NBA | NUGGETS 102 - SUNS 116 (0-3)
Estos Suns no tienen piedad
Exhibici車n en Denver, dominio total y 3-0 para los de Monty Williams. Partidazo de Chris Paul y Devin Booker y emocionante resistencia de un Jokic colosal: 32+20+10 sin premio.
A veces, simplemente, no se puede. No se llega. No hay suficiente. Y no hay m芍s. No hay giros argumentales hollywoodienses, ni guiones 谷picos esperando en el caj車n. No hay vidas extra, no hay resistencia de 谷poca a la que aferrarse, ni factor cancha, ni siquiera magia de MVP (Nikola Jokic recibi車 el premio antes de jugar). A veces tu rival es estruendosamente mejor. Y en el inicio del 迆ltimo cuarto, cuando el partido se termin車 de romper (76-96, rumbo al 102-116 final) y la eliminatoria se aclar車 definitivamente (3-0 ahora, ma?ana cuarto partido), esa realidad pesaba m芍s en las cabezas de los Nuggets que todos los kil車metros que puedan viajar ya en las piernas. No hay caso: salvo reacci車n milagrosa, literalmente regreso de entre los muertos, Denver Nuggets no repetir芍 como finalista del Oeste y ese lugar de honor ser芍 para Phoenix Suns. Por primera vez desde 2010, la 迆ltima tambi谷n en la que los de Arizona jugaron playoffs.
El destino de los Nuggets estaba escrito, en realidad, desde que una lesi車n de rodilla fulmin車 a Jamal Murray el 13 de abril. Han pasado dos meses en los que el equipo de Michael Malone, por encima de todo el equipo de Nikola Jokic, ha resistido; ha jugado sin parar, sin excusas y sin dejar de creer. Acab車 la Regular Season con nota alt赤sima, encontr車 remiendos (la llegada de Austin Rivers#) y se dio el lujo de ventilar a Portland Trail Blazers cuando la realidad es que ya deber赤an haber perdido esa serie si los de Oreg車n no hubieran incurrido en su cat芍logo habitual de males y disparates. Es m芍s: esta eliminatoria contra los Suns (ahora mismo, todopoderosos Suns) cuestiona m芍s a esos Blazers en plena zozobra (salida de Terry Stotts, dudas de Damian Lillard) que a los propios Nuggets, que est芍n a un paso de un final muy amargo para una temporada que pod赤a haber sido especial. En un lapso de poco m芍s de un par de semanas, desde la llegada de Aaron Gordon (un celebrado all in) hasta la lesi車n fatal de Murray, los Nuggets parecieron tan buenos como cualquier equipo de la NBA. Pero, ya se sabe, Dios escribe recto pero con renglones torcidos. A veces, todo es tan sencillo como eso.
La debilidad de los Blazers y el esp赤ritu de los Nuggets dio una vida extra a los de las Rocosas, pero los Suns (palabras mayores) la han pulverizado, pisoteado. Rivers (esta vez 5 puntos) y Facundo Campazzo (6) no son (no aportaron ni una asistencia) un backcourt con el que ponerse enfrente de Chris Paul y Devin Booker. Es dolorosamente obvio. Will Barton (14 puntos en 14 tiros, casi todos con aroma a desesperaci車n) acaba de volver de una lesi車n que le tuvo fuera en primera ronda (m芍s sonrojo para los Blazers); y en el d赤a en el que hac赤a falta todo, la armada al completo, Aaron Gordon (4 puntos, 2/10 en tiros) y Michael Porter Jr (15 y 5/13) dimitieron.
Qued車 el esfuerzo habitual de Monte Morris (21 puntos, 5 asistencias), en muchos tramos de estos playoffs el segundo mejor jugador de los Nuggets (con esto est芍 todo dicho, sin quitar m谷rito al base) y la presencia constante de Jokic, que jam芍s dimite, jam芍s deja de jugar: emocionante 32+20+10. Solo ante el peligro, jugando en la tumba, consciente de que estaba muerto pero sin querer asumirlo. Puso 32 de los 62 puntos, 20 de los 31 rebotes y 10 de las 11 asistencias del quinteto titular de los Nuggets. Para encontrar un 30+20+10 en playoffs no hay que rebuscar mucho: solo lo hab赤an hecho, hasta ahora, Kareem Abdul-Jabbar y Wilt Chamberlain.
Desde el primer cuarto (27-37) los Suns aplicaron su tortura china a los Nuggets. Siempre por delante, siempre al mando, siempre con el partido bajo control. A partir de ah赤, solo qued車 un ejercicio de masoquismo orgulloso de los locales, que nunca parecieron tener suficiente. Cada racha, cada intento, cada peque?o parcial que pon赤a en pie a la grada, encontraba respuesta inmediata.
Los Suns nunca se pusieron nerviosos, no dudaron, no dejaron puertas entreabiertas. Llevan seis victorias seguidas desde que perd赤an 1-2 contra los Lakers, con el panorama muy oscuro y Chris Paul mermado por una lesi車n de hombro. Est芍n a un paso de la final del Oeste y parecen, hay que decirlo alto y claro, a voz en grito, un candidato con todos los galones al anillo. Su defensa es inteligente, f赤sica e intensa, con combinaciones 迆tiles contra cualquier tipo de rival. Su ataque es una sinfon赤a profunda, con estrellas a los mandos, percusi車n en todas las posiciones y un banquillo de primer nivel. Y con un estilo est谷tico y criminal, una muerte por mil cortes que dirige Chris Paul (esta vez 27 puntos, 6 rebotes, 8 asistencias) y ejecuta Devin Booker (28+6+4). Esa coreograf赤a de movimiento constante, tiros liberados y bandejas, un toque de extra pass al estilo de los mejores Spurs, convierte en irresistible a un equipo que ha aprobado en estos playoffs el 迆nico examen que ten赤a pendiente: ni Chris Paul es demasiado mayor ni los j車venes (Booker, DeAndre Ayton, Mikal Bridges, Cam Johnson) son demasiado j車venes. Es un equipo que ha llegado en el momento exacto al lugar adecuado. As赤 que cuidado, mucho cuidado con estos Suns. Van a por todas.