Divorcio total: Harden no quiere ni 50 millones al a?o de Houston
Los Rockets ofrecieron a Harden la posibilidad de cobrar m芍s de 50 millones anuales, algo que nadie ha hecho antes. El 'no' del escolta deja claro que se quiere marchar.
La situaci車n es irreversible. Al menos eso es lo que parece en lo que se refiere a la relaci車n entre James Harden y los Rockets. Los rumores dejaron de ser tal cuando se hizo p迆blico que el escolta hab赤a pedido el traspaso a la que ha sido su franquicia en las 迆ltimas ocho temporadas y con la que ha optado de manera constante al anillo desde 2017 sin suerte. En 2018, la oportunidad fue mayor que nunca, y desde entonces se ha alargado el proyecto, primero con el 迆ltimo a?o de Chris Paul y luego con el primero de Russell Westbrook, pero sin alcanzar en ning迆n caso esas finales del Oeste que han sido el tope del equipo (tambi谷n las alcanzaron en 2015) desde que Hakeem Olajuwon y compa?赤a conquistaran el campeonato en 1994 y 1995. Los 27 triples fallados de manera consecutiva en ese s谷ptimo partido ante los Warriors sentenciaron la idea de Daryl Morey, llevada a los banquillos por Mike D'Antoni y personificada en La Barba en pista, pero que siempre ha chocado con sus propias limitaciones y no ha conseguido superar el sainete de tener un solo plan para los playoffs y no poder sacarle todo su jugo a la hora de la verdad.
Ahora, tras una 迆ltima eliminaci車n en las eliminatorias por el t赤tulo, esta vez ante los Lakers y en semifinales, parece que el proyecto ha hecho aguas. Las salidas de Morey y D'Antoni han convertido a los Rockets en los protagonistas de este per赤odo intermedio, m芍s peque?o que nunca (72 d赤as), entre una temporada y la siguiente. Russell Westbrook mostr車 su descontento y pidi車 el traspaso, pero es una estrella que ha empezado a perder luz y cuyo contrato y estilo de juego le hacen poco atractivo para ning迆n equipo aspirante que se precie. Y luego lleg車 el turno de Harden, negado a mantenerse en una reconstrucci車n en la que no quiere participar y con ganas de optar a un anillo esquivo que, con 31 a?os, ve m芍s lejos que nunca. Sus deseos de recalar en Nets (con D'Antoni) o Sixers (con Morey, tambi谷n han sonado), son de sobra conocidos y m芍s que obvios en una NBA que espera con ansia el resultado final de una historia que puede llevar a uno de los mejores jugadores ofensivos de siempre a formar un big three con Kyrie Irving y Kevin Durant o, en el otro caso, con Ben Simmons y Joel Embiid.
Y no parece que vaya a haber marcha atr芍s. Tilman Ferttita, el due?o de los Rockets, estaba dispuesto a mantenerle en la plantilla junto a Westbrook e intentarlo un a?o m芍s, pero el escolta ve que el equipo se desmorona y ha rechazado un 迆ltimo intento de la franquicia por mantener sus servicios. Uno, todo hay que decirlo, que ha supuesto un 車rdago cuya negativa por parte de la estrella deja bien claro que su futuro est芍 lejos de Texas: 103 millones por dos temporadas. Esa es la renovaci車n que le han ofrecido y que ha rechazado. Al escolta le quedan por cobrar 41, 44 y 47 millones de d車lares de su actual contrato, que finalizar芍 con 34 a?os, y se le abr赤a una puerta para cobrar m芍s de 50 millones hasta los 36. Una cifra que ning迆n jugador ha alcanzado jam芍s en la historia de la mejor Liga del mundo y que no parece suficiente para cubrir las necesidades? de un hombre controvertido, altamente cuestionado, y que quiere poner punto y final a su etapa en Houston para buscar un anillo eternamente postergado y que puede conseguir... o no. Al fin y al cabo, ganar no es f芍cil por algo que todo el mundo descubre antes o despu谷s en la NBA: nunca lo es.
El fichaje de Stephen Silas no ha convencido a la estrella, que busca su salida, y en Houston parece que la dan por hecha y han dejado ir a Robert Covington rumbo a los Blazers recuperando a un Trevor Ariza que ya jug車 con los Rockets en el pasado (de 2014 y 2018) y con los que no acab車 contento. Aunque, en realidad, nadie est芍 contento en el equipo, con muchos jugadores actuales cuestionando su rol (P.J Tucker, Austin Rivers) y certificando el fin de un proyecto que pudo ser y no fue. Los Nets est芍n dispuestos a desprenderse de 33 millones en salarios, lo necesario para que cuadren las cuentas y no se sobrepase el l赤mite salarial, adem芍s de entregar rondas (muchas) del draft. Y Harden espera ansioso un nuevo destino que le permita luchar por el anillo antes de que sea demasiado tarde. Y no va a cambiar de opini車n, ni siquiera por 50 millones anuales, que se dice pronto. Visto lo visto, se podr赤a decir que los Lakers han puesto punto y final a la 迆tima versi車n competitiva de una idea que se transform車 en un estilo de juego que no ha gustado a todo el mundo y que ha acabado sin premio. La salida de Harden parece, m芍s que nunca, cuesti車n de tiempo. Y el final de los Rockets, en concreto sus Rockets, tambi谷n. Tic, toc, tic, toc...