Un tiro glorioso de Luka Doncic sirve para doblegar a los Celtics

En la burbuja de Florida, un domingo en una noche de verano, Luka Doncic dej¨® uno de los partidos m¨¢s impresionantes en la fase de eliminatorias de los ¨²ltimos tiempos. Por la historia, sobre todo: ven¨ªa de ser duda hasta ¨²ltima hora por una lesi¨®n, el rival era Los Angeles Clippers, iban perdiendo por m¨¢s de veinte puntos... El jugador tom¨® la responsabilidad para coronar una actuaci¨®n de ensue?o con un triple tras paso atr¨¢s que dio la vuelta al mundo. Aquello es dif¨ªcilmente igualable para cualquiera, pero al esloveno le gustan los retos. En aquella ocasi¨®n no estaba su escudero Porzingis y en la que ahora nos encontramos tampoco, es baja, por lo que al esloveno le pic¨® el gusanillo de trazar un peque?o paralelismo.?

Doncic aprovech¨® la ocasi¨®n para derribar mitos adem¨¢s de autoimitarse. El de los triples, por ejemplo, era sonado. Termin¨® la noche con 6/8. El ¨²ltimo, a dos d¨¦cimas de segundo para acabar el encuentro, era el m¨¢s valioso. Un dato que ilustra la haza?a y c¨®mo revertir un problema: en triples para empatar o ganar la temporada pasada estaba en 0/10 hasta ese d¨ªa de los Clippers y en esta temporada estaba ya en 0/3 hasta que se ha topado con los Celtics. Tendencias malignas que se carga por ser un genio de esto.

No s¨®lo faltaba Porzingis, tambi¨¦n Kleber. Los dos p¨ªvots, fuera. Era una cita para poner en valor al equipo, si es que ¨¦ste responde, y tambi¨¦n la capacidad de echarse a la espalda una responsabilidad aumentada sin previo aviso. Enfrente estaban los Celtics, que est¨¢n pasando problemas parecidos a los Mavericks: coronavirus, falta de definici¨®n de roles, demasiadas derrotas comparado con el a?o pasado... El mal final de partido en el que se metieron los Mavs con Doncic a la cabeza, porque tampoco conviene negarlo, termin¨® no s¨®lo con un tiro sino con dos. El primero, para poner arriba a los suyos; tras verse empatados, el segundo puso la diferencia de tres para ganar. En los ¨²ltimos veinte segundos de este apretado encuentro?todos miraron a Luka Doncic y nadie hizo nada ante semejante talento.?

La varita m¨¢gica del de Liubliana no debe hacer que se pierda la perspectiva de dos cosas. Una es que las circunstancias eran complicadas y para apostar por los Mavs no era la noche propicia. La otra es que, contra viento y marea, los texanos est¨¢n sacando victorias ¨²ltimamente que hacen que los aficionados se est¨¦n viniendo arriba.?

El primer cuarto fue una lucha de poder por ver si los Mavs encajaban la pieza de la pintura y cu¨¢nto da?o les hac¨ªa Stevens en esa parcela. Buen rendimiento de Marjanovic. Williams volvi¨® a ser el revulsivo de Theis. En esa pelea apareci¨® ya Doncic para cerrar la manga con un juego de pies de maestro ante Jaylen Brown que pod¨ªa hacer sospechar al rival.?

La defensa hizo algo m¨¢s de hincapi¨¦ a la hora de puntear los tiros de Doncic, que era perseguido por perros de presa tras los bloqueos pese a que Marcus Smart est¨¢ lesionado y lleva unos partidos sin poder jugar. El resultado fue la nada absoluta, sin efecto.?

Esta vez toc¨® la versi¨®n fallona de Tim Hardaway, pero los Mavs lo compensaron con un acertado Brunson y con un colaborativo Richardson. La ilusi¨®n de Marjanovic reba?ando todo en la zona y los tiros creados por los escolta de Doncic hac¨ªan que los Celtics, ya m¨¢s espabilados en la segunda mitad, no tomaran demasiada ventaja. Tatum y Brown, los dos que estar¨¢n en el All-Star de Atlanta por parte c¨¦ltica, empezaban a sembrar el p¨¢nico.?

Al final del tercer periodo, otro aviso de Doncic. Se escor¨® de forma casi absurda hacia la parte izquierda de la cancha con un paso largo y, mirando a los ojos de Tatum, encest¨® otro triple de dificultad m¨¢xima. Era un preludio y s¨®lo ¨¦l parec¨ªa saberlo.?

En el cuarto definitivo todo se torci¨® para los visitantes. Los Mavericks cogieron una ventaja de hasta once puntos. Faltaban tres minutos y a los Celtics les entraron las prisas por remontar. Y lo hicieron. Esto es lo que m¨¢s puede preocupar a Rick Carlisle: no ya el desplome f¨ªsico por la exigencia, la catarata de despistes cuando el partido se est¨¢ decidiendo. Pudieron perder el partido en defensa, pero para atacar ya estaba Doncic. Un primer triple bailando a Daniel Theis puso los dos de ventaja a falta de 15 segundos. Brown se escap¨® de Hardaway y Johnson no hizo la ayuda en la siguiente acci¨®n, por lo que todo quedaba empatado a 107. Hardaway s¨ª lo hizo bien en la ¨²ltima, con un bloqueo que oblig¨® a cambiar a Brown y a que Doncic se quedara defendido por el novato Aaron Nesmith, que no supo reaccionar ante un tiro tras paso atr¨¢s desde m¨¢s de ocho metros y pese a que su compa?ero Kemba Walker intent¨® poner tambi¨¦n la mano.