"Estoy feliz": Wiggins, el n¨²mero 1 maldito se reinventa en los Warriors
El canadiense es una de las claves del buen momento de los de la Bah¨ªa, m¨¢s all¨¢ de las explosiones de Stephen Curry. Progresa en ataque y sorprende en defensa.
¡°S¨ª¡±, respond¨ªa Andrew Wiggins cuando le preguntaron si esta es su etapa de mayor felicidad en la NBA. ¡°Sin duda. Estamos ganando, todos estamos felices. Y vamos a m¨¢s, tenemos todav¨ªa mucho margen de mejora, podemos ser un gran equipo¡±. Wiggins tiene 25 a?os (cumple 26 en febrero) y ya es un veterano porque el ritmo de la NBA es as¨ª, un visto y no visto. El alero canadiense fue un esperad¨ªsimo n¨²mero 1 de draft (2014), un jugador llamado a marcar ¨¦poca o, como m¨ªnimo, ha sido uno de los m¨¢s importantes de su generaci¨®n.
Pero, por ahora, nada. Wiggins fue elegido por los Cavaliers y enviado a Minnesota Timberwolves antes de iniciar su primera temporada. En Ohio el regreso de LeBron hab¨ªa abortado cualquier intento de reconstrucci¨®n paciente y Kevin Love lleg¨® para robustecer el eje LeBron-Kyrie Irving y formar el big three que fue campe¨®n de la NBA en 2016. Mientras, Wiggins languideci¨® en Minnesota. Muchos partidos ni buenos ni malos, sino todo lo contrario. Lo que, cuando eres un aclamad¨ªsimo n¨²mero 1 del draft, no es precisamente una buena noticia. Puntos ineficientes y desinter¨¦s defensivo para un jugador poco inteligente en pista y poco competitivo. En octubre de 2017 y con m¨¢s miedo a que despertara en otro lado que confianza en que pudiera hacerlo en Minneapolis, los Wolves le dieron una extensi¨®n de cinco a?os y 148 millones. Mal negocio sobre el papel, peor en la pr¨¢ctica. Un a?o en playoffs (2018) no solo no despert¨® a una franquicia dormida sino que la meti¨® en la batidora todav¨ªa m¨¢s cuando Jimmy Butler forz¨® su salida porque no cre¨ªa que se pudieran competir al m¨¢ximo nivel con talentos sin la suficiente energ¨ªa como Wiggins y Karl-Anthony Towns. El due?o de los Wolves, Glen Taylor, le hab¨ªa pedido personalmente al primero que se comprometiera a mejorar antes de darle esa megaextensi¨®n. Las bromas se hac¨ªan solas en una NBA en la que, sencillamente, las cosas no funcionan as¨ª.
La segunda oportunidad, todav¨ªa a tiempo
Pero una NBA en la que siempre hay un roto para un descosido. Wiggins acab¨® en los Warriors, que operaban en m¨¢rgenes complejos tras la marcha de Kevin Durant. Los Wolves quer¨ªan a D¡¯Angelo Russell y se hicieron con el base mientras soltaban el contrato de Wiggins, que cay¨® en la Bah¨ªa el pasado febrero ya rodeado, nada m¨¢s aterrizar, de rumores de m¨¢s traspasos y c¨¢balas sobre c¨®mo usar¨ªan los Warriors ese contratazo horrendo: esta temporada cobra 29,5 millones, tiene para las dos pr¨®ximas 31,5 y 33,6. Mientras el nuevo futuro de los Warriors se cos¨ªa, la Liga miraba con curiosidad hacia el encaje de Wiggins en la Bah¨ªa: si Steve Kerr y compa?¨ªa no sacaban m¨¢s de ¨¦l en la soleada San Francisco, ser¨ªa dif¨ªcil que nadie lo fuera a hacer. Y, sobre todo, ser¨ªa dif¨ªcil que nadie tuviera ganas de intentar hacerlo.
