Cunningham, Mobley y Suggs: las pr¨®ximas estrellas de la NBA en el March Madness
L¨ªderes de una de las camadas m¨¢s prometedoras de los ¨²ltimos a?os, afrontan la fase final del torneo universitario como favoritos en el draft.
La temporada en la NCAA ha sido rara. Como todo desde que, a¨²n en 2019, se proclamara el ¨²ltimo campe¨®n del torneo, Virginia Cavaliers. Universidades que han dado un paso al lado, aplazamientos... y el nacimiento de Ignite, el equipo de la G League planteado como alternativa para todos aquellos jugadores que, con las miras puestas en el draft, prefieran esquivar la competici¨®n universitaria. Con todo ello ha tenido que cabalgar la NCAA y con todo ello ha llegado a su cita m¨¢s esperada: el March Madness. Con el cuadro definido y las fechas fijadas, el punto de mira se centra en lo m¨¢s importante, los jugadores; las, a priori, futuras estrellas de la NBA. Y, de momento, con may¨²sculas. Si la camada de la presente campa?a era una de las m¨¢s cuestionadas de los ¨²ltimos tiempos, la del pr¨®ximo curso vive en el polo opuesto. Con Cade Cunningham como comandante, al que, dif¨ªcilmente, le arrebatar¨¢n el n¨²mero uno, la ristra de nombres que suenan con fuerza es importante. En ella, y junto a Cade, Evan Mobley o Jalen Suggs, los favoritos en varios Mock Drafts para ocupar el p¨®dium de la selecci¨®n. Como m¨ªnimo, sin tener en cuenta a los Jaleen Green o Jonathan Kuminga (Ignite).
Cade Cunningham
Equipo: Oklahoma State Cowboys
Promedios: 20,2 puntos - 6,3 rebotes - 3,6 asistencias
Uno de esos jugadores que, ya desde la universidad, se vaticina que pueden marcar una ¨¦poca. Lo que ser¨¢, ser¨¢; pero, de momento, hace gala de un repertorio al alcance de pocos. Y la siempre importante narrativa de la NBA le acompa?a: ha sido nombrado, al mismo tiempo, mejor jugador y debutante del Big 12, su conferencia. Un hito que, hasta el momento, s¨®lo hab¨ªan logrado Marcus Smart, Michael Beasley y Kevin Durant. En su primer, y ¨²ltimo, a?o universitario, ha sido capaz de llevar a Oklahoma State a las puertas de alzarse con su torneo, algo que no hace desde el a?o 2005. Tiene 19 a?os, pero aparenta muchos m¨¢s, tanto en la pista como fuera de ella. Dentro, destaca, entre muchas otras cosas, por su inteligencia. Contemporiza a comp¨¢s sereno y acierta muchos m¨¢s que yerra en la toma de decisiones. Lejos de los aros y las redes, se define ¨¦l mismo: "Espero ser m¨¢s recordado por lo que haga fuera de la pista, con el dinero y mi estatus social, por c¨®mo he ayudado a la gente, que fuera", asegura.
Act¨²a en la demarcaci¨®n de base, pero sus 203 cm de altura y 100 kg de peso le permiten defender cualquier posici¨®n. En ataque, sus posibilidades son infinitas. Juega bien el pick and roll, se genera buenos tiros por s¨ª solo, v¨ªa step back, cambio de ritmo o crossover, tiene facilidad para localizar los espacios en est¨¢tico y es mortal en el uno contra uno. Ha liderado a su equipo en anotaci¨®n y se ha quedado a las puertas de hacerlo en asistencias y rebotes: su compa?ero, Isaac Likekele, ha promediado 6,7 y 3,7 respectivamente. Desde el per¨ªmetro, ha tirado con un 41,2% de acierto y en la zona ha dejado mates de concurso. Durante la temporada, ha sumado cuatro partidos de, al menos, 20 puntos y 8 rebotes, una exhibici¨®n grandilocuente de 40 puntos y una retah¨ªla considerable de acciones determinantes en el cluch time. En la propia semifinal del Big 12, frente a Baylor Bears, un equipo que s¨®lo hab¨ªa perdido un partido hasta dicho momento y que oposita al campeonato, lo dej¨® claro: a cuatro minutos del final y perdiendo de dos, triple para iniciar la remontada hasta el 83-74 final. Termin¨® el partido con 25 puntos, 8 asistencias y 5 rebotes. "Cuando hay mucha presi¨®n, o como se le quiera llamar, yo lo veo como una oportunidad", no tiene miedo en decir. Hasta que no se demuestre lo contrario, es el elegido.
