Trae Young ya tiene equipo: llega la hora de ganar en Atlanta Hawks
Los Hawks han sido uno de los grandes protagonistas de la agencia libre. Con una mezcla prometedora de veteran¨ªa y juventud y mucho talento, el objetivo es jugar los playoffs.
Este proyecto de Atlanta Hawks, el de Travis Schlenk como arquitecto y Lloyd Pierce como entrenador, naci¨® marcado por Luka Doncic. El esloveno ya es una de las grandes estrellas de la NBA, en los Mavericks. Despu¨¦s de que lo dejaran pasar Phoenix Suns y Sacramento Kings, el m¨¢s mortificado por su decisi¨®n (Marvin Bagley Jr), los Hawks se llevaron a Doncic con el n¨²mero 3 del draft de 2018 y lo empaquetaron rumbo a Dallas Mavericks a cambio de Trae Young y una primera ronda del a?o siguiente, 2019, invertida en Cam Reddish. Doncic y Young han sido all star juntos por primera vez en 2020, en Chicago. El esloveno es ya un aspirante al MVP (28,8 puntos, 9,4 rebotes y 8,8 asistencias la temporada) pero Trae Young, que no ha llegado todav¨ªa tan lejos, es una firme promesa de un futuro mejor: 29,6 puntos, 4,3 rebotes, 9,3 asistencias y 3,4 triples por partido con un 36% de acierto.
Schlenk, que sali¨® de la forja de los Warriors, quer¨ªa hacer un proyecto a imagen y semejanza de los de la Bah¨ªa. Al menos algo construido con un sentido similar, si se parte de que esos Warriors formaron uno de los equipos m¨¢s poderosos de la historia, una especie de mutaci¨®n irrepetible. Si acaso, ese espejo quedaba en parte validado por las comparaciones entre Young y Stephen Curry. Es mucho decir¡ pero algo hay. Young no defiende nada y todav¨ªa tiene d¨ªas. Tiene tambi¨¦n 22 a?os, claro. Pero su estilo, con sus triples asombrosos y una contagiosa y alegre est¨¦tica imposible, es una excelente invitaci¨®n a la conexi¨®n para una afici¨®n y una ciudad que estaban en un punto mortecino con su equipo. G¨¦lido. Las heroicidades de Trae en su a?o en Oklahoma, un revuelo constante en las redes sociales, eran suficiente motivaci¨®n para apostar por ¨¦l, con una primera ronda extra, por encima de Doncic. No digo que fuera la decisi¨®n acertada. Simplemente, que hab¨ªa una l¨®gica en lo que hicieron los Hawks. Y Trae Young, que tiene una excelente relaci¨®n con Doncic, ha puesto de su parte para que en Atlanta no sufran demasiado a pesar del irresistible ascenso hacia el estrellato del esloveno.
El paso del draft a la agencia libre
Los Hawks llevaban unos a?os pensando en c¨®mo salir de la monoton¨ªa. Un nivel medio, a veces medio alto y otras medio bajo, que hab¨ªa metido a la franquicia en una rutina mortecina. En la temporada 2014-15, se sumaron 60 victorias que acabaron con un 4-0 en segunda ronda de playoffs, contra LeBron James y sus Cavaliers. Era el equipo que entrenaba Mike Budenholzer y en el que jugaban Jeff Teague, Kyle Korver, DeMarrre Carroll, Paul Millsap, Al Horford, Dennis Schr?der, Thabo Sefolosha¡ Un buen equipo que hab¨ªa encontrado su techo. Para romperlo, los Hawks se dejaron caer para redoblar el impulso. Con Schlenk y Pierce a bordo y con un plan claro: primero construir v¨ªa draft, despu¨¦s posicionarse para una agencia libre importante y en tercer lugar (mitad de camino, digamos) empezar a ganar. Sumar victorias a buen ritmo y jugar playoffs. Eso son exactamente los Hawks 2019-20. Un equipo que tiene que ganar y ser competitivo ya. Que ha dado los pasos anteriores (con dolor: 29-53 y 20-47 las dos ¨²ltimas temporadas) y que tiene que afrontar el siguiente. O el plan no habr¨¢ servido, b¨¢sicamente, para nada.
