M¨ªtico Rondo: el 'orgullo celtic', clave en el regreso de los Lakers
Rondo se ha convertido en el segundo jugador de la historia en ganar con los dos m¨ªticos equipos. En 2008 gan¨® con Boston y 12 a?os despu¨¦s, ha repetido con el eterno rival.
Dentro de la irracionalidad m¨¢s absoluta, Rajon Rondo emergi¨® para los Lakers. No fue ni el mejor jugador ni el m¨¢s determinante, pero fue clave en el regreso a lo m¨¢s alto de la franquicia angelina, que reina en la NBA diez a?os despu¨¦s de ganar las Finales a unos Celtics... en los que estaba Rondo. Espectacular referencia de los bostonianos, el base buscaba su redenci¨®n particular ante el que hab¨ªa sido su eterno rival en una ¨¦poca distinta en la que LeBron James todav¨ªa no dominaba la Liga y no se tiraba m¨¢s veces de tres que de dos. Tras salir del equipo al que le hab¨ªa dedicado sus casi nueve primeros a?os como profesional, Rondo pas¨® una tumultuosa etapa en los Mavs, en los que acab¨® relegado al banquillo por un Rick Carlisle al que sac¨® de quicio; luego pas¨® por los Kings, unos Bulls en los que tuvo problemas con Jimmy Butler y Fred Hoiberg y termin¨® recalando en unos Pelicans en los que altern¨® fases del tedio m¨¢s absoluto con un final de temporada brillante y unos playoffs extraordinarios que acabaron por constatar que esa leyenda que le rodea, la de Playoff Rondo, es mucho m¨¢s que eso. Que su mejor¨ªa en la fase final es tan il¨®gica como objetiva y que, excepto en los Mavs (y Kings, con los que no disput¨® los playoffs), ha sido una constante en la carrera de uno de los mejores bases de su generaci¨®n.
Precisamente Rondo fue testigo de los ¨²ltimos vestigios de la rivalidad entre Lakers y Celtics. En esas Finales de 2010, saldadas con victoria angelina, se vio el ¨²ltimo gran enfrentamiento, que dos a?os antes hab¨ªa tenido otro cap¨ªtulo. Era el primero desde que en 1987 se enfrentaran ambos equipos y supuso el primer t¨ªtulo para Boston en 22 a?os. En esas Finales y acompa?ado de Garnett, Pierce y Allen, Rondo promedi¨® 9,3 puntos, 3,8 rebotes y 6,7 asistencias. Se hizo con el puesto de titular con tan solo 22 primaveras por delante de otros playmakers como Eddie House o Sam Cassell, reparti¨® 16 asistencias en el game 2, el m¨¢ximo de la serie, y se fue a 21+7+8 en el sexto y definitivo partido, con 6 robos y paliza hist¨®rica al eterno rival, al que se impusieron por 39 puntos. En 2010, dos a?os despu¨¦s, Rondo ya era un base consolidado y uno de los pilares fundamentales de los Celtics. En segunda ronda se enfrentar¨ªa a los Cavs de LeBron (29+18+13 en el cuarto partido y 20,7+6,3+11,8+1,8 de promedio en la serie) a los que apear¨ªa, junto a sus compa?eros, en seis partidos, provocando la marcha de un Rey todav¨ªa sin corona a los Heat con esa pol¨¦mica The Decision e inici¨¢ndose una nueva era en el baloncesto moderno que ha acabado, viva las casualidades, con LeBron y Rondo compartiendo equipo en los Lakers... y ganando un nuevo anillo. El cuarto para James y el segundo para el base, que tuvo que esperar 12 largos a?os para volver a saborear el mayor de los ¨¦xitos.
