosa, muy mala cosa.
Los Jazz llegaron a L.A. con un tremendo colch¨®n. Un 2-0 tendr¨ªa que ser ventaja m¨¢s que suficiente para un equipo de 72% de victorias en fase regular (52-20, el mejor balance de la NBA). Esta derrota puede ser simplemente el canto del cisne de un rival acosado, malherido, desesperado: pasa. Si los Jazz reaccionan ma?ana, seguramente acabaremos teniendo esa sensaci¨®n. Pero tal vez los Clippers han encontrado su f¨®rmula, tal vez Mitchell siga sumando achaques y Conley no termine de volver aunque parezca siempre a punto de hacerlo. Por otro lado, cada uno que vea el vaso como quiera, dif¨ªcilmente la defensa ser¨¢ tan espantosa como en este tercer partido, y seguramente Snyder preparar¨¢ mejor a un equipo que, cuando la cosa se pone dura, tiene un serio problema de profundidad de banquillo. As¨ª que esto puede ser un espejismo¡ o el inicio de una revoluci¨®n. Los Clippers est¨¢n ah¨ª, y han dado un buen golpe encima de la mesa. Desde la tumba o, precisamente, sin resignarse a caer en ella porque, al fin y al cabo, no se puede matar lo que ya est¨¢ muerto. Hay serie.