Adi¨®s al baloncesto de Uriz, el mejor compa?ero posible

Ha dejado una huella profunda y sus n¨²meros no resumen lo que ha aportado al juego de la canasta. Ha estado en todas las categor¨ªas: EBA, LEB-2, LEB, y ACB. A nivel de LEB, ha disfrutado de cinco ascensos (tres en Donostia, uno en Bilbao y otro en Lugo) y 286 partidos, lejos, eso s¨ª, del Top-10, que encabezan Urko Otegui (542), Mikel Feliu (527) y Jorge Garc¨ªa (512). En la ACB suma 357, en sus 14 a?os repartidos por Baskonia, Valladolid, Bilbao Basket, Gipuzkoa, Tenerife, Fuenlabrada y Breog¨¢n.?Ha pasado por muchos sitios en sus m¨¢s de 20 a?os de carrera, en los que acumula 12 clubes, en algunos con m¨¢s de una etapa. Nacido en Pamplona, abandon¨® los Maristas con 17 a?os para ir a jugar a Murcia e iniciar una vida de n¨®mada. Suma?23 temporadas, la mayor¨ªa de ellas con el n¨²mero 6. El gran momento, siempre lo ha admitido, es su debut en ACB con Baskonia con la familia en las gradas. "Una sensaci¨®n que no olvidar¨¦ nunca. Es dif¨ªcil explicar eso con palabras. Solo quien lo ha sentido puede entenderlo".

En julio cumple 41 a?os y tiene claro que seguir¨¢ vinculado al baloncesto de alguna manera. Forma parte de la inigualable generaci¨®n de los 80. "Nunca pude estar en esa Selecci¨®n pero no supuso ning¨²n freno, yo recorr¨ª mi camino, de trabajo y de sacrificio y estoy orgulloso de lo conseguido y de todas las decisiones que he ido tomando a lo largo de mi carrera deportiva", repite. El a?o pasado ya madur¨® la idea de colgar las botas, cuando estaba en C¨¢ceres, pero lleg¨® el frenazo por el coronavirus y le dejaba un regusto amargo un adi¨®s tan triste. ¡°He cumplido mis objetivos de disfrutar. La mente sigue funcionando, pero el cuerpo ya no va igual que antes, te dice basta. Hay que aceptar que esto se acaba y he tomado la decisi¨®n en el momento adecuado despu¨¦s de haberlo meditado mucho tiempo. Es un orgullo haber estado tanto tiempo y me siento un privilegiado¡±, resume.

En la ¨¦poca de confinamiento aprovech¨® para formarse como entrenador. Fue?uno de los 195 t¨¦cnicos inscritos en el Curso Superior de Bilbao 2020.?Ricardo coincidi¨® con Sa¨²l Blanco a la hora de sacarse el t¨ªtulo, un gran amigo tras coincidir ambos en el Canarias. Sus largos a?os sobre una pista le ayudan. ¡°La experiencia a lo largo de todos los a?os en activo te da una visi¨®n diferente, no es lo mismo que sentarte en un ordenador, la puedes trasladar a otros jugadores. Quiero seguir unido a este deporte, que ha sido un estilo de vida para m¨ª. me gustar¨ªa echar una mano y ayudar a los m¨¢s j¨®venes¡±, detalla.

Hablar con Uriz es algo diferente, por su cercan¨ªa y formaci¨®n. Ha estudiado Administraci¨®n y Direcci¨®n de Empresa. "Ha llegado el momento. Ha sido un viaje alucinante. Gracias, baloncesto", refrend¨® en su despedida a trav¨¦s de las redes sociales. Ni en los mejores sue?os esperaba jugar tanto tiempo. Empez¨® porque me gustaba, sin mucho af¨¢n por llegar a la ¨¦lite, ya que se lo inculcaron sus padres. "Lo hac¨ªa porque me lo pasaba bien y ya est¨¢. Ni mucho menos pensaba que seguir¨ªa jugando a nivel profesional hasta los 40 a?os". Ricardo pertenece a?una grand¨ªsima saga navarra del baloncesto espa?ol, con cinco hermanos Uriz (hijos de baloncestistas tambi¨¦n) que han llegado a jugar en categor¨ªas federativas. Mikel, que debut¨® en la Liga Endesa con el Bilbao Basket, es el otro gran conocido. De todas las vivencias de Ricardo, una de las que recuerda con m¨¢s cari?o es el primer ascenso del GBC a la ¨¦lite, que se produjo el 26 de mayo de 2006. "Marc¨® un poco el futuro del Gipuzkoa Basket". No en vano, pas¨® ocho temporadas en Donostia. Pero cada escalada hacia la ACB "ha tenido algo especial". Otra ciudad que le ha marcado es Tenerife, con tres cursos all¨ª. Tras anunciar su adi¨®s, se ha visto desbordado por los mensajes de cari?o recibidos. "Al final piensas: algo bueno habr¨¦ hecho para toda esta corriente de agradecimiento". Si pudiera volver atr¨¢s en el tiempo, le hubiese encantado vivir la experiencia universitaria americana.

Su quinteto ideal de grandes compa?eros ha sido el formado por Jon Santamar¨ªa, Richotti, Andrade, Miralles y Doblas. Echando una mirada atr¨¢s, sabe que no ha sido un dechado de talento o f¨ªsico, pero su "cabezoner¨ªa" navarra le ha llevado a lograr casi todo lo que se ha propuesto y triunfar en todos los sitios en los que ha estado. Nadie tiene una mala palabra sobre ¨¦l. "Dicen que he sido un buen compa?ero y eso me hace sentirme satisfecho, irme con la conciencia tranquila. Me hace muy feliz el poder decir que he intentado ser buen compa?ero". Desde luego los valores que le ha transmitido su pasi¨®n de sacrificio, generosidad, compa?erismo y superaci¨®n los ha trasladado a las siguientes generaciones. Y gracias a la canasta conoci¨® a su mujer y han formado una familia, con sus tres hijos, Aimar, Izan y Julen, aunque ha sido duro no poder trasladarlos esta vez a Burgos. "Lo que me hace feliz es que me hayan podido ver jugar y que tengan recuerdo de su padre compitiendo", finaliza. Tiene muy claro lo que va a extra?ar: "Por una parte, echar¨¦ de menos las sensaciones que te da la competici¨®n, los nervios previos, los momentos con el coraz¨®n a 200 pulsaciones, con p¨²blico y la toma de decisiones en momentos calientes. Pero tambi¨¦n los ratos de vestuario con los compa?eros, los viajes que es donde se crea el grupo". La batuta sabia se retira.