NBA | CLIPPERS 126 - MAVERICKS 111 (4-3)
Hasta donde Doncic pudo llegar
Los Clippers pasan de ronda despu¨¦s de un s¨¦ptimo partido a todo o nada con los Mavericks. 46+7+14 para Luka Doncic. Utah, lo siguiente para L.A.
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Siete partidos son partidos. La ¨²nica serie de primera ronda que se ha ido al ¨²ltimo encuentro ha sido esta entre Clippers y Mavericks y se ha notado el fondo de armario y la capacidad de involucrar a varios jugadores importantes en los momentos donde se define una eliminatoria. Los angelinos se llevaron la contienda en el Staples Center por 124-111, cerrando con tranquilidad y a la espera de verse ahora con el mejor equipo de la fase regular: Utah Jazz. Sin Ibaka, lesionado en la espalda, han luchado hasta el final contra Dallas, que les ha puesto en los mismos aprietos o quiz¨¢ m¨¢s que en la burbuja, donde en 2020 saltaron chispas.
Hubo mucho Doncic y poco de otros compa?eros, as¨ª se escribe una historia en la que al final el perdedor es el esloveno. El f¨ªsico no le aguant¨® al tener que ocuparse de varias tareas, no s¨®lo la de l¨ªder, y lo que parec¨ªa una exhibici¨®n hist¨®rica se qued¨® en un partidazo (46 puntos, 7 rebotes y 14 asistencias) que enga?a y que abre una peque?a brecha en el equipo a pesar de que los pron¨®sticos se han cumplido y el papel de los Mavericks ha sido muy bueno ante un equipo dise?ado para ganar el Larry O'Brien. En el momento decisivo sali¨® algo de ese Porzingis indolente que hemos visto hasta ahora, se quem¨® en exceso a Marjanovic pese a las opciones de Kleber y Powell, se destap¨® Finney-Smith como el escudero perfecto del esloveno y Hardaway sufri¨® un percance f¨ªsico en la primera mitad que le min¨® la confianza con la que ha jugado toda la serie. Josh Richardson, sobre todo, el gran se?alado junto a Porzee, al que ya se ve m¨¢s fuera que dentro. Los ajustes de Carlisle ya fueron a lo loco cuando el equipo se vio sobrepasado en una segunda mitad donde Marcus Morris, Reggie Jackson e incluso Luke Kennard pusieron la puntilla desde la l¨ªnea de tres. Trey Burke incluso tuvo minutos cuando ha pasado desapercibido todo el tiempo, siendo ¨¦ste un buen ejemplo de que ya las teclas se tocaban sin orden ni concierto.?
Con esta peque?a fiesta ante su p¨²blico el conjunto que dirige Tyronn Lue, que busca repetir el Anillo que logr¨® en hace un lustro con los Cavs, puso el 4-3 y cerr¨® una serie en la que lleg¨® a estar dos abajo. Por primera vez los seis primeros partidos de una serie con p¨²blico los gan¨® el visitante, pero en el s¨¦ptimo los ¨¢ngeles reinaron en Los ?ngeles. Doncic termin¨® abrasado, enjugando una primera mitad m¨¢gica con una segunda donde sufri¨® para desbordar fruto del cansancio. Kawhi trabaj¨® bien sobre ¨¦l y luego meti¨® 28 puntos en el otro aro.?
El momento hab¨ªa llegado para Doncic, que viv¨ªa su primer game 7 en la NBA. En el otro lado hab¨ªa buenas experiencias, como el tiro de Kawhi Leonard con los Raptors ante los Sixers, y malas, para lo que s¨®lo hab¨ªa que mirar un a?o atr¨¢s. Eran motivaciones diferentes. Los Mavs se metieron en los playoffs por poco y los Clippers, por su parte, quedaron en la posici¨®n que quisieron para evitar a los Lakers si ¨¦stos pasaban. Han estado en un tris de volver a hacer el rid¨ªculo los hermanos pobres de Los ?ngeles, pero lo han salvado con gallard¨ªa y calidad en el ¨²ltimo momento. Y eso que hasta despu¨¦s del descanso no empezaron a soltarse verdaderamente.?
