Guerra abierta en el Gran Canaria
Porfi Fisac aparta del equipo a Javi Beir¨¢n. "Entendemos de manera distinta la capitan¨ªa de este equipo", justific¨® ayer el entrenador.
La buena trayectoria del Granca en EuroCup, cuatro victorias y una derrota, no suaviza un ¨¢pice su desastroso inicio liguero, un partido ganado por siete perdidos, ni, por supuesto, la guerra abierta declarada en el seno del equipo.?
Ocurre que, ayer, sorprendi¨® que Porfirio Fisac dejara a Javier Beir¨¢n, capit¨¢n del equipo y flamante campe¨®n del mundo el verano pasado, fuera del roster con el que el Granca afront¨® el partido contra el Promitheas, que finalmente gan¨® (98-83). No se conoc¨ªa ning¨²n percance f¨ªsico en el alero madrile?o y as¨ª justific¨® este descarte su entrenador tras ganarle al equipo griego: "He tomado la decisi¨®n de apartarle del equipo porque entendemos la capitan¨ªa del Gran Canaria de diferentes maneras. No entrar¨¦ en m¨¢s detalles".
Los problemas entre Fisac y el vestuario vienen de lejos. As¨ª, se rescindi¨® el contrato de Amedeo Della Valle por incompatibilidad manifiesta con el entrenador segoviano, quien apuntaba que el exterior italiano no hab¨ªa entendido la dureza de la Liga Endesa. Se supo tambi¨¦n que un d¨ªa no dej¨® entrenar a Andrew Albicy por llegar un minuto tarde a una sesi¨®n de trabajo?y que los encontronazos subidos de tono en los entrenamientos con varios de sus jugadores han sido constantes.
Igualmente, informa Mart¨ªn Alonso, de La Provincia, que en el entrenamiento previo el duelo contra el Promitheas Matt Costello, referente del equipo, abandon¨® la pr¨¢ctica sin que mediara ning¨²n problema f¨ªsico previo. Tampoco es que sea aislado el conflicto con Beir¨¢n, a quien, por ejemplo, dej¨® sin jugar durante la derrota contra el Unicaja (80-84). Fisac afirm¨® que el capit¨¢n estaba ¡®tocado¡¯. Este posteriormente lo desminti¨®, afirmando que no ten¨ªa ning¨²n problema f¨ªsico.
La guerra en el Herbalife Gran Canaria, que le cede todo el poder a su entrenador, no cesa. Apartar a Beir¨¢n se antoja tan solo como el pen¨²ltimo de un serial que amenaza con dinamitar definitivamente la estabilidad de un club que se desangra en cancha y despachos, donde la reina la inacci¨®n.