La pareja m¨¢s letal: Murray y Jokic hunden a los Sixers
El d¨²o de Colorado lider¨® la victoria frente a unos Sixers que ya tienen el mismo r¨¦cord que los Nets en lo m¨¢s alto del Este. Porter, invitado de lujo con 27 puntos. Campazzo, mal.

Los Nuggets carburan. Fueron uno de los innumerables equipos que empez¨® una temporada at¨ªpica con el pie izquierdo, pero se han colado en la quinta posici¨®n de la Conferencia Oeste cada vez m¨¢s cerca de los cuatro intocables (a saber, Jazz, Suns, Clippers y Nuggets) y con pie y medio en unos playoffs a los que acceder¨¢n salvo cat¨¢strofe may¨²scula y una gran racha de todos los que vienen detr¨¢s (una dif¨ªcil combinaci¨®n). La franquicia de Colorado lleva tres victorias consecutivas y, sobre todo, 12 en los ¨²ltimos 15 partidos. De un r¨¦cord de 17-14 ha pasado a uno de 29-18, holgado y c¨®modo, con Jokic opositando a un MVP que tiene muchos competidores, Jamal Murray mejorando y el equipo en sinton¨ªa con su entrenador, Mike Malone, un buen t¨ªo que se asegur¨® el puesto con las finales de Conferencia del a?o pasado (derrota por 4-1 ante los Lakers) tras remontan sendos 3-1 en primera y segunda ronda, con la a?adidura de que, en esta ¨²ltima, eliminaron a los Clippers de manera tan inopinada como merecida. Una serie para los anales que convirti¨® a los Nuggets en aspirantes para el futuro m¨¢s cercado y a Jokic y Murray en dos estrellas a tener en cuenta dentro de la marejada de la NBA, siempre centrada en nuevos relatos e historias y encantada de dar la bienvenida a la parafernalia de la narrativa a estos dos j¨®venes (Jokic tiene 26 a?os y Murray 24) jugadores.
Ante los Sixers, Denver tuvo un rival en horas bajas que no es capaz de encontrarse. La baja de Joel Embiid desmadej¨® a una plantilla que opositaba al MVP con el p¨ªvot y al liderato del Este como conjunto. Ahora, lo m¨¢s normal es que se queden sin una cosa ni la otra: el camerun¨¦s no tiene fecha de regreso, y el r¨¦cord del equipo (32-15) es ya id¨¦ntico al de los todopoderosos Nets, esa plantilla llena de nombres, algunos hist¨®ricos, estrellas consolidadas o h¨¦roes del pasado, que ha supuesto el ¨²ltimo superequipo que ha visto la NBA en su larga historia y que amenaza, no solo con ganar el anillo, sino con hacerlo de forma inequ¨ªvoca y aplastante. Ya veremos si eso ocurre (el talento gana, pero queda mucho para pensar en tales hip¨®tesis), pero parece que el liderato del Este, sino ocurre en la pr¨®xima jornada (es lo normal, ya que juegan contra los Rockets), ser¨¢ cuesti¨®n de tiempo y tendr¨¢ lugar m¨¢s pronto que tarde. A pesar de la ausencia de Embiid, los Sixers encadenaron cuatro victorias consecutivas que les dieron un respiro, pero con su segunda derrota seguida se ven igualados por unos Nets que, sencillamente, no pierden contra nadie. Otra vez, el talento gana. Casi siempre.
Jamal Murray fue el mejor del partido con 30 puntos, 6 rebotes, 4 asistencias, 3 robos y una serie de lanzamiento maravillosa: 12 de 24 en tiros de campo y 5 de 11 en triples. El base ha visto diluido su hype desde los espectaculares playoffs (hist¨®ricos) del curso pasado, pero promedia el m¨¢ximo de su carrera en puntos (21), porcentaje de tiros de campo (48,1%), de triples (41,4%) y de asistencias (4,9). Casi nada para un hombre incre¨ªblemente talentoso que explotar¨¢, por el bien del aficionado al baloncesto, en las eliminatorias por el t¨ªtulo. Ante Philly, estuvo acompa?ado de la persona a la que ¨¦l suele acompa?ar, un Jokic m¨¢s comedido de lo habitual y un tanto inseguro con el bal¨®n en las manos (6 p¨¦rdidas), pero que se fue a 21+10+5 y promedia 26,9,+11,1+8,5, opositando a un MVP de la temporada que ser¨ªa hist¨®rico por nacionalidad (Dirk Nowitzki y Giannis Antetokounmpo son los ¨²nicos europeos en haberlo conseguido) y posici¨®n (ning¨²n p¨ªvot lo logra desde Shaquille O'Neal en el 2000).
El d¨²o din¨¢mico estuvo acompa?ado de Michael Porter Jr, un talento nato y un f¨ªsico privilegiado que se fue a 27+12+4 /11 de 16 en tiros de campo y 5 de 7 en triples), pero que cedi¨® el protagonismo en el ¨²ltimo cuarto, cuando los Sixers intentaban una remontada a la desesperada, a la pareja m¨¢s letal, que sum¨® 14 de los 16 puntos del equipo en los ¨²ltimos 12 minutos. Campazzo, por cierto, no tuvo su mejor actuaci¨®n: 0 puntos en 25 minutos (0 de 5 en tiros de campo), y discreto en todo lo dem¨¢s, con apenas 2 rebotes, 1 asistencia, 2 robos y un tap¨®n, pero 4 p¨¦rdidas de bal¨®n y un -13 con ¨¦l en pista. Mal partido del argentino, que deber¨¢ mejorar para justificar que Gary Harris y Hampton hayan sido traspasados en lugar de ¨¦l, un movimiento que le asegura el puesto para lo que resta de temporada y deber¨ªa fortalecer su confianza y permitirle continuar con su progresi¨®n. Tendr¨¢ mejores partidos, eso seguro.
Y en los Sixers, poco de donde rascar. El nefasto periodo inicial (44-22) sentenci¨® el partido antes de tiempo, y los locales solo tuvieron que administrar la ventaja y evitar sustos al final. Un s¨ªntoma claro de los problemas del equipo de Doc Rivers es que su m¨¢ximo anotador fue Tyrese Maxey... con 13 puntos. Shake Milton anot¨® 10, Dwight Howard otros 10 (con 7 rebotes), Tobias Harris 12 y poco m¨¢s. Ning¨²n jugador visitante lleg¨® a los dobles d¨ªgitos en rebotes o asistencias, como equipo lanzaron por debajo del 43% en tiros de campo y con apenas un 31% en triples, perdieron 11 balones y una parte de su encuentro es dif¨ªcil de analizar por el protagonismo que se dio a los suplentes debido al resultado. Lo bueno de los Sixers, que iban muy bien cuando se lesion¨® Joel Embiid, es que tienen margen para no tener sustos mayores y pueden permitirse perder algunas posiciones en el Este mientras esperan a su h¨¦roe ca¨ªdo de cara a unos playoffs en los que, sin p¨²blico (o con una parte muy reducida de ¨¦l), la ventaja de campo no cobrar¨¢ tanta importancia como en otros a?os. En fin, se pueden agarrar a eso. Al fin y al cabo, el que no se consuela es porque no quiere.