Evan Mobley
Equipo: USC Trojans
Promedios: 16,8 puntos - 8,6 rebotes ¨C 3 tapones
El futuro ya esta aqu¨ª. No es ning¨²n secreto. El baloncesto ha evolucionado y los hombres grandes con ¨¦l. Adaptarse o morir, ley universal en el campo en el que se quiera aplicar. Mobley no es una excepci¨®n. Sus 210 cm por arriba y 230 cm por los lados no le impiden ser uno de los talentos m¨¢s especiales de la generaci¨®n. En el sentido m¨¢s puro de talento. Anota de todas las maneras posibles. Bajo el aro, por supuesto; pero tambi¨¦n desde la media distancia, mediante un gancho que recuerda a otros tiempos y con capacidad para un coast to coast que impresiona a la vista. Por su determinaci¨®n, pero tambi¨¦n por su f¨ªsico: a pesar de sus alto valores en cent¨ªmetros, s¨®lo pesa 95 kilos. Es tremendamente espigado y, adem¨¢s, cuenta con unas extremidades inferiores pronunciadamente alargadas. Algo que, incluso, le hace parecer m¨¢s alto de lo que realmente es (que es mucho). No ha intentado m¨¢s de dos triples en ning¨²n partido de la temporada, pero, en total, tira con un 33,3% de precisi¨®n. Lejos de ser un gran lanzador, pero tampoco privado del recurso.
Sus mayores virtudes tambi¨¦n pueden ser sus defectos. Tremendamente ¨¢gil y coordinado como es, la ligereza de su cuerpo le puede pasar factura, a priori, en el baloncesto profesional. Al igual que Cunningham, de lo que no va a quedarse corto es de inteligencia y visi¨®n. Desde su posici¨®n privilegiada, organiza cuando se debe organizar, de dentro hacia fuera; aunque, generalmente, apuesta por la anotaci¨®n. Tambi¨¦n con 19 a?os y en su primera, y ¨²ltima, campa?a universitaria, se presenta como uno de los baluartes m¨¢s interesantes en la defensa bajo el aro. Sus caracter¨ªsticas le conceden la ventaja del que vincula su salto a la primera reacci¨®n, siendo la intimidaci¨®n uno de sus principales atributos: modifica muchas acciones rivales y condiciona sistemas. Con todo ello, puede ejercer tanto de p¨ªvot como de ala-p¨ªvot. Fuera de la pista, se caracteriza por su timidez; pero los que le conocen, hablan por ¨¦l. "Es el jugador de baloncesto m¨¢s perfecto que he visto. Cuando suba de peso, y si est¨¢ en el equipo correcto, ser¨¢ una gran estrella de la NBA", asegura su entrenador en el instituto, Ray Barefield. Con el equipo universitario, al que ha liderado en puntos, rebotes y tapones, perdi¨® en la final de conferencia (72-70), la Pac-12, en la que ha sido elegido mejor jugador, debutante y defensor. El presente.
Jalen Suggs
Equipo: Gonzaga Bulldogs
Promedios: 14,3 puntos - 5,5 rebotes - 4,5 asistencias
El cerebro del mejor equipo de la temporada y, ahora mismo, favorito en las famosas apuestas. Lleg¨® a un equipo repleto de talento, con aspiraciones voraces y no le ha temblado el pulso a la hora de tomar las riendas. Car¨¢cter y gen competitivo que nadie duda que pueda trasladar a la NBA. Calendario impoluto (26-0) en el que, de menos a m¨¢s, pas¨® de un segundo plano a las primeras posiciones de todas las quinielas. Es un base de m¨²ltiples alternativas, aunque m¨¢s tradicional que el poli¨¦drico Cunningham. Al igual que ¨¦l, sin embargo, goza de un f¨ªsico privilegiado: 193 cent¨ªmetros y 90 kilos que, m¨¢s all¨¢ de su creatividad, le permiten ser rudo y de dif¨ªcil lidia en defensa. Lidera a su equipo en robos (2 por partido), ocupa la tercera posici¨®n en la categor¨ªa de reboteadores y posee ese instinto innato que conduce a ocupar espacios en el momento adecuado.
No es casualidad. Antes del baloncesto, lleg¨® el f¨²tbol americano. Una decisi¨®n que le vali¨® m¨¢s de un llanto, pero que parece ser la acertada. Su padre, Larry Slugs, entrenador del deporte rechazado, observa, incluso, movimientos futbol¨ªsticos que su hijo ha incorporado a su juego: "Cuando Jalen arranca, su hombro siempre est¨¢ muy bajo, por lo que puede estar en el modo de atacar la canasta constantemente. Eso es como hacer una entrega en el f¨²tbol", explica a Yahoo Sports. La cuesti¨®n es que, ciertamente, las penetraciones y los cambios de ritmo son algunas de las herramientas m¨¢s peligrosas de Suggs Jr. Pero no las ¨²nicas. No abusa del per¨ªmetro, pero cuando decide hacerlo puede ser tremendamente peligroso: su porcentaje se sit¨²a en un 35,4%, pero ha firmado actuaciones de 7-10 o 4-7, como en la final de conferencia. Sus mayores virtudes salen a relucir, sin embargo, a pista abierta y con las alas desplegadas: ah¨ª es pr¨¢cticamente imparable. Pese a ello, y en la l¨ªnea de sus compa?eros, no es un jugador que tienda a precipitarse ni a buscar un correcalles continuo. Cuando hay que parar, para. Esto ¨²ltimo, emblema de una generaci¨®n muy esperada y que ya est¨¢ aqu¨ª.