NBA | GRIZZLIES 111 - JAZZ 121 (1-2)
Mitchell es el factor diferencial
El escolta emerge en el clutch para decantar el partido y la eliminatoria. Los Jazz dominaron todo el encuentro, pero se complicaron en el ¨²ltimo cuarto.
El equilibrio estaba destinado a romperse esta noche en Memphis, sede de la serie por primera vez, pero le cost¨®. Necesit¨® a alguien que le ayudara a decidirse y fue Donovan Mitchell (111-121). Estos Grizzilies tienen mucha juventud, mucho desparpajo, mucha alma y nada de miedo. Y, con todo ello, su futuro no puede ser m¨¢s esperanzador. Su presente, de momento, sigue siendo un problema para quien se lo cruce. Dillon Brooks lo pon¨ªa todo de manifiesto al inicio del ¨²ltimo cuarto, arengando a la grada y sumando cuatro puntos seguidos para el en¨¦simo conato de remontada, uno que provocar¨ªa serios sudores en la frente de unos Jazz que, hasta dicho parcial, no se hab¨ªan visto por detr¨¢s en el marcador. Son un equipo coral, pero necesitaron a su l¨ªder, que capitane¨® un parcial de 14-2 para sentenciar. Aparici¨®n estelar, en el momento y lugar adecuados, para dejar la serie en un glorioso 2-1 a su favor, tanto por peso como por forma. Para alguien que aterrizara ahora en la Tierra, dif¨ªcil ser¨ªa acertar que esta, con sus pesos y contrapesos, es una eliminatoria de primero contra octavo.
El combo es explosivo y el regalo para los aficionados neutrales, espl¨¦ndido. Dos equipos catalogables de revelaciones, aunque con matices. Utah Jazz, terminando la temporada regular como primer clasificado del Oeste, dej¨® de serlo pronto: lo que parec¨ªa un buen, pero finito, pu?ado de victorias al principio de temporada termin¨® consum¨¢ndose como ley general, como azote, junto a Phoenix Suns, del statu quo de la Conferencia. Los Grizzlies, por su parte, con retazos de frescura, de proyecto con proyecci¨®n, valga la redundancia, han explosionado al final, con su play-in como aviso estridente y su primer golpe en esta serie como confirmaci¨®n. Siguen en su cruzada, que adopta forma de descaro y de la algarab¨ªa generada por un grupo que no tiene nada que perder. Nueva explosi¨®n de JA Morant (28+3+7), que ya ha colocado su nombre entre los mejores, y demostraci¨®n de car¨¢cter de un Dillon Brooks (27+3+2) omnipresente en defensa y ataque, pero con problemas de faltas. El base, con los tantos de hoy, se ha convertido en el cuarto jugador que supera, a lo largo de la historia, los 100 puntos en sus primeros tres partidos de playoffs (101), por detr¨¢s de Wilt Chamberlain (116), George Mikan (107) y Kareem Adbul-Jabbar (102).
Casi nada y casi suficiente; aunque los n¨²meros puedan mentir. Utah Jazz lleg¨® a acumular una ventaja de 15 puntos durante la primera parte, control¨® los tempos de principio a (casi) fin y, en muchos momentos, no tuvo dudas sobre su nuevo estatus en la serie, por delante por primera vez; pero entraron todas de golpe. No es ning¨²n secreto que gran parte de la eliminatoria pasa por el acierto de Utah desde la larga distancia; ni que la efervescencia de JA Morant, y su capacidad para mantenerla, es su principal contrapeso. Tambi¨¦n la irrupci¨®n de Mitchell (ausente en el primer partido) y lo acompa?ado que pueda estar Morant en sus recurrentes heroicidades. El primero llegaba tras anotar 25 puntos en su estreno, empujando a su equipo desde el per¨ªmetro (5 triples); el segundo, tras un 47+4+7, pero muy solo. Todo ello, en un incremento brutal de Utah desde la larga distancia (del 12/47 del primer asalto se pas¨® a un 19/39) que neg¨® la haza?a a su aspirante. Hoy, volvi¨® a haber de todo un poco. Con Utah volviendo a encestar 19 triples (44.2%) y con un JA que encontr¨® menos compa?¨ªa que su hom¨®logo contrario.