El draft: los Hawks se han hecho en los cuatro ¨²ltimos a?os con John Collins (n¨²mero 19, 2017), Trae Young (n¨²mero 5 en 2018, intercambiado por Doncic), Kevin Huerter (19 en 2018), De¡¯Andre Hunter (4 en 2019), Cam Reddish (el pick extra por Doncic, el 10 de 2019), Bruno Fernando (32 en 2019) y, ahora con Onyeka Okongwu (n¨²mero 6, 2020), un p¨ªvot peque?o y pero de un f¨ªsico imponente al que se compara con Bam Adebayo. Un perfil, por lo tanto, esencial en la actual NBA. Pero hay que esperar: en defensa las comparaciones est¨¢n francamente bien tra¨ªdas, en ataque por ahora no son adecuadas. Okongwu est¨¢ muy, muy verde.
John Collins tiene 23 a?os y es, de los citados en el anterior p¨¢rrafo, el veterano en el roster de un tremendo lote de talento joven que la pasada temporada fue eso, talento joven: buenos momentos, algunas rachas el¨¦ctricas¡ y muchos tramos p¨¦simos. Inexpertos en finales igualados, desequilibrados seg¨²n qui¨¦nes estaban en pista e irregulares de forma perenne. Pero las derrotas se asumieron con resignaci¨®n porque se vieron brotes verdes y porque, en esencia, era el momento del segundo paso: la agencia libre.
Con una marabunta de contratos rookies y sin apenas cargas t¨®xicas en la cuentas, los Hawks se hab¨ªan posicionado para ser jugadores de primer nivel en una agencia libre en la que sab¨ªan perfectamente cu¨¢les son las normas para una franquicia en reconstrucci¨®n deportiva y que no ha sido nunca un destino predilecto para jugadores de primer nivel: sobrepagar. No hay otra. Pagar de m¨¢s, hacerlo con el mayor criterio posible y cruzar los dedos para que los movimientos acaben pareciendo una genialidad y no una torpeza que, adem¨¢s, pod¨ªa hundir a un proyecto que todav¨ªa ni ha terminado de asomar. Hab¨ªa que adelantar a los aspirantes, a los grandes mercados, al resto de equipo con margen para gastar. Y los Hawks lo han hecho: 72 millones por cuatro a?os para Bogdan Bogdanovic; 61,5 por tres para Danillo Gallinari (el tercer curso con solo 5 millones garantizados); 15x2 para Rajon Rondo, 10x2 para Kris Dunn. Y la llegada, m¨¢s por la puerta de atr¨¢s, de Solomon Hill (2,1 millones sin garantizar) y Tony Snell, recibido de Detroit con un a?o de contrato a raz¨®n de 12,1 millones.
A eso hay que sumar, claro, la apuesta del pasado invierno por Clint Capela, el p¨ªvot suizo que lleg¨® lesionado de los Rockets y no lleg¨® a debutar con unos Hawks que se quedaron fuera de la burbuja de Florida. Faltaba liderazgo veterano y faltaban voces fuertes en el vestuario. Han llegado. Faltaba una verdadera presencia f¨ªsica en las zonas, y ha llegado. Faltaba creaci¨®n de juego que liberara a Trae Young de su omnipresente gobierno de la bola. Y tambi¨¦n ha llegado. Muchos puntos y m¨¢s defensa. Y tiro. Necesidades para un equipo que cay¨® en picado por su inexperiencia, su mala defensa y su incapacidad para anotar por fuera (el peor desde la l¨ªnea de tres de toda la NBA). De pronto la plantilla es compensada, profunda y con una muy interesante mezcla de juventud y veteran¨ªa. Y, curiosamente tras no querer contar con Doncic, con un nuevo eje muy europeo: Bogdanovic-Gallinari-Capela. El objetivo no se esconde: hay que dar el siguiente paso en la reconstrucci¨®n. Hay que ganar partidos, competir y meterse en playoffs.