Las torres gemelas que formaban Marjanovic y Porzingis dieron resultado sin Zubac ni Ibaka y con el small-ball extremo que forz¨® Lue desde la mitad de la serie. Kawhi Leonard ven¨ªa con todo del sexto partido y sigui¨® con algo de inercia. En los primeros minutos toc¨® poner las cosas en claros y los Mavericks se mostraron todo lo frescos, de mente y piernas, que pudieron. Para ellos, con un puntal como Redick fuera y lo corto de efectivos que se han quedado a la hora de la verdad, era el plan: irse pronto e intentar resistir. Marjanovic y Porzingis, precisamente, se cargaron de minutos al ver que el camino para intentar sobrevivir era el suyo. Tim Hardaway, el anotador que ha encontrado Doncic estos ¨²ltimos tres meses a su lado, se hizo da?o en una jugada del primer periodo e incluso pas¨® por vestuarios, algo que a buen seguro lastr¨® su participaci¨®n (siempre con un grado de confianza muy alto; hoy, menos). Doncic empez¨® buscando sus tiros tras paso atr¨¢s y los postes, donde se siente a gusto pese a que la oposici¨®n sea un hombre alto. Y para Luka lo que empez¨® como casi siempre se fue convirtiendo en algo serio de verdad: al final del primer acto, 19; al final del segundo, ya en 29. La fiabilidad de Batum a la hora de mover a sus compa?eros importaba y Mann fue la electricidad como suplente que casi siempre es Rondo, pero no s¨®lo hab¨ªa partido sino que en ¨¦l estaba el mejor Doncic. El segundo acto, sin embargo, cort¨® algo la racha en ataque de los visitantes y ah¨ª se empezaron a ver las primeras muestras de agotamiento.?
El domino del rebote de los Mavericks por obra y gracia de Marjanovic se redujo en la segunda mitad, ganando la pelea los Clippers sin el grandull¨®n en cancha. Ah¨ª, otra fuga. Pero la salida de los vestuarios de los Mavericks fue lo que m¨¢s congoja trajo a los Clippers, que se ve¨ªan ya con una ventaja de ocho tantos en el intermedio. No paraban de llover los tiros de Dorian Finney-Smith, que acab¨® con 4/7 en triples. Porzingis, involucrado, tambi¨¦n era una sorpresa para los locales. Tuvieron que sacar lo que les quedaba para doblegar a unos Mavs todav¨ªa con confianza. Paul George hab¨ªa aparecido y quedaba el segundo stint de Kawhi Leonard, que se puso con ah¨ªnco sobre Doncic y luego sentenci¨® en ataque. El defensor primario de Doncic el a?o pasado, el pol¨¦mico Marcus Morris, fue el que cambi¨® asignaci¨®n para tirar todo lo que sus compa?eros prefer¨ªan pasar: siete triples anot¨® el ala-p¨ªvot, lo que le convierte el ¨²nico junto a Stephen Curry en meter esa cantidad de tiros de tres en un game 7. La distancia se agrand¨® cuando se iba a entrar en el ¨²ltimo cuarto y ah¨ª a Carlisle ya se le vio el cart¨®n: sac¨® a Burke, anotador s¨®lo cuando tiene confianza, despu¨¦s de un par de acciones bochornosas de Richardson, que ni defiende ni ataca y se le fich¨® para las dos cosas. Burke era ya el ir con lo que se puede, a lo que surja. A Morris se le uni¨® Kennard, otro desaparecido durante estos enfrentamientos, para asestar tiros cual pu?aladas y subir la diferencia a m¨¢s de diez. De tales golpes no se recuperaron los texanos. Luka Doncic tuvo que delegar, ya que se estaba exponiendo mucho a la defensa de los Clippers y no generaba ya mucha ventaja con tiros y penetraciones. La producci¨®n del esloveno baj¨® en esas segunda mitad, arreglada con el partido ya sin tensi¨®n para llegar a esos 46 puntos que son, de todas formas, una delicia y una muestra m¨¢s de que necesita mejora acompa?antes para el viaje que supone pelear por la NBA. Los Clippers, los que se queden luch¨¢ndola.