Sin que Wiggins hubiera dado demasiados motivos para el optimismo en un equipo en barrena, en realidad en a?o sab¨¢tico, lleg¨® el par¨®n por la pandemia y un reinicio en el que no estaban unos Warriors cuyo formato de reconquista qued¨® esencialmente abortado con la nueva lesi¨®n grave de Klay Thompson, que se est¨¢ perdiendo la segunda temporada consecutiva. Sin ¨¦l, los Warriors pueden aspirar a, como mucho y en principio, ser equipo de playoffs en el Oeste. En teor¨ªa, no m¨¢s. Con Klay, y con el tr¨ªo Curry-Klay-Green otra vez alineado, los Warriors eran una inc¨®gnita temible y pendiente de la evoluci¨®n de Kelly Oubre, el n¨²mero 2 del draft, el p¨ªvot James Wiseman¡ y Andrew Wiggins, del que nadie esperaba que hiciera de Kevin Durant (nadie en su sano juicio) pero al que los Warriors iban a tratar de reconvertir en un complemento en las alas al estilo Harrison Barnes. Pero sin Klay el plan cambi¨®, el equipo rebaj¨® su ambici¨®n y el inicio de temporada fue dram¨¢tico: 0-2 con un -65 total y los n¨²meros en el tiro de Oubre y Wiggins sometidos a escarnio nacional.
Pero ahora los Warriors est¨¢n 6-4 despu¨¦s de un 4-2 en seis partidos. Stephen Curry ha jugado a su nivel de h¨ªper estrella, Draymond Green (ausente en el arranque) ha vuelto motivado y con su descomunal capacidad para hacer mejor a su equipo, sobre todo en defensa. Y Kerr ha ido construyendo una rotaci¨®n v¨¢lida que sigue esperando a que Oubre meta m¨¢s tiros pero en la que aportan varios secundarios y en la que est¨¢n brillando Eric Paschall (interesant¨ªsimo jugador de segundo a?o) y, s¨ª, Andrew Wiggins. Que anot¨® 17 puntos en el ¨²ltimo cuarto de la victoria en Detroit que puso en 2-2 a su equipo. Que meti¨® un triple por encima de Paul George en la remontada ¨¦pica contra los Clippers. Y que est¨¢ defendiendo con un nivel notable a jugadores como Kawhi Leonard, Paul George, Pascal Siakam, Kyle Lowry, CJ McCollum¡ Y promediando 17,5 puntos y un 38,5% en triples, la mejor cifra de su carrera.
Wiggins no est¨¢ haciendo nada extraordinario ni estar¨¢ nunca a la altura de su estruendoso contrato, pero s¨ª est¨¢ siendo capaz de aportar en lo que necesitan de ¨¦l los Warriors. Y est¨¢ rindiendo como un buen jugador NBA si se olvida de d¨®nde viene y cu¨¢nto cobra. Que es lo que hacen sus compa?eros, que celebran su crecimiento partido a partido y su capacidad para, por fin, asumir la defensa de los mejores jugadores del equipo rival. Intenso y concentrado, dos cosas que nunca estuvo en Minnesota, y valiente, ¨²til en la protecci¨®n del pick and roll y en jugadas de uno contra uno. A los Raptors les puso 4 tapones para 15 totales en la temporada, los mismos que el gigantesco Wiseman. Y su rating defensivo (110,8) es notable. Los Warriors tienen un mantra: para ser equipo de playoffs su defensa tiene que ser una de las diez mejores de la temporada. Eso parte de Draymond Green, desde luego, pero est¨¢ recibiendo un serio impulso de la envergadura de Oubre y Wiseman (con sus errores de novato incluidos) y el f¨ªsico de Wiggins, que por fin est¨¢ utilizando su cuerpo como arma mientras, al mismo tiempo, progresa en ataque con mejores decisiones, m¨¢s efectividad en el tiro (y una selecci¨®n v¨¢lida) y m¨¢s sentido del juego y la circulaci¨®n sin esa visi¨®n t¨²nel que tanto desesperaba de ¨¦l en los Wolves.
Tal vez, seguramente, nunca vaya a ser una gran estrella, aunque el potencial sigue ah¨ª. Pero a Wiggins le pueden (le deber¨ªan, de hecho) quedar por delante los mejores a?os de su carrera. De momento, y m¨¢s all¨¢ de las explosiones deslumbrantes de Curry, es una de las claves de que los Warriors empiecen a ser sostenidamente mejores de lo que parec¨ªa que iban a ser tras la lesi¨®n de Klay y su horrible inicio de temporada. A ver hasta d¨®nde llegan y a ver cu¨¢nto sacan de un Wiggins que, recordemos, tiene todav¨ªa 25 a?os...