Rondo promedi¨® en las Finales de 2010, 13,6 puntos, 6,3 rebotes y 7,6 asistencias y, durante los siguientes a?os, se convirti¨® en el l¨ªder indiscutible de un grupo envejecido que ya hab¨ªa pasado su mejor momento y que tuvo su ¨²ltima gran opci¨®n en 2012, precisamente ante los Heat de LeBron, con los que perdieron 4-3 tras tener match ball en el Garden y ser sentenciados por el Rey (y 45+15+5...). Sin embargo, dos a?os antes se hab¨ªa vivido el ¨²ltimo gran episodio de una pugna eterna, traducida ahora en 34 anillos (17 por cabeza), por los 40 que tienen el resto de franquicias de la NBA de forma combinada. En esa eterna disputa por el trono definitivo de la mejor Liga del mundo, las batallas de Jerry West ante un Bill Russell al que nunca pudieron vencer y los enfrentamientos entre Larry Bird y Magic Johnson en los 80 fueron la joya de la corona (con resurgimiento incluido de la NBA) de la constante lucha que ha abarcado casi la totalidad de la existencia de la competici¨®n y que ha tenido en Lakers y Celtics a sus dos mejores equipos y, tambi¨¦n, a su m¨¢s hist¨®rica rivalidad.
Ahora, diez a?os despu¨¦s de las ¨²ltimas Finales entre ambos equipos, nos hemos quedado a tan solo dos victorias verdes de volver a ver el cl¨¢sico enfrentamiento. Pero, siendo una d¨¦cada en la que cada franquicia ha vivido su crisis particular, Rondo ha batido un r¨¦cord casi ins¨®lito dentro de la competencia entre las dos franquicias: se ha convertido en el segundo jugador de la historia en ganar el anillo vestido con ambas camisetas, una rareza extrema. Adem¨¢s, es el ¨²nico que lo ha conseguido desde el traslado de los Lakers a Los Angeles (1961). Antes, Clyde Lovellette hab¨ªa conquistado en Minneapolis, en 1954, el anillo como jugador de los Lakers. Casi una d¨¦cada despu¨¦s, en 1963 y 1964, conquist¨® dos campeonatos m¨¢s con los Celtics de Bill Russell. La primera de ellas fue precisamente ante los Lakers, aunque en ninguna tuvo el mismo protagonismo que tuvo en sus primeros a?os, donde se convirti¨® en uno de los mejores jugadores interiores de la competici¨®n. Jugar con ambas franquicias no es tan raro (Avery Bradley, su compa?ero, tambi¨¦n lo ha hecho) pero s¨ª lo es salir campe¨®n. Al fin y al cabo, si algo se ha demostrado a lo largo de la historia, es que ganar, incluso con Lakers y Celtics, no es f¨¢cil. Nunca lo es. Y en el caso de Rondo, de la misma manera que fue parte del 17? t¨ªtulo de la historia de los Celtics, lo ha sido tambi¨¦n del 17? de los Lakers.
H¨¦roe inesperado
Al margen de su segundo anillo con el eterno rival, Rondo se ha vuelto a consagrar como un jugador de playoffs. En las dos ¨²ltimas temporadas ha mezclado momentos buenos (muy breves) con muy malos (y constantes). Ha tenido alg¨²n pico bueno, pero siempre ha sido paliado con desastres adimensionales y un movimiento contrario a su persona de la comunidad hater que se declaraba fan de los Lakers que ha contrastado con el asombro originado por su gran nivel en playoffs. En plena decadencia, Rondo ha disputado solo tres partidos de titular este curso, y 20,5 minutos por noche, ambos m¨ªnimos de su carrera. Adem¨¢s, ha tirado con menos del 33% en triples, una estad¨ªstica que no era tan baja desde su ¨²ltimo a?o en Boston. Y ha promediado 7,1 puntos, 3 rebotes y 5 asistencias, sus peores n¨²meros desde su a?o rookie. Camino de los 35 a?os, pocos fueron los que se acordaron de sus playoffs con los Pelicans (de Anthony Davis, vaya) en 2018 o de que, en los Bulls, con ¨¦l en pista ganaron sus dos primeros partidos de primera ronda en el Garden (s¨ª, ante los Celtics)... y perdieron los cuatro siguientes, que jugaron sin su lesionado base.