?Un posible gran traspaso a la vista?
Los Hawks tienen plantilla¡ pero el Este no va a ser f¨¢cil, a priori. No tanto como en temporadas pasadas. Cuesta no ver en playoffs a Miami Heat, Boston Celtics, Milwaukee Bucks, Philadelphia 76ers, Toronto Rapors, Indiana Pacers y, claro, Brooklyn Nets ya con Kyrie Irving y Kevin Durant. Eso son siete equipos y poco margen por mucho play in que se haya introducido. As¨ª que Lloyd Pierce trabajar¨¢ por primera vez con presi¨®n. Tiene que construir una defensa como m¨ªnimo funcional en un equipo cuya identidad ser¨¢ en todo caso ofensiva. Y tiene que encajar a veteranos y j¨®venes, algo para lo que llegan muy predispuestos Bogdanovic y sobre todo un Gallinari que ya ha asegurado que no le importa partir desde el banquillo y que si no estuviera encantando con la proyecci¨®n del n¨²cleo joven habr¨ªa, sencillamente, elegido otro destino.
La actitud de Gallinari importa: los Hawks tienen entre mano una decisi¨®n importante con John Collins, que tiene hasta el 21 de diciembre para firmar la ampliaci¨®n de su contrato rookie o acabar¨¢ siendo agente libre restringido el pr¨®ximo verano. Collins promedi¨® m¨¢s de 21 puntos y 10 rebotes por partido la temporada pasada y su nuevo rol est¨¢ por decidir (a la vez que su futuro). En esa situaci¨®n se ir¨¢n viendo los dem¨¢s. No Trae Young, el obvio jugador franquicia, pero s¨ª De¡¯Andre Hunter, Kevin Huerter y Cam Reddish. La llegada de veteranos les permitir¨¢ tener menos presi¨®n y roles en los que brillar¡ o desaparecer. Con Capela, Gallinari y Bogdanovic, los minutos estar¨¢n mucho m¨¢s caros. Rajon Rondo y Kris Dunn (un excepcional guard defensor y por lo tanto un buen complemente para Young) jugar¨¢n en el backcourt, Huerter tendr¨¢ la competencia directa de Bogdanovic y si Hunter y Reddish no defienden y meten tiros abiertos, lo acabar¨¢n haciendo (o intent¨¢ndolo) Hill y Snell. Por dentro, Collins, Gallinari y Capela son un tr¨ªo potente con la promesa de Okongwu detr¨¢s y un Bruno Fernando tambi¨¦n ya obligado a crecer¡ por la cuenta que le trae.
Si Gallinari es finalmente sexto hombre, el quinteto podr¨ªa ser Trae Young, Bogdanovic, Reddish, Collins y Capela. Con una segunda unidad formada por Rondo, Huerter, Hunter, Gallinari y Okongwu. Y minuto tambi¨¦n para Dunn, Snell, Hill, Fernando y el base Brandon Goodwin. Acabar¨¢ no habiendo espacio para todos en una rotaci¨®n rearmad¨ªsima y de la que solo se han ido Jeff Teague, Vince Carter, Alex Len y DeAndre¡¯ Bembry.
Con exceso de personal y muchos contratos rookies que evidentemente no podr¨¢n ser (no todos) convertidos en extensiones si todos sus firmantes alcanzan una versi¨®n ¨®ptima, los Hawks son adem¨¢s un actor claro tambi¨¦n para el mercado de traspasos. Si hay alguna estrella a tiro, pueden preparar un lote interesante si, insisto, sus j¨®venes dan otro paso adelante. Y si el equipo mejora y gana partidos. Todo se retroalimenta, as¨ª que los Hawks pueden estar ante el inicio de algo importante porque de lo que no hay duda es de que hac¨ªa muchos a?os que no hab¨ªa tanta expectaci¨®n y tanta ilusi¨®n en el entorno de la franquicia de Georgia. Veremos si hace click.