Westbrook s¨ª, Sabonis no: los Wizards vuelven a playoffs
Los Wizards culminan la machada y eliminan a Indiana, que se queda sin playoffs por segunda vez en 11 a?os. Westbrook se cita con los Sixers.


Los Wizards no disputaban playoffs desde 2018. Y los Pacers no faltaban a la gran cita desde 2015. Ambas tendencias se han acabado para dos proyectos que no van precisamente por el buen camino. El equipo que Scott Brooks dirige desde 2016 (y que puede dejar de hacer m¨¢s pronto que tarde) se ha impuesto a un rival destrozado por las lesiones y por un a?o cuyo calendario condensado a afectado a todo el mundo, y pone rumbo a la fase final tras una segunda mitad de la temporada de ensue?o. Russell Westbrook consigue el gran objetivo que se plante¨® con su llegada a Washington, para jugar en un equipo peque?o a la deriva que asumiera su gran contrato (206 millones en cinco a?os hasta 2023) y le permitiera seguir haciendo triples-dobles, algo que ha hecho con solvencia superando incluso a Oscar Robertson. Pero ni en su campa?a de redenci¨®n ha podido con el sainete que siempre le persigue, el de jugador que no vale para las citas importantes, algo que se vio con ese err¨¢tico juego del que hizo gala ante los Celltics. La mejora ante los Pacers permite al base salvar un curso hist¨®rico para ¨¦l. Y el resto, ya lo sabemos.
El base se ha ido a 18 puntos, 8 rebotes y 15 asistencias, no se ha cebado en el lanzamiento (13 intentos, solo uno desde el triple) y ha encontrado a sus compa?eros con una asiduidad que no puso en pr¨¢ctica ante Boston. La victoria en el segundo partido del play-in permite a los Wizards, mirando las cosas por el lado positivo, evitar a los Nets en primera ronda y coincidir con una bestia de menor calibre seg¨²n las apuestas, unos Sixers que esperan mucho pero de los que se esperan cosas con ciertas reservas. Eso s¨ª, nadie piensa que los Wizards, un equipo mol¨®n pero sin aura, puedan acabar con Joel Embiid y compa?¨ªa en una serie que a buen seguro tendr¨¢ poca historia y a la que Bradley Beal llega f¨ªsicamente tocado: los 22 puntos ante los Celtics hoy han sido 25, con 5 rebotes, 4 asistencias y 9 de 17 en tiros de campo, adem¨¢s de 4 de 7 en triples. Pero sin esa chispa que le ha hecho promediar m¨¢s de 30 por noche en regular season.
Los Wizards explotaron en el segundo cuarto, con un parcial de 36-23 que les dio una ventaja que ya no perder¨ªan. Y lo hicieron martilleando la zona, saliendo al contraataque y aprovechando los rebotes largos, con 9 puntos, 5 rebotes y 5 asistencias de la mejor versi¨®n de Westbrook y sin anotar absolutamente ning¨²n triple en tan solo cuatro intentos, una anomal¨ªa que no ha tenido su traslaci¨®n a la general del partido: 14 de 28, una serie suprema. En la segunda mitad, el equipo de la capital de Estados Unidos se ha dedicado a gestionar una ventaja que ha ido aumentando paulatinamente hasta que los Pacers han bajado los brazos, por obligaci¨®n, necesidad y porque no quedaba m¨¢s remedio. Y han sentenciado en un ¨²ltimo cuarto en el que entraron 31 arriba (114-83), con todo visto para sentencia y tras anotar la espectacular cifra de 48 tantos en el tercer periodo, un n¨²mero bochornoso para unos Pacers que, en ese periodo de tiempo, permitieron un 75% en tiros de campo... y un 75% en triples.
Reflexi¨®n... y reflexi¨®n
En los Pacers, un poco de todo y mucho de nada. El triple-doble de Domantas Sabonis supo a poco (19 puntos, 11 rebotes y 10 asistencias), Malcolm Brogdon se fue a 24 tantos y otros tres jugadores superaron la decena. Pero apenas lanzaron con un 41% en tiros de campo y con un 36,6% en triples, con 15 aciertos pero en muchos intentos (41). Los Pacers perdieron la batalla por el rebote y tuvieron un juego mucho menos colaborativo que sus rivales. Y fracasan en el primer a?o de Nate Bjorkgren, ese experimento que intentaron tras el rechazo de un Mike D'Antoni que podr¨ªa llegar este verano y que no ha dado continuidad a Nate McMillan y un hacer aceptable con un techo muy bajo: la primera ronda de los playoffs, algo que han alcanzado en las ¨²ltimas cinco temporadas (cuatro con McMillan) con id¨¦ntico resultado, potenciado negativamente en los dos ¨²ltimos cursos, resueltos con sendos sweeps (4-0) que propiciaron el despido del t¨¦cnico.
Y si los Pacers tienen ante s¨ª un verano de reflexi¨®n, la historia no va a ser muy distinta en los Wizards, por mucho que acaben con un enga?oso sabor dulce proveniente de la clasificaci¨®n a los playoffs. La salida de John Wall no ha supuesto el fin de una era marcada por las lesiones y las desgracias, por mucho que Westbrook no haya entrado en estas nomenclaturas. Y ahora, el equipo se queda con un entrenador cuestionado, una estrella camino de los 33 a?os y con muchos millones por cobrar, gente como Davis Bertans que se llevara una mansalva de dinero y ha hecho una temporada horrenda... Y Bradley Beal, claro, que con casi 28 a?os ya ha estado envuelto en rumores de traspaso y es una estrella con un destino que ninguna estrella quiere. De momento, los Wizards han salvado la temporada por obra y gracia de la ¨²ltima versi¨®n monstruosa de Westbrook y encaran una serie que seguramente pierdan con la mirada puesta m¨¢s en el futuro que en el presente. Y ni con un milagro parece que eso vaya a cambiar. Aunque esto es la NBA. Y en la mejor Liga del mundo, lo ¨²nico seguro es que nada lo es.