Mike Conley (27+6+8), que volv¨ªa Memphis, pero para jugar contra sus Grizzlies, fue una de las razones, punzante en los momentos calientes y acertado durante todo el partido, con un demoledor 7 de 10 en triples. Mitchell, que se fue hasta los 29 puntos, tambi¨¦n encontr¨® respaldo en Rudy Gobert (15+14) o Royce O'Neal (12+7), con Bojan Bogdanovic (15+6) y Jordan Clarkson (15) aguardando con sus golpes de efecto. Morant, por su parte, tuvo una l¨ªnea de apoyo de menos efectivos, m¨¢s all¨¢ de Brooks, con unos Grayson Allen (17+3) y Kyle Anderson (11+13+5) oportunos, pero unos Jaren Jackson Jr. (9+9+3) y Jonas Valenciunas insuficientes. Hoy, el lituano, hasta el tercer cuarto, hab¨ªa estado desaparecido. Y los Grizzlies lo notaron, claro; como notaron su aterrizaje en el partido. Exhibici¨®n de fundamentos para, en poco m¨¢s de un minuto, anotar sus ¨²nicos 10 puntos: dos tiros en suspensi¨®n, dos bandejas y un gancho. Jerga popular baloncest¨ªstica, el baloncesto de toda la vida. Con eso intentaba resucitar Memphis, que dejaba el marcador en unos t¨¦rminos que no se ve¨ªan desde el primer cuarto y que provocaban el tiempo muerto de Quin Snyder (68-61). Otra historia hoy, la misma de siempre.?
Un final a la altura de la eliminatoria
Aire para jugar en otros par¨¢metros, para seguir por detr¨¢s en el marcador; pero siendo una amenaza. Efecto llamada para un triple de Dillon Brooks, un vuelo de Jackson Jr. o la primera canasta de Desmond Bane, tambi¨¦n desde la larga distancia. Y para JA, por supuesto, que sumaba desde la l¨ªnea de tiros libres para poner el partido a solamente cuatro puntos, la m¨ªnima distancia desde los intercambios de canastas iniciales (76-80). ?La respuesta? Desde el per¨ªmetro, como tantas otras veces; como necesita que sea Utah para seguir alterando el orden natural de las cosas en la mejor liga del mundo. Bogdanovic, tras step back y dos asistencias de Conley, volv¨ªa a rebajar la euforia de un marcador local que, tras deambular por el desierto de la puntuaci¨®n, divisaba la opci¨®n de ponerse, por primera vez, por delante en el tanteo (76-85). Clarkson, reivindicando, una vez m¨¢s, su reconocimiento de Mejor Sexto Hombre de la competici¨®n, pon¨ªa las cosas en su sitio antes de llegar al parcial definitivo, "no vaya a ser que la tengamos", pensar¨ªa; pero la tuvieron. Triple en ca¨ªda, casi a una pierna, sobre la bocina de posesi¨®n y a cuatro segundos de la del acto (85-96). Los triples pueden ser el qu¨¦ y el cu¨¢nto, pero, en manos de los artistas, tambi¨¦n el c¨®mo.
El equilibrio estaba destinado a romperse esta noche en Memphis, y no pod¨ªa ser desde un escenario tan dispar, tan distinto a lo que se hab¨ªa visto hasta el momento en la serie. Un parcial de 6-0 sacaba jugo a la emoci¨®n, seca durante buena parte del duelo. Y Allen, con cinco puntos consecutivos, convert¨ªa el partido en una met¨¢fora perfecta: 98-98 y nueva ponderaci¨®n de fuerzas, nueva balanza, esa que, con ocho minutos por delante, puede decantarse hacia cualquiera de los dos lados. Y le cost¨® decidirse, en el partido y, por lo tanto, en la eliminatoria. En ese tramo final se vieron todos los empates del duelo, y fueron seis. Mitchell, de nuevo, fue el factor diferencial, con un 2+1 y un triple que permit¨ªan no solamente empatar, sino que cosechar una ventaja de cinco puntos (109-113). Despu¨¦s de todo el esfuerzo, una nueva escalada ya demasiado exigente. Adem¨¢s, con un Donovan decidido a seguir sumando. Excesivo para Memphis y lo que necesitaba la balanza para decantarse. El equilibrio se rompe a favor de Utah o, mejor dicho, de Mitchell.