Rondo debut¨® en el primer partido ante los Rockets, sumando 8 puntos, 3 rebotes, 4 asistencias y 2 robos, pero jugando mal, en esa versi¨®n empeorada que siempre muestra en la fase regular, con mucho tiempo con el bal¨®n en las manos, poca capacidad creativa y una defensa irrisoria. En el segundo partido, todo cambi¨®: 10 puntos, 9 asistencias y 5 robos, con un +28 con ¨¦l en pista. Y en el tercero se coron¨® con 21 puntos y 9 asistencias, 12+5 en el ¨²ltimo periodo, una inopinada fiabilidad para el tiro de tres que mantuvo, excepto en contadas ocasiones, en todos los playoffs y una cualidad que durante el resto del a?o ere desconocida: la de jugar sin bal¨®n. Se adapt¨® perfectamente a LeBron y fue una figura fundamental a la hora de romper defensas en zona ante los Nuggets o los Heat, siendo uno de los jugadores m¨¢s pacientes e inteligentes de la Liga, capaz de leer defensas e interpretar jugadas en todo momento.
Rondo ha tenido un +/- positivo en 10 de los 16 partidos que ha disputado, ha promediado un 45,5% en tiros de campo y un 40% (???!!!) en triples y se ha ido a casi 9 puntos, 4,3 rebotes y 6,6 asistencias, n¨²meros lejanos a sus mejores d¨ªas... pero que ha conseguido en menos de 25 minutos por partido. Ha repartido al menos 4 asistencias en todos los partidos, ha superado las 5 en 12 de 16 y ha conseguido hasta 105 en todos los playoffs saliendo de suplente, superando la marca que estaba en manos de Manu Gin¨®bili en 2014 (95, en un anillo tambi¨¦n con anillo). Adem¨¢s, Rondo es el jugador que m¨¢s tiempo ha tenido que esperar entre el primer y el segundo anillo de la historia; antes, Earl Cureton triunf¨® con los Sixers en la temporada 1982-83 y repiti¨® los Rockets en la 1993-94. Otro r¨¦cord m¨¢s para un jugador que lleg¨® a los 16 puntos y 10 asistencias en el segundo partido de las Finales y se fue a los 19 (4 rebotes y 4 asistencias) en el sexto y definitivo asalto, al que se fue sin fallos en el tiro al descanso, acabando con 8 de 11 en tiros de campo y 3 de 4 en triples. Ya no es el jugador que aparec¨ªa en los mejores quintetos o quedaba hasta tres veces m¨¢ximo asistente, adem¨¢s de ser un asiduo al All Star durante cuatro a?os consecutivos. Pero es alguien esencial en el esquema de juego de un equipo competitivo y siempre saca a relucir sus habilidades a la hora de la verdad, cuando las mu?ecas tiemblan y el pulso se acelera.
Camino de los 35 a?os, Rondo se ha salido de su player option e intentar¨¢ buscar un contrato mayor la temporada que viene. Presumiblemente y salvo sorpresa, los Lakers ser¨¢n su primera opci¨®n: LeBron le quiere all¨ª, est¨¢ c¨®modo en Los ?ngeles e inmerso en un proyecto que, si da los pasos adecuados, puede seguir optando al anillo. Adem¨¢s, ha demostrado ser un jugador fiable en playoffs (por eso pedir¨¢ m¨¢s dinero), por lo que el inter¨¦s puede ser mutuo y el acuerdo fruct¨ªfero. Si LeBron sigue actuando de base se puede compatibilizar su estancia en pista con Rondo o Caruso indistintamente (y seg¨²n el rival o momento del partido) y si el vestuario contin¨²a mezclando veteranos y j¨®venes y consigue a alg¨²n otro tirador puede ser realmente temible. Solo falta por saber si Rondo alargar¨¢ su aventura al lado del Rey, ese hombre que era archienemigo de Boston hace unos a?oso. De momento, sabemos que el orgullo celtic del base ha impregnado al eterno rival y le ha dado una chispa necesaria para ganar un anillo que, en el peor a?o de la historia, sabe a gloria. Playoff Rondo se corona en los Lakers. Cualquiera lo habr¨ªa dicho hace diez a?os. Aunque hace diez a?os, era dif¨ªcil predecir que los angelinos iban a estar una d¨¦cada sin ganar, que LeBron iba a convertirse en el que es y que los Celtics no volver¨ªan a tener el anillo tan cerca. Pr¨¢cticamente todo es imposible de predecir en esta vida salvo, tal vez (solo tal vez), una cosa: que, en el momento de la verdad, Rajon Rondo va a estar ah¨ª. Y eso es algo que, ya se sabe, no se puede decir de todo el mundo.