LIGA ACB | BILBAO 99 - 81 OBRADOIRO
El Bilbao agarra la primera con la filosof¨ªa del a?o pasado
Plant¨® muy buenos cimientos de cara al futuro con una plantilla m¨¢s larga de lo pensado: siete hombres con dobles d¨ªgitos en anotaci¨®n. Moses se destap¨® como gran defensor ante Birutis.
Por mucho que dijeran los jugadores y el entrenador del Bilbao Basket que el partido ante el Obradoiro era una oportunidad y no una obligaci¨®n, el que aspire a la permanencia en la ACB deber¨ªa grabarse a fuego ganar a esta ¨²ltima p¨®cima dise?ada en el laboratorio del 'alquimista' Moncho Fern¨¢ndez. Y m¨¢s si arrastras un 0-3. Y as¨ª se comport¨® el RETAbet, como si le fuera la vida en ello, y la tropa gallega, como quien lleva un 3-0, m¨¢s c¨®moda, sabiendo que su bagaje le da para andar menos tensionado. Aunque pod¨ªa marcar su mejor inicio hist¨®rico, que no es ninguna broma. Pero era un col¨ªder invicto enga?oso, ese rinc¨®n es un espejismo. Un excelente segundo cuarto por parte de los vascos (28-12) decant¨® la balanza. Balvin domin¨® la zona ante un Birutis que no justific¨® su MVP de septiembre, y le ech¨® una mano un Moses hiperactivo que va encontrando su papel en este equipo, como cinco. Siete hombres con diez puntos o m¨¢s hablan muy bien del potencial ofensivo del grupo, aunque la clave estuvo atr¨¢s. Hay jugadores a los que este partido les viene como santo remedio: Zyskowski es muy listo, intuitivo, conoce el juego; Hakanson tiene puntos, muchos; y Rousselle, Kulboka y Brown mantienen sus constantes vitales de 2019. Mumbr¨² pidi¨® jugar bien a baloncesto y todos le han hecho caso. Lo del rebote fue un abuso absoluto. Y los secundarios dieron un paso al frente y demostraron que est¨¢n para algo: Rigo abri¨® la fuga con dos triples y Reyes al fin mostr¨® una versi¨®n m¨¢s osada.?
El Bilbao estaba a dos partidos de igualar su peor balance en la historia de la ACB: aquel 0-5 de 2013 con el pobre Rafa Pueyo al frente, un a?o con revueltas y mil incendios. Ese es un acicate importante. Serron caus¨® baja por una tendinitis rotuliana y en su lugar entr¨® en la convocatoria Betolaza. A veces las im¨¢genes que se proyectan en los videomarcadores llevan un mensaje impl¨ªcito. Parece absurdo hacer presentaciones NBA sin p¨²blico, pero mejor escenificar los partidos como siempre, esa rutina es un motor para los de abajo, los jugadores. Se emitieron esta vez muchas jugadas defensivas raciales de los ¡¯hombres de negro¡¯. Luego se pusieron a copiar ese ejemplo. Y hubo un recuerdo a Pasalic, exjugador de Bilbao que ha sufrido un paro card¨ªaco.
Moncho Fern¨¢ndez sabe que esto del basket es pasajero. M¨¢s de 300 partidos a sus espaldas le contemplan, el m¨¢s duradero en un mismo banquillo de los que hay en la ACB. Por eso interpretar¨¢ que esta cura de humildad hasta les puede ayudar. Una lesi¨®n en el tobillo de Daum en el suspiro de 1:43 pareci¨® dejar hu¨¦rfano a su equipo, que sinti¨® el mazazo durante el resto del partido. Tras diez minutos de tanteo, lleg¨® lo importante. El segundo cuarto record¨® por momentos el deleite del a?o pasado en Miribilla. Fundamentados en el instinto defensivo de Rigo y Zyskowski, los ¡®hombres de negro¡¯ apretaron en l¨ªneas de pase y se pusieron a correr. Rompieron amarras con el miedo y se centraron en sus virtudes, en esas famosas ¡®reglas¡¯ a las que tanto se aferra Mumbr¨². Un estilo patentado en LEB y perfeccionado en ACB que no tiene por qu¨¦ haber caducado con las caras nuevas. Empezaron a apretar al hombre bal¨®n, a ser solidarios con las ayudas y cerrar el rebote. La chispa la hab¨ªa encendido Brown, un microondas de cuidado y el padrino de un 19-4. Un 3+1 del escolta norteamericano fue abriendo el volteo. Los triples decid¨ªan tras el descanso: 6-11 en los de negro (5 de siete en el segundo acto) y 4-15 en los gallegos. Cuando entran los disparos lejanos, el grupo carbura, se generan espacios y todo es m¨¢s sencillo. Tras el descanso, se lleg¨® al techo bilba¨ªno, con 52-34, cimentado por Balvin con un dos m¨¢s uno y una canasta tras ¡®pick and roll¡¯. Birutis no aparec¨ªa por ning¨²n lado. El checo fue la primera prueba de fuego para Birutis, que sali¨® empeque?ecido del examen.
Los pupilos de Mumbr¨² no son, de todos modos, constantes los 40 minutos, algo normal a estas alturas de curso, y en el tercer cuarto estuvieron m¨¢s espesos y algo distra¨ªdos en defensa. Pero pudieron mantener el tipo en el marcador. Al Obra le falt¨® apretar m¨¢s las clavijas y hacer pensar a su rival que el 0-3 era una pesada losa. Entraban en el partido m¨¢s por errores ajenos que por gloria propia. Se colocaron a seis. Y eso que tres fallos seguidos en los tiros libres de Robertson, que tom¨® la batuta con ramalazos individualistas, les pod¨ªan haber dado mucha m¨¢s amenaza. El ¨²ltimo cuarto bilba¨ªno fue un ejercicio de aplastamiento, con Hakanson al volante y hasta un +21. Se van turnando los h¨¦roes, hay plantilla m¨¢s larga de lo esperado, dentro de la modestia. Todos muy conjuntados, f¨¦rreos, dejaron al segundo mejor ataque de la Liga en un sufrimiento en campo de ataque. Y rozaron la centena. Un punto falt¨® para abrazarla.